Lali: ¿Aun estás despierta, ma? – Preguntó en medio de la oscuridad de la habitación del hospital.
Gime: ¿Qué pasa chiquita? – Preguntó, medio dormida, al lado de su hija.
Lali: Quiero hablar de mi padre... - Respondió dudando.
Gime: ¿Espósito? – Intervino.
Lali: ¿Y de quién más? – Preguntó Lali confundida, tan solo escucho la pequeña risa de su madre. - No hablamos mucho de él, cuando lo hacías era porque estabas molesta...
Gime: - Suspiró. – Él fue un gran amigo...
Lali: ¿En serio? – Preguntó asombrada. – Eso nunca lo dijiste... - Gime simplemente bostezó, escuchando a su hija con los ojos cerrados. – Vos dijiste que era como Peter...
Gime: También... - Alcanzó a decir.
Lali: ¿Y tuvieron muchos problemas, no? – Gime asintió, chocando la cabeza con el hombro de su hija. - ¿Cómo Peter y yo? ¿Cuántas?
Gime: Infinitas... - Respondió.
Lali: ¿Y fueron amigos, en serio? – Seguía sorprendida.
Gime: Dormí, ya. – Respondió, acurrucándose al lado de su hija. – Mañana tenemos trabajo, las dos.
Lali: ¿Y si volves a ver a mi padre dejarías a Mariano? – Preguntó por curiosidad.
Gime: Espósito no va a volver. – Respondió firme, quitándole la esperanza a Lali de ver algún día a su padre. – Y no dejaría a Mariano...Lali se quedó despierta y pensativa un largo tiempo, después de que la conversación terminó; mientras su madre dormía plácidamente. Gime nunca le había dicho que su padre fue en algún momento su amigo, le dijo que era como Peter, que le recordaba a él. ¿En qué momento pudieron haber sido amigos? En medio de todos esos pensamientos, se quedó dormida.
Madre e hija fueron despertadas a primera hora de la mañana, en horario de doctor, era cuando ellas aun dormían. Aunque Lali no estaba acostumbrada a dormir mucho, había dormido tarde, no sabía con exactitud si había dormido más de cinco horas; pero tenía que hacerse un chequeo de rutina, así que simplemente despertó.Gime: ¿Cómo está mi hija, doctor? – Preguntó, luego de esa breve y rápida revisión.
Doctor: Está bien, mejor que ayer. – Dijo, simplemente.
Lali: ¿Entonces, ya puedo salir? – Interrogó alegre al doctor.
Doctor: - Sonrió levemente, asintiendo. – Claro que sí, Mariana. – Se sentó al borde de la camilla, sin llegar a chocar con el cuerpo de la paciente. – Tengo órdenes estrictas de asustarte para que no vuelvas a ser tan descuidada.
Gime: ¿Qué? – Preguntó confundida.
Lali: ¿Quién? – Sorprendida.
Doctor: Alguien que me dijo que no dijera su nombre. – Lali boto el aire, rendida. – Pero, en serio, tenes que ser más cuidadosa; felizmente fue un golpe suave. – El doctor, que ya era alguien mayor, incluso unos años más que su madre; la miro con ternura. – Quiero verte en el hospital por otras razones más alegres, qué digo, alegre no como está vez.
Lali: - Lo miro confundida. – Perdón señor doctor... - El doctor quiso reírse. – pero, aunque usted ame su trabajo, no creo que sea nada alegre venir a un hospital.
Doctor: - Se levantó de la camilla. – Cuídate, Mariana. – Se despidió con la mano, saliendo de la habitación.Madre e hija se miraron confundidas, después de la salida del doctor.
Lali: Si me hubieras dado un hermanito, me hubiera gustado que sea así como el doctor. – Sonrió.
Gime: Pedile a Nico que sea así. – Respondió. – Bueno, ya que podemos salir; tenes que vestirte mi hija.
Lali: - Sonrió nerviosa. – Hablando de ropa... - Se levantó de la camilla lentamente, recogiendo su ropa, que la habían dejado a un lado. – Digamos que tengo un look diferente. – Le mostró sus puntas pintadas. - ¿Te gustan? No me dijiste nada.
Gime: ¿Qué pasa con tu ropa, Lali? – Preguntó directamente.Lali se vistió, dejando a su madre boquiabierta. Su madre se negó miles de veces antes de dejarla salir de la habitación con su hija así vestida; llevaba la misma ropa que el día anterior. Lali se sentó a explicarle lo que estaba haciendo, un plan ingeniado por Daky, a quién su madre conoció en Italia, y por ella misma.
Gime se lamentó varias veces, mientras caminaba al lado de su hija, saliendo del hospital; cuando entraron a un pequeño restaurante a tomar desayuno, mientras estaban sentadas. Su hija nunca se había vestido así, tal vez exageraba, pero siempre había sido recatada y reservada.
Ambas se separaron al terminar el desayuno, aunque a Lali le enojaba su madre tenía un horario de trabajo que cumplir. Así que Gime se dirigió a la fábrica de la empresa a empezar un día de trabajo.
