CAP 72

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Nicolás: ¿De qué estás hablando? - Miró a Maxi enojado. - ¿De qué está hablando?
Alejo: Vos firmaste un contrato, en el que la deuda se terminaría en un año. – Empezó a explicar, levantándose del asiento. – Y como confías tanto en tu trabajadores, no te pusiste a leerlo detenidamente, ¿cierto? – Nicolás estaba empezando a alterarse. – Pues bien mi querido amigo, ese contrato tenía condiciones que tenías que cumplir.
Nicolás: Se directo. – Dijo, casi escupiendo fuego junto con sus palabras.
Alejo: - El continuó explicando con tranquilidad. – En las condiciones decía tenías que ser cuidadoso en tus acciones, tenías prohibido lastimar a Peter, a Lali, Pablo o Emilia. – Nicolás quería explotar. -–Y ahora, Peter está desaparecido; Emilia está prácticamente amenazada por vos. Y todo es tu culpa. – Volvió a mirarlo, a pasos de distancia de él. – Si vos no cumplías las condiciones, como no lo hiciste; la empresa iba a pasar a nombre de mi hijo.
Nicolás: Deja de decir pelotudeces.
Alejo: Como él no está, mientras vuelva, está empresa va a ser cuidada por Maxi. Y las decisiones que tome se harán. – Le informó.
Nicolás: Explícamelo Máximo. – Dijo enojado.
Maxi: Señor Nicolás, puede retirarse. – Dijo lo más amable posible. – Usted ya no pertenece a este lugar.
Nicolás: Les voy a romper la cara y todo a los dos. – Dijo, queriendo golpearlo.
Maxi: - Levantó el teléfono. – Xime, por favor, trae la seguridad a la oficina del gerente, tienen que llevarse al señor Lanzani.
Nicolás: ¿Vos me vas a sacar a mí de mi propia oficina, pedazo de pelotudo?
Alejo: Opa, se enojó el señor. – Dijo burlón.

La seguridad llegó a tiempo y sacaron a Nicolás. Maxi respiró hondo, después de que Nicolás casi lo tirara por la ventana.

Alejo: Tu padre estaría orgulloso de vos. – Dijo dándole una palmada en el hombro.
Maxi: Espero que diga lo mismo cuando se entere. – Le confesó.
Alejo: - Sonrió. – Si necesitas mi ayuda, podes contar conmigo. Señor gerente. – Ambos sonrieron.

Lali llegó a la oficina, casi al mismo tiempo que Pablo y ambos vieron cómo sacaban a Nicolás de la empresa. El señor Lanzani los miro a ambos, enojado, sin decir nada; y ellos se quedaron totalmente sorprendidos al verlo así. ¿Por qué lo estaban sacando?
Pablo no tenía ganas de hablar con su padre por todo de lo que se había enterado últimamente, pero era su padre y no era nada lindo verlo así. Lali se quedó confundida y lo único que hizo fue seguir su paso hasta la oficina, siendo seguida por su jefe directo.

Maxi: Buen día chicos. – Los saludó con una sonrisa.
Lali: Hola. – Respondió al saludo.
Pablo: Maxi, ¿vos sabes qué paso con mi padre? – Preguntó confundido.
Maxi: - Respiro hondo. – Pablo, Nicolás ya no es el dueño de la empresa. – Ambos se quedaron con los ojos totalmente abiertos, con la boca seca; estupefactos. – Cuando Peter aparezca, que espero sea pronto, él va a tomar el lugar de él.
Lali: ¿Qué?
Pablo: ¿QUÉ? – Preguntó más sorprendido.
Maxi: Y, bueno... - Tosió un poco. – Temporalmente, yo soy su jefe.
Lali: ¿Qué? – Repitió.
Pablo: ¿Eh?
Maxi: Es solo porque yo sé todas las cosas que Nicolás estaba haciendo y tiene pendiente. – Los tranquilizó. – Pero cuando Peter vuelva, le entregaré todo y, bueno, si quiere despedirme... - Dijo pensativo porque obviamente a Pitt no le agradable él.
Pablo: Pero, ¿por qué?
Maxi: Era parte del contrato que firmó y bueno, no lo leyó. – Se encogió de hombros. – Y como ahora yo soy su jefe, quería hablar con ustedes.
Lali: ¿De qué? – Confundida.
Maxi: - Tenía unos papeles en la mano, y los dejó en el escritorio de Pablo. – Estos son sus contratos, el de ustedes, el de Peter... - Miro a Lali. – Y también está el de tu madre.
Pablo: - Miro a Maxi, más tranquilo. - ¿Qué queres hacer con nuestros contratos?
Maxi: De eso vengo a hablarles, ustedes entraron aquí bajo presión. – Miro a Pablo. – Vos estabas bien, tranquilo en tu empresa. – Giro su mirada a Lali. – Vos estabas con Peter en París, haciendo tu carrera; y tu madre estaba en su casa, tranquila. – Lali sonrió al ir entendiendo poco a poco lo que quería decirles. - Puedo cancelar los contratos ahora y juro que no hay nada escondido en todo esto. - Terminó sus palabras.
Lali: O sea que, ¿Nicolás no va a volver? - Preguntó alegre.
Maxi: No. A menos que Peter quiera. - Dijo dudando.
Lali: - Sonrió. - Bueno, yo me quejaba por Nicolás; pero si ya no va a seguir, creo que no estaría tan mal quedarme.
Pablo: - Suspiró, aliviado. - Supongo que recibiré mi pago por el tiempo que estuve trabajando hasta hoy, ¿no?
Maxi: Todo con normalidad. - Le aseguró.
Pablo: ¿Segura que te queres quedar aquí Lali? - Preguntó. - Vos siempre fuiste mi ayudante y te lo agradezco mucho.
Lali: Ahora tenes a Gas. - Le sonrió.
Pablo: ¿Dónde tengo que firmar? - Preguntó, dando por hecho que sería su último día ahí.
Lali: ¡Ay, y yo por mi madre! - Dijo antes que se fueran.
Maxi: Pensé que querrías eso. - Le dijo, mostrándole el contrato de su madre. - Lo puedo solucionar todo si Gimena quiere.
Lali: Va a querer.

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