CAP 57

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CAPITULO 57

Pablo llegó con Emilia a la oficina, sorprendiendo a Lali ya que, como Pitt le había dicho, ella estaba distinta y la saludo lo más amable posible. Pablo hizo unas cuantas indicaciones y las dejo a solas.

Emi: - Sentada en el asiento de Pablo. – Muy lindo vestido, Mariana. Seguro a mi hijo le gusta.
Lali: Sí, bueno, algo. – Dijo incómoda. - ¿Necesita hablar conmigo de algo en especial?
Emi: Sí, Lali. – Suspiró, acomodándose en el asiento. – Es algo del pasado; que quiero que vos sepas. – Lali lo miro confundida. – Es algo que no sabes, que Peter sabrá.
Lali: ¿Por qué no lo sabe? ¿Es algo grave? – Preguntó asustada.
Emi: No grave, grave; es algo complicado de explicar... - La puerta se abrió y Gime entró. - ¿Qué haces aquí? – Preguntó sorprendida.
Lali: - Giro la cabeza. - ¿Mamá?
Gime: Maxi me aviso que estabas aquí, ¿en qué quedamos Emilia? ¿Qué haces vos aquí? – Preguntó enojada.
Lali: ¿Qué tiene que ver Maxi? – Preguntó, más confundida.
Emi: No puedo esperar a que Alejo se atreva. – Dijo un poco alterada.
Lali: ¿Quién es Alejo? – Seguía con las preguntas. Gime sacó su celular.
Emi: Ni se te ocurra llamarlo.
Gime: - Miro a Emilia, mientras tenía el celular en el oído. – Alejo, habla con Emilia y decile que se vaya, está con Lali.
Lali: ¡No! ¡Ella no se va a ir! – Gime se quedó callada. Lali le quito el celular a su mamá. – Mire, señor Alejo, sea quien sea, usted no va a sacar a Emi porque... - Se calló mientras lo escuchaba. – Ok, ok, yo le digo. – Colgó y le entregó el celular a su madre. – Dice que va a venir.
Gime: ¿Viste lo que haces? – Le preguntó enojada a Emilia.
Lali: Me pueden decir algo...
Gime: No. No es el momento, ni siquiera están bien como para...
Emi: Dijimos que hablaríamos con ellos cuando volvieran y ellos volvieron. – Aclaró.
Gime: ¿Qué? – Lali se quedó más confundida. - ¿Volviste con Peter?
Lali: - Miro a Emi y ella asintió. – Sí, pero es un secreto.
Gime: Aun así, no podías decidir vos sola. – Seguía gritándole a Emi.
Emi: Ay bueno, ahora que Alejo lo sabe, esperemos a ver qué dice. – Se encogió de hombros, tranquila. - Es más, creo que este no es un buen para hablar.
Gime: ¿Recién te das cuenta? – Preguntó levantando una ceja.
Emi: Ay, perdón. Ya deja de odiarme, ¿queres? – Dijo incomoda.
Lali: ¿Vos la odias? – Preguntó a su madre, Gime rodo los ojos sin decir nada.

La puerta se abrió y Maxi entró.

Maxi: ¿Quieren acompañarme, en silencio, por favor? – Preguntó, tratando de calmar a Emilia y Gime. – Las tres. – Agregó sin mirar a Lali.
Lali: ¿A dónde? – Preguntó confundida.
Gime: Vos vení, hija. – Asintió.

Maxi salió primero, seguido por Emilia, luego Gime y para terminar Lali. Él se había encargado de que Nicolás este entretenido con un papeleo en su oficina y de que Belu este con Peter en la oficina de él. Los cuatro entraron al ascensor hasta bajar al estacionamiento.

Lali: ¿Vos que sabes de esto? – Le preguntó a Maxi.
Maxi: - La miro, después de varios segundos en silencio. – Vos confía en tu mamá.

Lali entró junto con las dos señoras a una limosina, y comprendió a que Alejo se refería todo el tiempo. El mismo que hizo un contrato trucho con la empresa, el que por error la accidento. Estaba muy presente el últimamente y, qué tenía que ver con su mamá. Podría entender que tenía que ver con Emilia, pero aun así, ¿qué tenía que ver con Peter?

Peter: ¿De qué me queres hablar, linda, dulce y tierna novia? – Preguntó con tanta ironía.
Belu: Tu linda, dulce y tierna novia puede darte en nueve meses una tierna criatura. – Peter se quedó congelado en su asiento, mientras ella estaba sentada en su escritorio. - ¿No te gusta la noticia mi amor?
Peter: ¿De qué hablas? – Preguntó horrorizado.
Belu: Bueno, ¿viste Shreck? Como diría el gato con botas, cuando un viejito le deja a una viejita su semillita... - Dejo la idea al aire.
Peter: Yo me cuidé. – Seguía negando la idea.
Belu: Bueno, tampoco te pongas así, es una posibilidad, tengo antojos y tengo un atraso. – Se encogió de hombros. - ¿Me acompañas al hospital?
Peter: - Se levantó de su asiento, espantado. - ¡No podes decirme eso si no estás segura! Y, no puede ser, eso, no, no puede ser, no.
Belu: - Bajo suavemente del escritorio. – Voy a esperar unos días, si sigue sin bajarme, voy a comprarme un test. Así que bueno, por lo pronto, vos preocúpate. – Le dijo sonriente, antes de salir de la oficina.

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