Nicolás: ¿Necesita algo, señorita Espósito? – Preguntó, susurrando al oído a Lali; parado muy cerca de ella por atrás.
Lali: - Cerró sus ojos, tratando de hablar con tranquilidad. – No, señor. – Dio un paso al lado, saliendo de entre la fotocopiadora y el padre de su jefe, y su ex. – Está todo bien, gracias. – Dijo, pudiendo mirarle a la cara, luego del momento incómodo. Miro un momento hacia una silueta pasos atrás de su padre y pudo notar que era Peter, que se detuvo al verla lejos de su padre.
Nicolás: Ese aparato no va a estar mucho tiempo más, ya es obsoleto, Lalita. – Peter se quedó apoyado en la pared, con las manos en los bolsillos; con una sonrisa burlona en su rostro.
Lali: Pasa que, la impresora ya no tenía tinta... - Le informó.
Nicolás: Cualquier cosa que haga falta y no sepes a donde pedir, habla con mi secretaria; ella sabe. Y te tiene que decir todo lo que necesites. – Dijo, dando un paso adelante hacia ella.
Lali: Está bien, está bien. – Dijo, retrocediendo ese pasó que Lanzani dio.
Nicolás: Bueno... - Retirándose. – Lindo vestido, Mariana. – Giro para irse, y Peter lo estaba mirando con una sonrisa totalmente falsa. – Juan Pedro. – Como un saludo, y sorprendido porque realmente no esperaba ver a su hijo ahí.
Peter: Nicolás. – Respondió al saludo de mismo modo.Nicolás se fue y Lali volvió a respirar con tranquilidad, podía sentir que sus manos habían sudado un poco. Daky no la había preparado para un viejo, padre de su jefe quién fue su ex, padre de quién iba a ser su esposo ahora su ex, también. El jefe de jefes, el dueño de todo, a quién le tenía cólera porque la tenía atrapada con un contrato tramposo, quién ordenaba a "su novio" a hacer de los días de su madre desastroso. Era a la persona que menos quería ver y, además, tenía reputación de ser el esposo menos fiel de la empresa; y que las jóvenes, incluso menores que ella, eran sus favoritas.
Peter: ¿Estás bien? – Preguntó desde el lugar donde se había quedado.
Lali: - Reaccionó, girando su mirada a él. – Bien, no pensé que te ibas a quedar... - Dijo sinceramente.
Peter: Si queres me voy... - Respondió, separándose de la pared.
Lali: Si queres dejarme sola e indefensa... - Se encogió de hombros, volviendo a la fotocopiadora para recoger las copias. Peter giro su cuerpo totalmente a ella para mirarla, sonriendo de una forma sincera, queriendo reírse de su actitud, pero que había sido de una forma tierna y encantadora; no como se quería reír en modo de burla de su padre por su coqueteo tan obvio hacia Lali.
Peter: - Se paró atrás de ella, cómo lo había hecho su padre antes. - ¿Tu noviecito no se enojaría? – Le hablo, susurrándole al oído.
Lali: Yo creo que a tu novia no le gustaría verte aquí conmigo. – Respondió, sin apartarse de él; sonriendo mientras contaba lentamente las hojas que tenía.
Peter: - Apoyo su cara en el hombro de Lali, causándole una corriente eléctrica en todo el cuerpo; apoyando ambas manos en la máquina, con sus brazos entre los de Lali. - ¿Qué crees que te hubiera hecho mi padre si no venía?
Lali: - Respiro silenciosamente, para contestar firmemente. – Sin que te viera, se alejó de mí. – Ordenó las hojas, golpeándolas suavemente contra la máquina; aprovechando el ruido para arreglarse la voz. – Y vos sabes lo bien que golpeo.
Peter: - Sonrió en el oído de Lali, pensativo. – Y si hubiera querido hacerte algo, no lo hubiera dejado...
Lali: - Giro su cuerpo, sin apartarlo, para mirarlo fijamente. Peter, no se apartó de ella, teniéndola pegada a su cuerpo. - ¿Te importa que me hagan daño? – Preguntó sinceramente, mirándolo a los ojos. Él solo asintió. - ¿Te importo yo?
Peter: Sí, Lali... - Le respondió.
Lali: ¿Te importa cómo me siento o como me he estado sintiendo estos días? – Peter e quedó callado mirándola. – Si me dijeras que sí, no sabría si creerte...Peter se quedó mirando a Lali, mientras ella le hablaba. ¿Cuántas veces le había pedido a Lali que repitiera lo que decía porque se perdía en su mirada cuando se quedaba mirándola? Fueron infinitas veces. Pero esta vez no quería escuchar el mismo discurso que Lali le daba; solo tuvo tiempo para mirar dos partes de su rostro, para recordar dónde estaban y accionar.
Lali dejó de hablar cuando se dio cuenta que no la estaba escuchando, Peter sonrió de lado, de esa forma que siempre la derretía y ella, en respuesta sonrió mordiéndose el labio.