CAP 3

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CAPÍTULO 03

Rochi: Ya, déjala... - Dijo sonriendo, mientras tomaba el teléfono.
Vale: ¡Mami! – Dijo riéndose, echada en la cama. - ¡Ayúdame!
Pablo: Eso te pasa por despertar así a papá. – Mientras le hacía cosquillas y se contagiaba de la risa de su hija.
Rochi: ¡Olbap! – Pablo confundido la miro, soltando a la nena.
Vale: Gracias, mami. – Agarro a su muñeco y salió corriendo del cuarto.
Pablo: ¿Vos viste como me...? – Rochi le tiro otra almohada en la cara para que se callará.

Rochi: Alo, Euge. – Sonrió mientras contestaba.
Euge: ¿Los desperté? – Preguntó, después de escuchar todo lo ocurrido.
Rochi: - Sobándose los ojos. – Vos sabes que aprovechamos en fin de semana para dormir. – Sonrió bostezando. - ¿Cuál es el motivo de tu llamada? – Pablo se levantó de la cama, estirándose aún medio dormido y entró al baño; mientras Rochi hablaba, sentada en la cama.
Euge: Pasa que mi hermanillo está aquí. – Rochi pensativa, recordando a Gas; sonrió enormemente. – Y bueno, pensé que tal vez querían venir a verlo. Y... - Suspiro. – Sobre todo vos, para que hables con él, ¿viste?
Rochi: - Vio a Pablo salir del baño y luego del cuarto, llamando a Vale. - ¿Crees que necesite hablar de...Cande?
Euge: Tal vez, estar aquí debe recordarla mucho. – Rochi asintió. - ¿Vienen hoy?
Rochi: Quiero ver a mi sobrinito. – Dijo con ternura. – ¿Y Nico?
Euge: Ellos aun regresan la próxima semana, Rochi.
Rochi: Oh, cierto. Bueno... - Levantándose de la cama. – Nos vemos allá. – Ambas colgaron.

Rochi salió del cuarto y encontró a Pablo y Vale sentados frente al televisor. Además de Los Beatles, Vale amaba los dibujos. Y a Pablo le encantaba verlo con ella, se volvían dos chiquitos. Rochi sonriendo siguió su camino hasta la cocina para preparar algo rápido.

Daky: ¡Mariana! – Le dijo viéndola a través del espejo del baño.
Lali: - La miro, secándose la cara. – Huy que malota llamándome Mariana.
Daky: - Lali suspiro viéndose a través del espejo, a ella misma. - ¿Por qué no te haces la prueba? ¿Por qué no se lo decís a Peter? – Confundida. – Creo que hace tiempo dejo de pensar que van a ser padres a los 30 años... o sea. – Se quedó pensando que más decir.
Lali: - Apoyo sus manos en el lavadero. – No quiero ver otro negativo, Daky. – Giro hacia atrás para mirarla. – Esto está empezando a darme miedo.
Daky: Ay, La. – La abrazó fuertemente y Lali se apoyó en ella, triste. – Pensa que... - Se miraron. – Ustedes se cuidan y los atrasos, pueden ser, por, ¿cansancio?
Lali: ¿Cansancio? – Preguntó levantando una ceja. Daky se encogió de hombros. – Mejor volvamos que empieza todo y...
Daky: ¿Vos queres? – Lali lo miro, inexpresiva. - ¿Por qué te pone tan triste que hayan sido dos veces negativo?
Lali: Si quiero, obvio; pero, no sé, tenemos muchas cosas ahora que hacer. – Suspiró. – Tal vez, más adelante y... ¿pero por qué...? – Se alteró y desespero un poco. - ¿Y si no puedo?
Daky: Eu, tranquilízate. Deja de pensar en eso... - Abriendo la puerta del baño. – Mejor regresemos y, de seguro Peter ya debe estar por ahí buscándote como loco. – Lali sonrió ante la idea de Peter buscándolo desesperadamente.

Ambas salieron y, efectivamente, todo ya estaba por iniciar. Hubo una pasarela de las modelos, modelando los diseños de las nuevas diseñadoras de moda; lista y preparadas para llevar su talento al mundo. El de Daky y Lali fueron los más aplaudidos, y ambas estaban emocionadas. Todo terminó y lo que más esperaban todos era la fiesta que venía después.

Gime: Felicitaciones, hija. – Dijo abrazando a Lali, emotivamente.
Lali: - Sonrió enormemente. – Gracias, mami.
Nico: - Abrazó a ambas. – Qué linda familia. – Peter sonrió al ver a los tres abrazados.
Lali: Gracias, hermanito. – Nico sonrió y le dio un beso en la mejilla.
Gime: Yo no tendría un hijo tan distraído... - Dijo divertida.
Nico: - Soltando a ambas. – Mi padre no se hubiera fijado en usted...
Lali: ¡Nico! – Exclamó algo alterada. Gime solo sonrió. - ¿Qué te pasa? Mi mami es linda...
Nico: - La miro. - ¿Vos no sabes? – Lali se confundió.
Gime: Ok, chicos. Basta de peleas, es solo... - Miro el dedo de Lali. – Oh, ¡Qué lindo anillo!
Nico: - Puchero. – No hablen de anillos. – Lali lo abrazó, queriendo reírse; y Nic miró seriamente a Gime. – Eso fue intencional.
Gime: No, fue curiosidad.

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