Seventeen

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Personaje: Harley Kenner
Advertencia: basado en la canción Seventeen de Heathers: The musical (Riverdale)
Dedicado a: Pushing20_SC

***

Bien, estamos dañados.
Bastante dañados
Pero eso no nos hace más sabios.
No somos especiales, no somos diferentes
No escojemos quien vive o muere

Morgan entró por la puerta de la escuela y como siempre las burlas y las humillaciones no tardaron en llegar. Tanto chicos que se creían superiores a ella por tener dinero, como chicas que se creían más hermosas la trataban mal, la trataban como un cero a la izquierda, como un bicho raro, como alguien a quien debían humillar por ser inteligente y vestirse diferentes a ellos.

Del mismo modo, Harley llegó a la escuela y las bolas de papel mojafas lo golpearon en cuanto iba caminando por el pasillo de la escuela. Harley era guapo, su familia era monetariamente estable o ligeramente superior a estable, su hermano mayor servía en el ejército, pero a pesar de todo eso era humillado. Haber rechazado la popularidad había sido lo mejor que pudo haber hecho. Hacerlo por una chica. Pero tenia que pagar los platos rotos con la humillación.

Ambos fueron a la primera clase, la cual era historia. Morgan se sentó al final de la fila del extremo derecho y Harley se sentó al final de la fila en el extremo izquierdo.
Vecimos de lugares y vecinos de casa. Amigos desde niños y ñoños. Uno pudo ser popular pero le dio la espalda por la chica que le gusta, mientras que la otra quería ser popular para que él se fijara en ella.

En el receso solían mensajearse porque aunque Harley quisiera sentarse con Morgan ella siempre huía a su escondite. Disfrutaba de la soledad en la escuela, pero la odiaba cuando volvía a casa.

Seamos normales, veamos películas malas
Robemos una cerveza y veamos televisión
Hornearemos brownies o jugaremos bolos
¿No quieres una vida junto a mi?

Al salir de la escuela se iban juntos en bibicleta, cada uno en la suya, pero se seguían el uno al otro. Pero al llegar a casa, Morgan nunca quería entrar, su padre era un borracho empedernido, se la pasaba jodiendo su vida desde el sillón en el que estaba o insultaba a la mamá de Morgan; a diferencia de él, su joven madre se la pasaba trabajando como esclava en un restaurant y al volver a casa era lo mismo pues su maldito esposo no hacia nada más que fumar, beber, exigir, tragar como un puerco y rascarse el trasero.

Era un inútil.

Casi siempre Morgan iba a casa de su amigo para pasar la tarde haciendo tarea o escuchamdo música, a veces veían películas para mayores de 18 con alto contenido de bromas en doble sentido, Morgan robaba cigarros o botellas de cerveza de su padre y las compartía con Harley, aunque nunca bebían ni fumaban, más bien las coleccionaban y disfrutaban de la adrenalina de robar al padre de ella.

¿Se habían besado?
Nunca, pero los dos querían hacerlo.

¿Podemos ser de diecisiete?
Eso es todo lo que quiero hacer
Si tan sólo me dejaras
Podría ser buena contigo

Pero cuando el final del día llegaba, todo era calamidad para la chica del cabello oscuro como la noche. Al entrar por la puerta escuchaba las mismas palabras de su padre:

-De seguro andabas de zorra, así como lo es tu madre. Si vas a la escuela es para que estudies no para que folles o le abras las piernas a cualquier idiota que se te atraviese en el camino. Ojala y llegue el día en que no te embaraces o en ese instante te me vas de la casa.

MARVEL ONE SHOTS 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora