CAP 47

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Lali volvió al auto de Maxi, con la carpeta en la mano. Él estiro su brazo para abrirle la puerta, sin levantarse de su asiento. Espósito se lo agradeció y se sentó nuevamente, respirando hondo ya que había salido casi corriendo de esa empresa.

Lali: Listo, firmado y sellado. – Dijo, entregándole la carpeta. – El favor que te hice fue mayor que el que te pedí, eh. Lo recordaré. – Agregó, mientras se ponía el cinturón.
Maxi: - Sonrió, tirando la carpeta al asiento de atrás; teniendo cuidado de que cayera bien. – Gracias, gracias. Sí, lo sé. Más que un favor, fue algo que querías hacer, eso de besarme...
Lali: - Le golpeo el brazo, para que dejara de hablar. - ¡Hey, para! – Maxi se rio, viendo el ceño fruncido de Lali. – No digas eso delante de nadie.
Maxi: - Poniéndose el cinturón nuevamente. – Y, yo creo que si queres darle celos a Peter, vas a tener que agregar detalles. – Volvió a tocarle la nariz con un dedo, y ella lo apartó con ambas manos; sobándose luego su nariz.
Lali: Bien, te hice el favor, me hiciste el favor. Creo que estamos a mano, ¿no? – Maxi asintió.
Maxi: Si quiero que mi suegra siga confiando en mí, creo que debo llevarte a tu casa. – Lali lo miro seriamente. – Es una broma, che... - Dijo, encendiendo el auto.
Lali: No me gustan tus bromas. – Se sentó rectamente en su asiento, mirando hacia el camino.
Maxi: Ok, ok. Perdón, no lo repetiré. – Suspiró. – Pero pensé que teníamos más confianza, que podríamos volvernos amigos. – Empezó a hablar, mientras manejabas. - ¿O es que el hecho de que hayamos chapado nos impide ser amigos? – Lali quiso hundirse en su asiento, mientras giraba su mirada a la ventana de su lado. – Por cierto, chapas bien.
Lali: ¡Maxi! – Exclamó, con sus mejillas enrojecidas; mientras él conducía riéndose. – Te repito que tus bromas no son graciosas.
Maxi: Ya que sabes mi secreto... - Respiro hondo. – Tengo que decirte que escuche lo que Belu te dijo, eso de que no sos sexy... - Lali volvió a sentarse correctamente, mientras lo miraba. – Podes practicar conmigo. – Lali cruzo sus brazos, mirándolo con sus ojos entrecerrados. – Y no es broma. – Lali quiso abrir la boca para gritarle porque se sentía incómoda. - ¿Quién mejor que un hombre puede decirte si a Peter le gustará y te verá como alguien sexy?

Lali se quedó en silencio en todo el camino de aquella empresa hasta el edificio donde quedaba su departamento; solo le guiaba con sus manos hacia donde tenía que ir. Cuando llegaron al estacionamiento, Lali no le dijo nada, simplemente agarro la mano de Maxi y lo llevo al ascensor junto con ella. Maxi se sorprendió de que lo estuviera llevando, ¿a su departamento? ¿A su cuarto?
Cuando llegaron a su departamento, Lali abrió su puerta y lo dejo entrar; seguía sin decir nada. Maxi solo la miraba, hasta que estuvo a punto de preguntar lo que sea.

Lali: ¡Tenemos un voluntario! – Gritó en todo el departamento.
Maxi: - La miro confundido. - ¿Un qué?
Lali: ¿No querías ayudarme? – Preguntó, con una sonrisa graciosa y con ambas manos en su cintura. Maxi no sabía si era una bendición o tenía que salir corriendo de ahí.

