Adorablemente Estúpido [ Terminado]

Chimuelo [M]

Tin POV

- Te amo. Eres el mejor novio del mundo. -Me abrazó-. Pero yo me refería a sentarme encima de ti y enterrarme en junior hasta donde yo me sienta cómodo.

No podía creer lo que acababa de escuchar ¿Era una broma o me lo decía en serio? Me lo quedé mirando. Can rió y se acercó mi oído.

- Es tu cumpleaños, amor. Tienes que divertirte tú. -Pasó su mano por mi cuello y jaló con suavidad mi cabello- Por ahora me conformo con que me hayas dicho que estás dispuesto a cambiar roles. -Se separó y me miró serio- Es muy importante para mí.

Respiré hondo y me tranquilicé.

- ¿En qué estábamos...?
- En que me iba a comer a tu dragoncito -Respondió sin rodeos mirando a mi entrepierna que ya había perdido parte de su emoción- Veo que aún hay vida ahí abajo -hizo un guiño y rápidamente se acercó a mi oído- Pero sí aceptaría un cambio de roles para mi cumpleaños.

Se levantó de un salto, me agarró de la mano y comenzó a conducirme a la alcoba. Yo seguía como en shock... seguramente Pete me dio un clon... Este no es mi Can...

- ¿Quién es mi padre? -Pregunté de pronto.
- ¿Lo qué? -Se detuvo y se giró para observarme extrañado.
- ¿Quién es mi papá? -Repetí.
- ¡El señor Medthanan! ¿Qué ocurre Tin? -Me reprochó.

¡Demonios! ¡Este si es mi Can!

- Nada, bebé. Sigamos. -Volvió a tomarme de la mano.

Al entrar a la habitación vi que los pétalos de rosa formaban un corazón en la cama; eso no lo había visto antes. Lo jalé hacia mí, lo abracé y besé su cabeza.

-Gracias, Can. Esto es verdaderamente hermoso.

Él me observó y se sonrojó, de a poco volvía a ser mi chiquillo estúpido.

- Nada es más hermoso que tú. -Dijo en tono de burla.

Recordé que el sábado le dije algo similar cuando estábamos en la casa que nos prestó Nam.

- Dije que nada de lo que vieras en la casa o en el jardín, sería más lindo que tú. -él se separó un poco de mí y me miró.
- Bueno, eso, aunque no haya jardín.
- Eso sería una mentira. -Can me miró sin comprender- Tú eres lo más hermoso de este lugar. -Él escondió su rostro en mi pecho.

Sonreí y lo abracé. Este es el Can que conozco. Es solo que también ha desarrollado esa otra parte que me asombra... y también me gusta.

- ¿Podemos continuar? -Pidió él.
- Por supuesto.
- Entonces acuéstate, sé un buen novio y quítate la ropa.
- ¡Pero es mi cumpleaños! -Me quejé.
- ¿Prefieres que me la quite yo? -Alcé una ceja.
- Eso estaría muy bien.
- Imbécil...

Can se había separado de mi pero rápidamente puse mis dedos dentro de su pantalón y lo jalé.

- Ven, bebé, te ayudo con eso.

Desabroché su cinturón, luego su pantalón y lo jalé hacia abajo. Dejé que él hiciera lo mismo con el mío. Comenzó a besarme y a caminar, yo iba de espaldas hasta que caí en la cama. A él no le importó y continuó besándome. También aprovechó su posición para manosearme hasta que llegó a mi entrepierna.

- Veo que Chimuelo ya despertó. -Sonrió de medio lado.
- ¿Ahora es Chimuelo? -Pregunté alzando una ceja mientras él se agachaba.
- Es un dragón sin dientes... -Expresó pícaro.

No le reproché más nada, porque tomó mis piernas, tiró de ellas y "besó a Chimuelo". ¡Demonios! se ha vuelto tan bueno. Yo me sostenía con mis brazos y no podía evitar que mi cabeza cayera hacia atrás.