Adorablemente Estúpido [ Terminado]

Músculos agarrotados [M]

Can POV

Tin me tenía contra la pared y atacó mi boca sin piedad. Luego usó sus dientes para delinear mi cuello y mi clavícula. Ya me tenía recuperando aire. Se separó y giró en sí, estaba buscando algo.

- Ya vengo, bebé.

Salió y regresó con una silla y una bolsita. Dejó la silla un poco lejos de nosotros y tomó la bolsita. Sacó la botellita con lubricante y la dejó en el aparador, cerca.

- ¿En qué estábamos...?

Lo tomé del cuello y comencé a besarlo. Tin rió en el beso. Sus manos estaban a cada lado de mi cuerpo y fueron bajando: su izquierda acarició mi trasero y levantó mi pierna para ponerla por encima de su cintura, con su otra mano, me afirmó en la pared. Él se me acercó aún más y no dejaba de besarme. Yo afirmé mi pierna a su cuerpo.

Tin se separó un segundo para tomar el lubricante y verterlo sobre su mano. Luego comenzó a juguetear con campeón mientras que su mano izquierda hacia círculos en mi aro. Yo sujetaba sus hombros con fuerza. Comenzó a introducir un dedo.
Por un lado quería, porque nosotros entramos en calor con facilidad, pero mi parte inconsciente no quería morir a manos de P'No ni terminar en silla de rueda.

- Tranquilo, bebé. Solo te voy a dilatar. -Luego me miró serio- Tu serás Hipo y montarás a Chimuelo.

Eso me tranquilizó un poco y todo se fue dando con mayor facilidad. Pero igual, dado mi estado, los tres dedos me molestaban mucho. Me mordí el labio y me sujetaba con fuerza de sus hombros y espalda; le quedarían marcas.

- ¿Te sientes listo?

La verdad que no del todo, pero confío en él, sé que me dejará tomar el control.

Tin se separó, tomó la silla y la colocó en donde había más espacio; se sentó.

- Ven a montar a Chimuelo. -movió su cabeza y señaló su entrepierna.

Lo miré y la verdad que se me hacía agua la boca. Pero igual necesité mi segundito de respirar hondo.

- Mira bebé. -levantó sus manos y las entrelazó detrás del respaldo de la silla.

Ahí fue cuando me acerqué y me senté en sus piernas, no en junior.

Tin POV

Lo besé con desesperación contra la pared. Podía devorarlo. Recorrí con mis dientes su delicada piel de bebé: pasé por su cuello y luego bajé a su clavícula. Ya era hora. Me separé y miré a ver dónde estaba el lubricante, pero no lo encontraba.

Salí a buscarlo, encontré la bolsa con el lubricante y los preservativos. También pensé que sería buena idea llevar una silla. La cama se veía muy linda con los pétalos y no quería arruinar eso y en la ducha sería complicado, así que llevé una silla para que Can pudiera sentarse encima mío.

- ¿En qué estábamos...?

Can me tomó del cuello y me besó con hambre. Yo aproveché para posar mis manos sobre su cuerpo y controlarlo. Subí una de sus piernas a mi cadera y él la dejó ahí. Me giré y vertí el lubricante en mi mano. No dejaba de besarlo, ni de jugar con su miembro. Hice lo mismo de siempre pero cuando fui a introducir mi primer dedo, costaba. Él estaba tenso. ¿Por qué estaría así? ¿A qué le tiene miedo? Está bien que me descontrole un poco, pero sé que el sábado me extralimité, no quiero dañarlo.

- Tranquilo, bebé. Solo te voy a dilatar.

Lo miré serio. Iba a decirle "puedes montarme" pero quizás lo malinterprete, así que cambié mis palabras.