Daky: ¡Hola! – Saludo sonriente, abrazó a su amiga y le dio un beso en la mejilla a Maxi.
Lali: Daky, él es Maxi un compañero de trabajo... - Maxi miro a Lali, levantando ambas cejas. – Un amigo. – Corrigió. – Un amigo del trabajo, que quiere ayudarme con Peter. Con celos y cualquier plan que tengas.
Maxi: - Giro la mirada a Daky. - ¿Conoces a Belu? Le dijo a Lali que parecía puta y no sexy.
Daky: - Se demoró un segundo en reaccionar. - ¿Qué dijo que esa zorra?
Lali: Dijo que no tengo una actitud sexy, que soy muy tierna, blablablá. – Daky no pudo contradecir eso. – Sí, lo sé, no me gusta la ropa que me pongo. Fin del tema, no va a funcionar.
Maxi: Yo dudaría de que no esté funcionando. – Contradijo a Lali, ambas amigas lo miraron con mucha atención. – Re pensaría por qué se encerró tan rápido en su oficina apenas te vio.
Daky: - Lali se quedó pensando, sin comprender. – Iuh. – Fue lo que dijo su amiga. Lali volteo su mirada a Daky, sin entender la expresión asqueada de su amiga. Daky movió su cabeza para borrar la idea de su cabeza.
Lali: Entonces, ¿qué hacemos? – Preguntó, para interrumpir el silencio.
Maxi: - Metió su mano en su bolsillo para sacar su celular. – Tengo que irme chicas. – Un mensaje de texto le había llegado a su celular. - ¿Algo para decirme?
Daky: Por lo pronto, vení mañana a recoger a tu novia. – Sonrío.
Lali: ¿A su qué? – Preguntó inmediatamente.
Maxi: ¿Qué tan temprano? ¿Tiene horario de salida? – Preguntó con naturalidad. Lali lo miro, entre confundida y sorprendida. ¿Tenía que parecer natural de que hablaran de noviazgo cuando nadie pidió de forma romántica nada?
Daky: Suele salir a las 8, vení a las 7 o 7 y media. – Dijo, abriéndole la puerta para que salga.
Maxi: Ok. – Le dijo un pico a Lali, a lo que ella respondió solo para separarse de él; y un beso en la mejilla a su amiga. – Nos vemos mañana temprano entonces.
Daky: Hasta mañana, Maxi. – Se despidió amable y cerró la puerta cuando salió. Lali aún seguía en una especie de shock. – Todo por hoy, Lalita. Mañana tu novio viene a recogerte, mañana pensamos, quiero seguir viendo mi maratón de Harry Potter. – Lali la miraba incrédula. - ¿No sería genial tener una varita y ponerle una cola de puerco a Belu? Ay, ¡y la nariz! – Lali levantó una ceja.

Pablo regresó a su casa y encontró a Peter corriendo por todo el jardín, siendo seguido por Simón. Eso no era algo que se veía todos los días, a penas lo veía correr en educación física. Pero a juzgar por su rostro más rosado de lo normal y con la frente sudada, había estado corriendo por mucho tiempo.

