Adorablemente Estúpido [ Terminado]

Batalla Ganada [M]

Me divertí muchísimo con sus comments!!!

La entrada de la cuevita de Can está grande como el Arco del Triunfo y ustedes pensando en que sería activo...

Y hablando de Can NO RECOMIENDO HACER LO QUE EL HIZO. Es un fic, chicos. No se introduzcan cosas raras en la cuevita y menos durante un tiempo prolongado.

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Tin POV

Estaba un poco confundido con el comportamiento de Can.

- Ahora es mi turno. -Sonrió de medio lado- Quítate la ropa.

Esto no estaba bien... Pero enojarlo tampoco. Así que aunque no estuviese muy feliz, le hice caso y me quité el saco; solo tenía eso y los jeans. Se ve que me estaba tardando porque me miró apremiante y me apuré para sacarme los pantalones.

- Daddy no lleva ropa interior. -Puso su mano en su boca y sobreactuó como si estuviese sorprendido.

Me tomó de la mano y me levantó. Estaba parado, pero quieto... Era un poco extraña la situación.

- Daddy es bueno y precavido... -comenzó con su voz traviesa- Y le va a dar a su bebé las cuerdas extra ¿verdad? -puso su índice en mi torso y caminó, girando a mi alrededor: volvió a hablarme al oído:- Porque hay cuerdas aquí.

Me molesta un poco que me conozca tan bien y me asusta esta actitud. Aún así, sabía la verdad, estaba derrotado: señalé mi mochila.

- ¿En la mochila? -volvió a sobreactuar sorprendido, como si fuera un niño y le dió un manotazo a Chimuelo- Que Daddy tan pervertido -dijo con una voz muy traviesa.

Definitivamente, Can pretende llegar hasta el final... Y yo no puedo desaprovechar esta oportunidad. Mi dragoncito, comenzaba a despertar.

- Daddy, trae la silla del baño y las cuerdas.

Le hice caso, no sé qué buscaba, pero más sexo, más cerca de su recuperación... O eso quiero pensar.

- ¡Átame Daddy! -sonó travieso y puso sus muñecas juntas.

Comencé a hacer el nudo, él estiró sus muñecas y le puse las ataduras pero de pronto...

- Muy bien, muchas gracias Daddy.

Se sacó las cuerdas. Yo no entendía nada. Se puso en modo juguetón y me fue acorralando hasta que terminé sentado en la silla que traje del baño.

- ¿Bebé? -No estaba entendiendo mucho. Can puso su índice en mis labios.
- Ponte cómodo, Daddy.

Recordé que una vez él me montó en la silla ¿estará pensando en eso? Se paró detrás de mí.

- Manos.

Sí, estaba pensando en eso. Me acomodé mejor y separé más las piernas. Le hice caso y puse mis brazos por detrás de mí. Can utilizó mi nudo en mí. Ahora se empezaba a poner bueno y me volvía el calor al cuerpo.

- Así me gusta. -Dijo altanero- Daddy atado a una silla.

Can comenzó a sacarse la ropa de a poco. Pero al llegar a su pantalón, lo bajó de un tirón.

- Mira Daddy, mira lo que tu bebé trajo para tí.

Can se dió vuelta, quedando de espaldas a mi, posó sus manos en el suelo y se estiró un poco... ¡Tenía el Tunnel! Yo no se lo había sacado en el apuro y por lo visto él tampoco.

- ¡Mi-mierda Can!

No estoy muy seguro de cómo va a caminar mañana dado que hace un buen rato que tiene eso, pero seré gentil. De pronto vi que vino con la tijera y el lubricante.

Se me sentó en las piernas y me besaba y mordía. Demonios... Tenía tantas ganas de pasar mis manos por su cuerpo... Es un chiquillo del demonio. Pero fue aún peor, comenzó a lamer mí torso y ante mi total asombro, engullió a mi dragón.

- Bebé... -se sentía tan bien- Eres el mejor.

