Adorablemente Estúpido [ Terminado]

Purr Purr [M]

Hola puerkos, acá tienen lo que querían....

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Tin POV

Llegamos al hotel, saludé a Ice (a Can no le gustó mucho), me reí y me dió la llave de la habitación.

Tenía una pequeña salita al entrar y un cuarto espacioso detrás, sin mencionar un baño completo. Entramos y por unos segundos fue raro, ninguno sabía que hacer. Es decir, sí, obvio, sabemos a qué se va a este tipo de lugares... Pero ahora que estamos aquí... Bueno, es más complicado.

- Yo... -Comencé- Ice me mostró varios cuartos y pensé que este sería el mejor.

Dicho eso, Can fue inmediatamente a recorrer la habitación. Había una cama King Size, con tres postes de metal en la cabecera y tres más en los pies (cuatro en los laterales y dos marcando el diámetro de la cama). Este es un cuarto en el que se puede practicar el BDSM. Pero para no asustar a Can, pedí que guardaran muchas cosas de la decoración. Era un cuarto bastante normal, con una cama enorme y postes de metal. Obviamente yo compré nuestros propios juguetes y cuerdas y sí, me tomé el trabajo de venir antes y guardar todo en diferentes gavetas... Espero que a Can no se le dé por abrir ningún cajón.

- Can. -Llamé con autoridad y en seguida se paró frente a mi- Sabes que no haremos nada que no quieras y...-
- Siempre tengo "melón", lo sé. -Me respondió serio.
- Bueno bebé, me iré a cambiar de ropa.
- ¿Te cambiarás de ropa? -Preguntó muy sorprendido.
- Claro. -respondí tranquilo- Ahora me veo bien, pero quiero verme... -me acerqué lentamente a su oído y le susurré:- demandante. -Sonreí y entré al baño.

Can POV

Llegamos al hotel... Y se puso a hablar con el recepcionista, como si fueran amigos... ¡Consíguete novio y deja de coquetear con el mío!

Llegamos a la habitación y fue raro. Pero la recorrimos y me subían las hormonas... Esos postes en la cama... Me gusta. Daba una sensación extraña, era de colores fuertes. A campeón ya le estaba gustando.

- Can. -Pronunció con su voz demandante y yo no pude evitar pararme frente a él- Sabes que no haremos nada que no quieras y...-
- Siempre tengo "melón", lo sé. -Finalicé su frase serio.
- Bueno bebé, me iré a cambiar de ropa.
- ¿Te cambiarás de ropa? -Me sorprendí.
- Claro. -respondió tranquilo- Ahora me veo bien, pero quiero verme... -se me acercó lentamente a mi oído y me susurró:- demandante. -Se fue al baño.

Mierda... Ya sentí un tirón en campeón. La puerta del baño de cerró ¡ Y yo no sabía ni que me había dejado Ley! Abrí mi mochila velozmente... Había una bolsa sin abrir, (mi disfraz), unas esposas y unos sobrecitos. Al abrir el empaque... ¡LA ODIO! ¡no hay NADA de lo que había comprado! Saqué unos broches con orejitas ¡broches! ¡cómo los que usan las chicas! Aunque mirándome en el espejo del techo... Son exactamente del color de mi pelo y parecen orejas reales... Bueno, quizás me las ponga. Agarré el siguiente item... Sonó... Un cascabel ¡compró un maldito chocker con un cascabel! Lo otro era como un calzón de adelante, pero en la parte de atrás era abierto: tenía unos elásticos en la cintura, en las piernas... Y otro que quedaba en la mitad del trasero. ¿Qué tipo de cosas se cree que hago con Tin? ¿Cómo se le pudo pasar por la cabeza que un cascabel es sexy? ¡Me quiero ver sexy no indefenso! Había un plug con una larga cola de gatito ¡Estaba loca! Definitivamente era un juego completo de gatito ¡pero no era el que yo había comprado! También había unos sobres que decían que eran geles de no sé qué y unas esposas peluditas como las orejas. La voy a matar... En cuanto la vea, la mato.

Recién ahí me di cuenta que Tin debería de estar por salir.

Tin POV

Entré a cambiarme. Cómo a Can le había gustado tanto mi camisa negra y había sido muy obediente, decidí usarla nuevamente. También me combaría el cabello. Espero que mínimo me espere desnudo en la cama.

- Tin... -Sonaba ¿Asustado?

Abrí la puerta de inmediato, estaba en ropa interior.

- ¿Qué ocurre bebé?

Él miraba al suelo y estaba sonrojado, movía sus manos y no se animaba a decirme algo ¿será que está arrepentido?

- Yo... -me miró, pero volvió su vista al suelo- No salgas hasta que te diga ¿de acuerdo? -Era un pedido. Sonreí y asentí.

¿Qué se traería entre manos mi chiquillo estúpido? Me vestí por completo y dejé doblada toda la ropa que me saqué. No quería que estorbara en el baño.

Había tardado unos minutos, ya que combarme el cabello no era algo tan a la ligera, pero aún así... Can no me llamó ni me avisó. Por el contrario, escuchaba sonidos extraños que provenían del otro lado la puerta ¿Qué estará haciendo? ¿Estará bien? Esperé unos minutos más y cuando iba a salir a ver cómo estaba...

- ¡Puedes salir!

Jamás imaginé que lo haría: Abrí la puerta y me encontré a mi gatito. Can tenía unas orejas de gato que parecían reales, un sexy cascabel... Y una larga cola. Estaba gateando en la cama y me miraba necesitado, mientras yo me consumía en llamas. Pero luego se sentó de lado, movió su mano sobre su cara como si fuese un gato.

- ¿Purr? ¿Purr?

Can POV

Fui a avisarle a Tin que no podía salir y me morí de la vergüenza... No puedo creer que realmente lo vaya a hacer...

Luego, me desvestí y comencé a colocarme las cosas: primero las orejas que era lo más sencillo, luego el chocker. Ahí recordé que era un regadero de ropa y esta habitación no es de su casa, así que ordené todo. Me puse el calzón y después... Ahí venía lo difícil. Era un plug pequeño, más que el que había usado con Tin. Tomé los sobrecitos con geles y eran lubricantes. Me los vertí en la mano, en el plug y comencé a masajearme, hasta poder poner un dedo y moverlo libremente. Probé y el plug entraba, aunque me molestaba un poco, pero era solo para que me viera usándolo; obviamente me lo quitaría enseguida.

- ¡Puedes salir!

Tin abrió la puerta y me puse a gatear en la cama, como la vez pasada cuando me pedía para ser su gatito... Él estaba estático, en su lugar, con sus ojos completamente negros llenos de lujuria. Le gustaba... así que probé seguir más allá con mi actuación de gatito. Luego me senté de costado, obviamente, y me comporté como cuando los gatos se lamen y se limpian.

- ¿Purr? ¿Purr?

Y ahí me di cuenta que lo perdí... Tin se abalanzaba sobre mi, con su mirada llena de deseo, no de compasión.