CAPÍTULO 31

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Peter: -Con la mirada totalmente molesta- ¿Donde estas?
Euge: -Giro la silla donde se sentaba Peter todos los días y se miraron- Hola, Pedro. Cuanto tiempo sin verte, amado mío. -Sonrió burlonamente mientras Peter la miraba con todo el odio del mundo-

Gas estaba pensando en la amenaza que había recibido, mientras abrazaba a Cande, tenía un poco de miedo que por su deseo de verla seguido llegaran a hacerle algún daño, pero no podía estar mucho tiempo alejado de ella.

Cande: -Acariciando sus pies con los suyos, levanto la mirada mientras tocaba su pecho desnudo- ¿En qué pensas tanto?
Gas: -Suspiro con su mirada en el techo y su mano acariciando a Cande- En la apuesta...
Cande: ¿Queres cambiar algo, a alguien o vos mismo?
Gas: -Pensativo- Muchas cosas, personas; y en especial, a mí.
Cande: -Lo miraba mientras él seguía perdido en sus pensamientos- ¿Me queres contar cosas sobre vos? ¿Has vuelto a hablar con tu hermana? ¿Ya la has visto?
Gas: -Volvió a verse en el cuarto con ella; reacciono, saliendo de sus pensamientos, y la miro- Sí, mi hermana está en mi departamento, pero se va a ir pronto.
Cande: -Sintió su tristeza y lo tomo del rostro chocando su nariz con la de él- Te puedo ayudar a que no la extrañes mucho.
Gas: -Sonrió dejándole un beso en los labios- ¿En serio queres saber cosas de mí? -Cande lo miro y asintió- Son historias muy largas, que si te cuento, tal vez quieras alejarte por completo de mí.
Cande: -lo abrazo por la cintura, recostando su cabeza en el pecho de Gas- No creo, no lo creo.
Gas: ¿Vos también me vas a contar cosas sobre vos? -Cande asintió sin mirarlo- ¿Qué es exactamente lo que queréis saber de mí?
Cande: TODO. -Gas sonrió dándole un beso en la frente-

Peter tenía su mirada sobre los ojos de Euge, sintiendo recorrer por todo su cuerpo un calor que se centraba en su cabeza; la odiaba tanto o mucho más de lo que la había amado. Su odio lo inmovilizo. Se quedo parado frente a la puerta viéndola moverse con la silla de un lado a otro. Callado.

Euge: -se levanto del asiento al verlo inmovilizado- ¿Que pasa mi amor? ¿Te paralizaste dé la impresión? -Peter seguía mirándola, volviendo a tener una respiración normal- ¿Qué pensáis hacer hoy conmigo? -Se paro frente a él, sonriendo- Mira que, tengo muchas ideas. -Lo abrazo por el cuello, mientras él seguía inmovilizado- Ahora que nos volvimos a ver, nuestro rencuentro lo tenemos que recordar toda nuestra vida, ¿entendéis? -Lo abrazo fuertemente- Te extrañe mucho, Pedro.

Peter: ¡Para! ¡Para! -Ambos se rieron y Euge cayó echada encima de Peter en el sillón de su casa-
Euge: -sonriendo, lo miro mientras ella la abrazaba por la cintura- Te dije que no tenías que ganarme, ¿Te lo dije? -Peter asintió riéndose- Bueno, vos ahora... -Haciéndole cosquillas en todas partes- ¡Tenes que pagar haberme ganado!
Peter: -deteniendo las manos de su novia- Basta. Me va a doler la panza de tanto reírme. -Volvió a reírse un momento más-
Euge: -agarro la cara con sus manos y lo beso- Pedro...
Peter: ¿Por qué me decís Pedro? No hay algo más, ¿tierno?
Euge: -apoyo sus brazos en el pecho de Peter mirándolo- Me gusta tu nombre. Pero como no puedo decirte Juan Pedro porque sería muy formal, te digo solo Pedro. -Sonrió mostrando sus dientes y Peter sonrió- ¿Tu hermano está en la casa?
Peter: -Sonriendo negó con la cabeza- Mi hermano está en la empresa... Blablablá... Viste que él está más pegado a eso, yo aun no me acostumbro a estar encerrado ahí.
Euge: -estiro sus labios hasta darle un pico a Peter- Tu oficina es linda. O, ¿queres que te ayude a arreglarlo? -Se levanto del sillón y se paro frente a él, pensativa- Lo adornaría todo re lindo. ¡Pondría mis fotos por toda la oficina! Así te alegraría todos los días, me verías y te daría ánimos, ¿te parece bien?
Peter: -se levanto del asiento y la abrazo por la cintura dándole besos en el cuello- Sos tan linda. -Euge sonrió mirando al piso- ¿Vamos a jugar otra vez?
Euge: -lo miro pícaramente- ¿Que clase de juego queres jugar?
Peter: Y, ¿que juego me propones?
Euge: Mmm... -Lo miro, con puchero- Me siento mal. -Peter se preocupo viéndola triste- Me duele todo mi lindo cuerpecito.
Peter: Ah, ¿sí? -Euge asintió triste- ¿Qué puedo hacer yo?
Euge: Necesito una inyección. -Sonrió poco a poco-
Peter: -entendiendo su juego- Ah, una inyección. -Euge sonrió volviéndolo a besar mientras le levantaba la remera poco a poco hasta quitárselo-

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