Fue como volver a Corea. Una mano suya estaba en mi pene y jugaba junto con su boca, mientras que su otra mano, prevenía que se le escapara el juguete. Todo estaba riquísimo, la vista era muy excitante... Hasta que se detuvo.

- ¿Bebé? -¿Qué ocurrió?

Se levantó y me echó mucho lubricante. Luego comenzó a enterrarse en mi... ¡Mierda Can! Hace tantos meses que no sentía esto... Estaba agitado, pero me concentré en observarlo. Parecía que le dolía y le molestaba, pero luego su expresión iba cambiando, se movía un poco y su rostro se veía más tranquilo.

- Daddy... ¡Es todo tan rico!

Puso sus manos al rededor de mi cuello y nos besamos hasta quedarnos sin aire. Se separó de mis labios y nos quedamos así, cerca, unidos, mirándonos.

- Te amo, Tin. Aunque me cortes la acción. -bromeó.
- Te amo, por eso estoy aquí, atado a una silla. -Me acerqué un poco y lo besé.

Can se separó de mí y quería volver a sentir sus paredes alrededor de mi. Pero para quedar más anonadado, me cortó las cuerdas. ¿Ya está? ¿Hasta aquí llegamos? ¿Me va a dejar así?

- Bebé está muy cansado. -dijo tierno y fue al cuarto.

Él se acostó. Bueno, sí, jugué mucho con él y para montarme en la silla tiene que estar con mucha energía. Pero luego se movió hasta estar frente a mí, se puso en pose gatito y me sacudió su trasero en primer plano. Ahora que se había sacado el Tunnel... Wow, Estaba realmente abierto y me estaba llamando.

- Mira cómo bebé se abrió para Daddy. ¡Móntame, Daddy! ¡Móntame!

Lo tomé con fuerza de la cadera y me introduje con cuidado. En cuando estuve completo adentro, comencé a moverme.

- ¡Demonios bebé! Eres el mejor.

Se sentía increíble. Sueno como si fuera un adicto al sexo, pero hace meses, que no estaba dentro de mi novio.

- Mierda Can... como ex-trañaba... Esto.

Acaricié su espalda y tomé su pene en mi mano. Lo bombeé un par de veces y me di cuenta que no solo ensuciaríamos sábanas perfectamente limpias, sino que además, debería cargarlo hasta la bañera.

- Vayamos... al baño... así ya estás más... cerca de la tina. -le expliqué entre jadeos.

Levanté su torso y lo pegué contra el mío. Fuimos caminando hasta la ducha, apoyé su cuerpo en la pared y continuamos desde donde dejamos. Yo llegué enseguida y apoyé mi frente en su espalda; necesitaba tomar aire. Pero igual, moví mi mano hacia su campeón y lo agité hasta que llegó. Salí de Can y lo sostuve con un brazo para que no se cayera.

Nos quedamos así hasta recuperar el aliento.

- Bebé ¿puedes sentarte hasta que prepare la tina?

Pronunció algún sonido sin sentido y lo tomé como un sí. Lo fui bajando con cuidado y él se acomodó para quedar de lado.

Yo también estaba cansado, estaba fuera de forma. Preparé la tina, lo cargué y yo también entré. Él agua estaba un poco caliente de más, le haría bien a nuestros músculos. Can estaba completamente encima de mí, apoyando su cabeza en mi hombro.

- Bebé ¿puedo bañarte? -movió un poco su cabeza en forma afirmativa.

Tomé la esponja más suave y la pasé por su cuerpo, como el agua estaba caliente, juntaba agua en mis manos y la vertía en su cabeza. Cuando fui a preguntarle si quería quedarse más rato... Noté que se había dormido.

Salí, le sequé el cabello y se fue despertando. Lo sequé rápido, le alcancé un boxer y lo cargué hasta la cama. Yo volví a meterme en la tina y tomarme mi tiempo.

Hoy había sido intenso, pero creo que fue una batalla ganada: sé que lo recuperaré al 100%, no hoy, pero algún día.