Lali llegó a su departamento y encontró a su amiga durmiendo en el sillón, dejó el desayuno que había traído para ella en la cocina y se acercó a ella para molestarla hasta que despertará. Sonrió viéndola dormir, con un saco que la cubría que no era de ella, pero que lo había visto en otra persona antes.Lali: ¡Despertate! – Le repitió mil veces, moviéndola. – Se me va a hacer tarde.
Daky: Tengo sueño... - Respondió, cubriéndose más con el saco que tenía encima.
Lali: - Se lo quitó, a fuerza, luchando con su amiga ya que ella no lo dejó fácilmente. – Me parece que esto lo vi antes... - Dijo sonriendo.
Daky: - Abrio sus ojos, estirando sus manos para quitárselo, pero Lali lo apartó más. – Dámelo.
Lali: Levantate. – Daky, renegando un poco pero sonriendo a la vez, se sentó casi zombi. - ¿Me queres contar?
Daky: - Le quitó el saco a su amiga. – A vos se te va a ser tarde ir al trabajo, ¡y ya tengo todo listo para vos! – Lali quiso aplastarla por dejarla con la intriga, pero simplemente la siguió siendo jalada por su amiga.De una manera ingeniosa, más bien como espía, Belu llegó al departamento donde vivía Euge y Nico, juntos, otra vez. Estaba enojada porque el mensaje que había enviado a la madre de Juan, al parecer, no la había fastidiado; ya que no sabía que el mensaje lo vio Nico y nunca lo vio la bonita.
Entro al ascensor, tras un morocho alto, que casualmente subía al mismo piso que ella. Un momento incómodo, ya que ambos estaban solos y sólo sonaba una musiquita algo estresante. La incomodidad por fin termino, Belu salió antes que él, por cortesía del caballero. Pero lo más incómodo fue que se detuvieron en la misma puerta.Belu: ¿Vos venís a buscar a alguien aquí? – Preguntó confundida, mientras tocaba el timbre. - ¿Quién sos? ¿A quién buscas? – Empezó a hacer preguntas rápidas, despertando su curiosidad. Y cuando el morocho iba a responder, Nico abrió la puerta.
Nico: ¿Qué hacen ustedes aquí? – Mirando a Belu, enojado. – Vos no jodas.
Vico: Vengo a hablar con Euge, si queres con vos, también, todo bien. – Respondió rápidamente, sin querer ser interrumpido.
Nico: Ustedes no tienen nada que hacer aquí. – Dijo seriamente.
Vico: Nico... - Dijo casi suplicando. – Necesito ayuda.
Nico: Busca a alguien que te crea. – Prosiguió con el rechazo.
Belu: ¿Qué hiciste con el mensaje que le mande a tu mujercita? – Preguntó directamente, despertando la curiosidad de Vico.
Nico: Ya te dije que no jodas. – Le repitió.
Vico: Vos también podes ayudarme, es con tus amigos que quiero hablar. – Insistió.
Nico: ¡No jodan! – Les cerró la puerta a ambos, y la abrió una vez más un segundo después. – Y no vuelvan, ninguno. – Dijo señalándolos a ambos, y volvió a cerrar la puerta fuertemente.Vico suspiró, rindiéndose ante el pedido. Y Belu lo miro con cierto encanto...
Belu: Si queres yo puedo ayudarte. – Le dijo sonriente.
Vico: - Lo miro. – No creo que puedas y no quiero que quiera recibir ayuda de vos, gracias. – Le respondió, alejándose de la puerta.
Belu: - Lo vio alejarse, pensativa. – Si venís por Euge, tal vez si quieras mi ayuda y yo te la daré con mucho gusto...Belu bajo por las escaleras del edificio, pensando que hacer en los siguientes días. Subió a un taxi, que la dirigió a la empresa para empezar un día de trabajo más. Mientras viajaba, revisó su celular para ver las cosas que tenía para ese día, mensajes, fechas importantes y revisar curiosidades.
Un mensaje de Peter, en el que decía que lo de ellos se había vuelto casi formal, ya que lo sabía, en especial, Lali. Aunque Pitt no fuera su preferido, molestar a la mejor amiga de Nico era satisfactorio. Llegó a la empresa y subió de lo más contenta, como siempre sin saludar a nadie, ni en recepción; y sin recibir el saludo por parte de nadie igualmente.
Fue hasta la oficina de quién ahora, vendría a ser su novio. Pitt estaba parado fuera de su oficina, jugando con un juego nuevo que había descargado a su celular; que lo estaba irritando por perder. Belu le quitó el celular, haciéndolo enojar más. Pero ella se encargó de quitarse ese enojo del rostro, besándolo sin decir nada.Xime: ¿Vas a venir todos los días más destapada que el día anterior? – Le interrogo siendo lo más sincera posible, sin herir sus sentimientos.
Lali: - Sonrió, tranquilizándola. – Acostúmbrate. – Le dijo, habiendo llegado recién a la empresa.