Gime: -Lali abre la puerta silenciosamente- ¿Mariana?
Lali: -cierra la puerta y prende la luz- Hola mamá.
Gime: -la mira de pies a cabeza- ¿Qué te hiciste?
Lali: -sonriendo- ¿Te gusta?
Gime: -la mira, seriamente- ¿Qué haces llegando a esta hora? ¿Dónde estuviste? ¿Con quienes estuviste? ¿Quién te hizo ese cambio?
Lali: -deja su mochila en la mesa- ¿No te gusta como se me ve? –La mira volviendo a sonreír-
Gime: -con una mano en la cintura- Contéstame lo que te pregunte, Mariana.
Lali: -se sienta en la silla- Pasa que nos dieron una charla acerca de una entrevista de trabajo, me intereso mucho, vos viste que siempre quiero trabajo, y también fueron a ver nuestra imagen personal, dijeron que era importante, así que a varios nos arreglaron, fue solo por eso. Y bueno... -abre su mochila- Estaban regalando ropas así.
Gime: -sorprendida- ¿Regalando? Pero esto cuesta mucho, mi hija.
Lali: -le muestra su zapato con taco roto- Intente usarlo. Creo que es por esto que lo regalaron, no deben ser muy bien hechos.
Gime: -respira hondo, calmándose- Bueno, hija, estaba preocupada por vos, más aún que no hay forma de comunicarnos. –Muestra su teléfono- ¿Podrías llamar de un teléfono público, no? ¿O no te alcanza? –Un poco triste-
Lali: Fue mi error, mamá. –Se levanta y para frente a ella- Te llamaré si otra vez llego tarde, es que con el cambio que necesitaba se demoraron mucho.
Gime: -Sonríe tocando el cabello de Lali- Estás más linda, mi Lalita.
Lali: -Sonríe- Sí, ¿no?
Gime: -la mira- Cuídate ahora más que nunca, no todos los hombres son buenos y vos...
Lali: -mirándola- Se cuidarme, mamá, créeme. Nadie me hará algo que no quiera. –Sonríe tranquilizando a su madre-A la mañana siguiente, Nico recibió más encargo de Pablo que el día anterior, lo que lo tuvo fuera de la empresa más tiempo. Lali siguió haciendo sus trabajos con normalidad, tratando de no mirar a nadie para no encontrarse con Peter; y de igual forma, Pablo estaba viendo cosas administrativas de la empresa, tratando de no pensar en Lali.
Lali: -esperando que el ascensor se abriera, vio un celular frente a sus ojos, se quedo viendo lo moderno que era y luego giro a ver la persona que lo estaba sosteniendo- ¿Un celular?
Peter: -agarra una mano de Lali y se lo entrega- Más exactamente es un BlackBerry. –Lali seguía con la mano abierta sin agarrarlo- Tendrás que tener un cargador a la mano, porque la batería se gasta rápido. –Lali volvió su mirada a Peter- Y no te preocupes por nada, porque siempre vas a poder llamar o mandar...
Lali: -le pone el bb en el pecho- No quiero nada tuyo. –Y vuelve su mirada al ascensor-
Peter: -Agarra el bb antes que se cayera al piso- No lo veas como algo mío, sino como que la empresa te lo está dando, porque de seguro Pablo alguna vez va a necesitar llamarte. –El ascensor se abrió y Lali entro sin escucharlo; Peter entro con ella y lo cerró antes de que otra persona entrara-
Lali: -Lo mira, parándose en la esquina, lejos de él- Ni se te ocurra volver a detener el ascensor, porque te golpeo la cabeza con ese celular.
Peter: -rio un poco mientras la mira- No lo harás, porque si lo vas a usar para eso no te lo voy a dar.
Lali: Entonces no me lo des y punto.
Peter: -cruzo sus brazos, observándola, pegado a la pared- ¿Por qué no aceptas que soy lindo y...?
Lali: -cansada de su presencia, mirando al techo- Sos lindo... -Lo mira y Peter sonríe bajando los brazos- Ya lo dije, ¿ahora m vas a dejar en paz?
Peter: -Apoyando su mano en la puerta del ascensor- Naa, ahora que aceptaste que soy lindo, puedo pensar que queres verme más seguido.
Lali: -se toca la frente, mordiéndose el labio y, respirando hondo, o vuelve a mirar- Sos HO-RRIBLE. ¿Ahora si me dejas tranquila?
Peter: -Se abre la puerta del ascensor y Lali sale seguida por Peter- Tampoco, porque tengo que hablarte, hablarte y hablarte, hasta que abras los ojos y te des cuenta que la verdad es que... -Lali seguía caminado sin mirarlo, hartándose- Es que estoy más bueno que comer pollo con las manos.
Lali: -se detiene frente a la puerta de la oficina de Pablo y lo mira extrañamente- ¿Qué? –Peter iba a hablar- ¿Qué tengo que hacer para que me dejes en paz de una buena vez? –Peter, consiguiendo que Lali por fin le hiciera ese tipo de pregunta, sonrió-