CAPÍTULO 23

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Peter regreso, con la carpeta firmada, al mismo lugar que había dejado a Lali. Ella mientras lo estaba esperando, empezó a ver las cosas que podía hacer con el bb, algunas aplicaciones, empezó a presionar botones para no aburrirse. Se había sentado en el piso de tanto esperar, con las piernas estirada y cruzadas.
Él, a lo lejos, desde que empezó a dar sus primeros pasos en el pasillo, con una mano en el bolsillo y con la otra agarrando la carpeta, lo primero que vio fueron esas piernas, se quedo viéndolos un largo rato hasta que ya solo estaba a unos pasos de la secretaria de su hermano.

Peter: -Se paro al borde de la esquina, al lado de Lali, viendo lo que intentaba hacer- Acá tenes la carpeta, está todo bien, ya lo firmaron.
Lali: -sin apartar su mirada del bb, jugando- Ok...
Peter: -se sentó de cuclillas, viendo el bb- ¿Que haces?
Lali: Juego... -Presionando varios botones-
Peter: -saco su iPhone del saco- Yo tengo mejores juegos que esa cosa...
Lali: -apartando su mirada del bb, detuvo sus manos- ¿En serio?
Peter: -se sentó al lado de ella, chocando sus brazos- Sí, lo bueno de esto es que, como no hago cosas importantes, como decís, me entretiene mucho.
Lali: -sonriendo, miro el iPhone- ¿Te gusta jugar mucho?
Peter: -riéndose, al encontrar su juego favorito no dejo su iPhone por nada- Soy muy juguetón... En diferentes aspectos.
Lali: -levanto su mirada hacía él, por el comentario quiso enojarse, pero solo sonrió; lo vio como un niño jugando, raro para ella, ya que no pensaba verlo como alguien inocente- Gracias, por ayudarme con mi trabajo.
Peter: -sin dejar de jugar- De nada...

Lali se levanto del piso, recogió la carpeta que estaba al lado de Peter y estaba por irse, dejando a Peter jugando. Pero se detuvo y le dio un beso en la mejilla como agradecimiento. Peter detuvo sus dedos al sentir su cálido beso, Lali se levanto nuevamente y se fue sin decir nada. Peter volvió a ver su iPhone y vio que perdió, cosa que ya no le importo mucho.

Una semana pasó...

Lali visitaba a su mejor amigo, todas las mañanas antes de ir al trabajo y en las noches, algo cansada de tanto trabajo. Le contaba las cosas que pasaba en la oficina, externa e internamente en ella. Él la escuchaba, ya que no podía moverse por su brazo, aunque ya se sentía mucho mejor.
Nico ya estaba harto de escuchar lo mismo casi todos los días, lo que más le molestaba era ver cómo Lali sonreía cada vez que hablaba de la misma persona. Estaba celoso. Celoso porque ya no tendría a su amiga todo el tiempo, lo sabía, además tenía miedo, miedo de que le pase lo mismo que le paso con su último novio. No quería volver a verla llorar; desde que termino con su ex novio, después de los casi dos meses que paso llorando, no volvió a ver lágrimas caer de sus ojos. Solo cuando él tuvo el accidente con la moto, pero aun así, nada había superado lo que paso aquella vez. Aunque por otro lado, la volvió a ver feliz, ilusionada con alguien.
Ella ni se daba cuenta de lo que le estaba pasando y Nico no quería decírselo.

Pablo y Lali cada vez se entendían más en el trabajo. Ella hacía todo lo que le pedía, nunca más le dijo que no a algo y cada vez Pablo la veía más feliz con su trabajo. Lali empezó a escribir documentos en la laptop más seguido y cada vez terminaba más rápido que la anterior. Incluso  empezó a ver asuntos más importantes de la empresa, cosas que solo Pablo hacía sin pedirle ayuda, pero le intereso saber sobre eso y ayudarlo. Empezó a buscar soluciones a los problemas de la empresa. Ya que Pablo se encargaba de la competencia, Lali lo ayudaba con cosas creativas, anuncios que llamen la atención del público, temas nuevos, innovadores. Él se sorprendía con las ideas que tenía su secretaria, cosas que ni se le pasaban a él por la cabeza, pero cosas que su padre no aceptaba porque ante su mente cerrada eran malas ideas.

Peter había decido hacerle caso a Gastón en un cincuenta por ciento. Él se sentía lo suficientemente capaz de enamorar a Lali, solo que su método no era el indicado para usarlo en ella. Se dio cuenta que necesitaba cosas más tiernas, detalles, cosas románticas... Cosas que él no tenía. Así que le pediría ayuda a Gas en eso. Lastima que Gas no volvió esa semana, aunque le dijo que fuera a buscarlo, Peter no quería volver a aquel lugar que iba años atrás en busca de la primera mujer que había logrado enamorarlo, de una forma muy diferente. No quería recordar aquellos días, no quería recordar cómo se burlo de él al hacerle creer que estaba enamorada, no quería recordar a la mujer que le hizo pensar que nunca más se enamoraría, que las mujeres no se enamorarían de él más que el interés que tendrían por su dinero.

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