El lunes, Lali agarro su bb nuevamente para ir a la oficina. Tenía llamadas perdidas, mensajes y mensajes de voz; que no contesto, no leyó ni escucho.
Nico fue a su casa para acompañarla y Lali sonrió agradecida de que fuera por ella. Aunque el pelado estaba un poco confundido por la vestimenta de Lali; ella no estaba con su ropa de vestir, simplemente estaba con uno de los vestidos que usaba diariamente; con su cabello suelto, a diferencia de siempre que iba con un moño amarrando su cabello.
Ambos llegaron a la empresa, Nico espero en el estacionamiento a que ella primero hablara con Pablo para luego subir a recibir su trabajo diario.Xime: Lali... -Lali se detuvo en la recepción- ¿Por qué estás así vestida?
Lali: -suspiro- Por nada, no... -La miro- ¿Pablo ya está en la oficina? –Xime asintió- Gracias, voy a...
Xime: Qué mal que termino la fiesta, ¿no? –Lali la miro sin querer hablar- Mira, yo mucho no sé que paso y bue... eso es un tema que no... pero... quería decirte que...
Lali: No necesitas decirme nada Xime.
Xime: -la volvió a mirar- Peter no es el mismo de antes.
Lali: -Suspiro- Voy a subir Xime.
Xime: -Lali se acercó al ascensor- Si necesitas algo, siempre estoy en el primer piso, ¿sí? –Lali sonrió ligeramente mientras el ascensor se cerraba-Pablo: Buen... -Lali entro a la oficina y Pablo, al verla distinta, se cayo-
Lali: -sentándose frente a él- Buen día, Pablo.
Pablo: -confundido, en voz baja- Buen día...
Lali: -Pablo no dejaba de mirarla- Bueno, yo solo vine por mi renuncia, ¿recordas?
Pablo: -suspiro- Vos podes presentar tu renuncia, es cierto. -Lali asintió, sin saber lo que Pablo estaba por decirle- El problema es que yo no lo acepto. -Lali volvió su mirada a él- Gracias por la renuncia, pero no estás despedida. -Lali lo miro sin poder hablar, quería encontrar la forma de renunciar, pero no sabía- Si queres podes trabajar hoy así vestida, o ir a tu casa cambiarte y volver. Aunque con el sol que está haciendo, creo que tu vestimenta te ayudará a sentirte más cómoda, ¿no?
Lali: -Pablo se levanto de su asiento, para recoger una carpeta e iniciar su trabajo de siempre- Pero, yo no puedo seguir aquí, no quiero seguir.
Pablo: -Lali se quedo sentada con la cabeza agachada- Señorita Espósito, necesito que haga...Lali se había quedado pensativa, sin escuchar a Pablo. Mientras él le explicaba su trabajo del día, Lali se levanto del asiento y se sentó en el sillón, por ser más cómodo. Estaba pensativa, no quería seguir yendo a la empresa, no quería volver a ver a Peter y no hallaba la manera de renunciar. Aunque fácilmente podía no ir más.
Pablo: -se quedo un momento en silencio, mirándola- Lali... -Se sentó al lado de ella- Yo no puedo aceptar tu renuncia por muchas razones. -Lali estaba triste, distraída, apenas lo escuchaba, con la mirada perdida- Ya te dije una vez que me ayudas mucho, sería un idiota si te dejará ir así de fácil.
Lali: -sin mirarlo- Yo no puedo seguir trabajando, no aquí, no puedo...
Pablo: -suspiro- Si queres te doy vacaciones o trabajas medio tiempo.
Lali: ¡No quiero volver, Pablo! -Respiro hondo, reteniendo sus lágrimas- No quiero...Lali pensó que ya había llorado todo lo necesario; pero cada vez que algo le hacia recordar a Peter, parecía que todas sus lágrimas volvían para salir nuevamente.
A Pablo nunca le gusto a ver a nadie triste, menos a una mujer; una vez vio a su mamá llorando cuando parecía que se iba a divorciar definitivamente de su padre, esa fue la única vez que la vio llorar, pero hizo de todo por devolverle la alegría y lo único que pudo lograrlo fue su reconciliación con él.
A diferencia de esa ocasión; Pablo no quería hacer nada porque su secretaría volviera a ser novia de su hermano, quería ayudarla pero él mismo.
Lali volvió a llorar silenciosamente, pero Pablo ya tenía grabada en la mente el llanto que había escuchado la noche de la fiesta; así que se acercó a ella y la abrazo, mientras Lali seguía llorando, mojando un poco la ropa de su jefe.Peter despertó tarde, como hace unos meses atrás solía hacer. Se levanto sus ganas de ir a la oficina, prendió su iPhone y no vio nada nuevo. Se alistó como pudo, bajo a la cocina y no tenía hambre, así que subió a su coche sin desayunar. Mientras manejaba puso ese Rock de siempre, pero no tenía ánimos de cantar, ni moverse al ritmo de la música. Llego al estacionamiento y vio a Nico en su moto. Ambos se miraron sin decir nada y Pitt subió por el ascensor. Fue directamente a su oficina.