Peter: Ya te dije que...
Lali: Ya hablamos de eso, jefe. – Cerró la puerta, apoyando su cuerpo para cerrarlo. - ¿Qué es lo que pasa? – Se acercó a Pitt, lentamente. - ¿Por qué me querías aquí?
Peter: - Suspiró, bajando la mirada. – No sé si contártelo, no... no sé...
Lali: - Llegó hasta él y se sentó sobre sus piernas, una a cada lado de Pitt. - ¿Qué pasa, amor? – Pitt la miro sin responder. – Digo, jefe...
Peter: - La miro, levantando una ceja. – No creo que deberías estar así sentada sobre tu jefe...
Lali: - Lo pensó un momento. – Ok, tenes ra...
Peter: - Estiro su mano, hacia el celular que había en el escritorio, haciendo que la espalda de Lali chocara contra el mueble; presionándola un poco. – Es algo que tenes que ver...
Lali: Me estás pre...
Peter: Es sobre tu mamá, La.
Lali: - Volvió su mirada a él. - ¿Qué pasa con mi mamá? – Preocupada.Euge: - Dejó la cajita en la mesa de noche. – Quiero abrir otro regalito. – Dijo con una sonrisa pícara.
Nico: - Suspiro. – Yo estoy cansando...
Euge: Sí, yo también. Cansada de dormir sola, estoy. – Nico sonrió pasando su mano por la cara. - ¿De qué estás cansado, vos, eh? Si seguro todo el vuelo estuviste durmiendo...
Nico: - La miro, apoyando sus manos en la cama; semi echado. – Me conoces...
Euge: - Apoyando su cuerpo en el de Nico. – Y vos también me conoces... - Nico volvió a sonreír. - ¿Me vas a decir que no queres?
Nico: - Euge empezó a desabotonar el pantalón del padre de su hijo. – Sí, pero...
Euge: - Acercó sus labios al de él, muy seductoramente. – Ya dijiste que sí... - Estiro suavemente el labio de Nico. – Sin peros...
Nico: - Toco la espalda de Euge, con solo una de sus manos. – Te amo, zarpadita.
Euge: - Le dio un beso, acercándolo a ella fuertemente. – Te amo más...Nico la liberó de su ropa de dormir, quitándoselo por encima de los hombros. Mientras Euge había quedado sentada sobre sus piernas besándolo con pasión. Una pasión contenida por el mes de ausencia que había tenido el uno del otro. Se abrazaban, se besaban. Sus bocas exploraron cada rincón de sus cuerpos, reconociéndose nuevamente. Hasta que se volvieron uno en tan solo un instante. Ambos volvieron a sentir el fuego que eran juntos y el intenso amor que se tenían.
Después de volver a amarse, durmieron como siempre solían hacerlo. Abrazados casi con todo el cuerpo; sus brazos rodeándose, su cuerpo tocándose, sus piernas enlazadas.
Euge sentía con sus manos en pecho desnudo de su amor, dejándole un beso cerca de donde queda su corazón. Queriendo tener todo su amor, solo para ella. Nunca antes había amado y no imagino llegar a enamorarse así de alguien, menos de alguien tan distinta a ella; un tierno total. Y no estaba dispuesta a perder algo que nunca había imaginado tener. Lo amaba mucho.
Nico acaricio el brazo de su novia, con sus ojos cerrados; hasta volver a dormirse. Él tampoco había imaginado terminar enamorado de alguien como Euge, como la Euge que vio por primera vez. Ahora se sentía más que feliz de que ella sea la madre de su primer hijo y de los que vinieran. Estaba intrigado por saber qué era el regalo, pero era decisión de ella abrirlo; pero su sueño fue más fuerte. Aunque no tan fuerte como el amor que sentía por su bonita.Peter: - Salió de su oficina, atrás de Lali. - ¡La! ¡Lali! – Lali seguía caminando en dirección a la salida, rápidamente. - ¡Señorita Espósito! – Dijo seriamente, con voz de mando. Todos los trabajadores se quedaron confundidos, hasta Lali se detuvo. – No es hora de salida, todavía. Si se le olvido...
Lali: - Dio media vuelta para enfrentarlo. – Despídame si quiere, no voy a volver a trabajar aquí. – Dicho eso, entró a su oficina; cerrando la puerta fuertemente.Daky: - Peter intentó abrir la puerta, pero no pudo. - ¿Qué paso, Peter? – Preguntó confundida.
Peter: - Miro a Daky, algo enojado. - ¿Tenes la llave de su oficina? – Señalando la puerta de Lali.
Daky: No, pero... - Ambos se callaron cuando Lali volvió a abrir la puerta, con su cartera en la mano, para salir. – Lali, ¿qué...?
Lali: - Dejó la puerta abierta para salir. – Ahora no puedo hablar...
Peter: - La detuvo, agarrándola del brazo. – Conmigo sí vas a hablar.
Lali: - Lo miro, sin soltarse. – Peter, tengo que hacer algo. Soltame.
Daky: ¡Cálmate, Lali! ¿Qué pasa?
Lali: - Se soltó de Peter, alterada. - ¡No jodas, Daky! – Salió del lugar, rápidamente.