Pablo: ¿Preparándote para una maratón, Peter? – Preguntó, parado a un lado.
Peter: Solo... necesito... ejercitarme. – Le respondió, entrecortado por el cansancio.
Pablo: ¿Problemas de resistencia? – Preguntó riéndose, echándose; con Simón saltando a su alrededor.
Peter: Pregúntale a Rochi si tengo problemas de resistencia. – Respondió con mala intención.
Pablo: No te zarpes, Juan Pedro. – Dijo seriamente, sentándose en su lugar.
Peter: - Detuvo su práctica, con sus manos apoyadas en sus rodillas. - ¿Recordas si alguna vez vi a Euge besándose con alguien después de que terminamos? – Le preguntó a su hermano, respirando por la boca.
Pablo: Em... no la viste, mucho tiempo después de que terminaron. – Respondió.
Peter: Exacto. – Trago un poco de aire, fuertemente. – Hoy vi a Lali besándose con el tarado, imbécil, estúpido, idiota, cara de Mickey...
Pablo: Ya entendí que no te cae bien. – Lo interrumpió.
Peter: Con Maxi. – Dijo finalmente.
Pablo: ¿Será porque se puso celosa al verte besándote con Belu? –Pensó en voz alta.
Peter: - Miro hacia su hermano, con una sonrisa brotando de sus labios. - ¿Lali se puso celosa?
Pablo: Casi despluma el almohadón que tenía en sus manos. – Dijo pensativo.
Peter: Así que su puso celosa... - Volvió a repetir, con una pizca de malicia en sus palabras. – La señorita Lali no soy celosa Espósito, se puso celosa. – Dijo sonriendo.
Pablo: ¿Estás bien? – Preguntó algo preocupado.
Peter: ¿Y quiso darme celos con Maxi? – Se preguntó a él mismo. - ¿Quiere hacerme explotar? Adiós Peter, adiós celos. – Pablo lo observaba, levantando una ceja. – Si quiere jugar así, yo puedo jugar mucho mejor.
Pablo: No creo que sea un juego, quiere volver con vos. – Dijo, siendo lo más obvio.
Peter: La novia perfecta, nunca te engañaré, siempre estaremos juntos, no tienes por qué ponerte celoso. ¿Dándome celos? – Seguía hablando solo; Pablo ya se sentía demás ahí. – Aun tiene que sufrir un poco más, así que puedo usar esto en su contra. – Dijo, con una mano en la cintura.
Pablo: ¿Escuchas lo que decís? – Le preguntó parándose poco a poco.
Peter: - Giro a mirarlo. - ¿Eh? ¿Dijiste algo? – Preguntó confundido.
Pablo: Deja el drama, los juegos y volve con Lali. – Peter lo miro con cara de aburrido. – Vos y yo, y todos sabemos que van a volver. Dejen de sufrir y vuelvan.
Peter: No estaría nada mal que sienta lo que yo sentía por los celos, llega un momento en que tiene que aprender que no es tan fácil. – Pablo se rindió, no quería escuchar más pavadas y se alejó de él lentamente. – Una cosa es que me diga "no tenes que tener celos" y otra cosa es poder controlarlo.
Pablo: Ella no te daba razones para ponerte celoso. – Le recordó.
Peter: Es igual.
Pablo: Ok, OK. – Le dijo, cara a cara. – Seguí con tu plan, con sentirte bien haciendo que ella se sienta mal; a la mujer que tanto amas que te duele recordar que te – haciendo comillas – engaño. Anda, seguí con eso y vas a ver como realmente la vas a perder. – Peter quiso hablar. – Seguí con tu discurso que no te importa, que no vas a volver con ella, que no podes, que no queres. Si no quisieras no te interesaría seguirle el – volvió a hacer comillas. – Juego. No te alegría que se ponga celosa. Seguí, seguí; seguí que te creo y te creemos todo, ¿ok? Ok.

Y Pablo se fue sin escuchar nada en respuesta por parte de su hermano.
Peter se quedó en el jardín, sin poder decir nada, no podía contradecir a su hermano, ya que decía la verdad, a pesar de que él no quería aceptarlo. Minutos después de estar ahí solo, el ladrido de Simón lo despertó de sus pensamientos.
Pitt fue trotando hasta la puerta y la abrió.

Peter: ¿Vos qué haces aquí? – Preguntó, levantando una ceja.

Maxi: Buenas noches, Alejo. – Lo saludó, amablemente; subiendo a su auto.
Alejo: Hola, Maxi. ¿Qué tienes para contarme hoy? – Preguntó, mientras el chofer empezaba a conducir.
Maxi: - Respiro hondo. – Una historia larga, señor García.
Alejo: Y... ¿Hablaste con Gime? – Maxi asintió. - ¿Y qué te dijo?
Maxi: Mejor le cuento la historia larga... - Alejo suspiró, asintiendo.

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