CAPITULO 05
Peter: - Contesto, serio. - ¿Alo?
Nicolás: Hola Peter. - Hubo un silencio algo largo. - ¿Cómo estás?
Peter: Bien. ¿Por qué me llamas? - Preguntó confundido. Ya que su padre estaba molesto, por haberlo abandonado sin aviso.
Nicolás: No recuerdo tenes una carta de renuncia tuya o haberte despedido, señor Lanzani. ¿Ya disfruto de sus largas vacaciones? - Dijo muy serio, en la soledad de su habitación.
Peter: Se entiende, ¿no? - Suspiro. - ¿Cómo está mi mamá?
Nicolás: Si te interesara, por lo menos llamarías. - Peter miro con seriedad su celular, sin responder. - Bueno, Peter. Tenes que volver al trabajo.
Peter: Yo tengo trabajo, padre. Aun no tengo planeado regresar. - Dijo sentándose en la cama, nuevamente. Lali se sentó al lado de él, abrazándolo.
Nicolás: Decile a tu hermano que venga, entonces.
Peter: Vos lo tenes cerca, pa. - Dijo un tanto confundido. Lali se levantó de la cama, buscando nueva ropa en su ropero.
Nicolás: Otro día te llamo... Y estoy bien, gracias. - Colgó, ofendido y molesto.
Peter: - Colgó y miro un momento su celular. - Quiere que vuelva... Algo debe estar mal. - Se preocupó. - ¿Mi mamá?
Lali: Si queres, vos podes regresar cuando quieras, Pitt. - Dijo dejando su ropa en la cama. - En serio, si queres ver a tu familia; podes ir...
Peter: No. - Negó con la cabeza. - No hasta que nos casemos.
Lali: - Sonrió, entrando al baño. Se detuvo en la puerta para mirarlo. - Ahora quiero ir a mi mami, ¿sí? Voy a bañarme... - Entró al baño por completo.
Peter: - Dejo el celular en la cama y la siguió hasta el baño. - Yo también tengo que bañarme, Lali... - Lali rio mientras escuchaba la puerta del baño abrirse.
Lali y su madre tuvieron toda la mañana de compras. Lali quería que llevara regalos para todos; amigos, niños y hasta para el perro Simón. Gime ya no sabía dónde iba a caber todo el equipaje. En cambio, Peter y Nico fueron a jugar. Y, por momento, Pitt torturaba a Nic llevándolo por lugares donde vendían todo tipo de joyas.
Los cuatro se reunieron para comer su último almuerzo, en el restaurante del hotel.
Euge: - Se despertó totalmente. - ¿En serio?
Nico: Sí. - Sonrió. - En unas horas sale el vuelo y bueno, no sé el tema del horario ni del tiempo. Pero, estaré por allá antes de lo que pensaste. Pensábamos.
Euge: Ay, mi amor. Qué bueno. - Bostezo ligeramente, ya que recién despertaba.
Nico: ¿Te desperté? Perdón...
Euge: Está todo bien, mi amor. - Sonrió enormemente; pero luego escucho unos quejidos de su hijo. - Parece que otro también se levantó. - Dijo levantándose de la cama.
Nico: Pásame con él, vos sabes que los dos nos entendemos. - Dijo riéndose.
Euge: Buen día, mi bebé. - Dijo con el teléfono en las manos. - ¿Queres hablar con tu papi? - Nico se confundió un poco, Juan aun no era un gran hablador. - Tranquilo, chiquito. - Le entregó el teléfono y Juan se quedó observando el objeto, queriendo metérselo a la boca. - No, así no. - Le acercó el teléfono al oído. - Ahí está tu papi. - Lo mire moviendo su boca lentamente. - Papá.
Juan: Papá... - Era lo que podía decir y se entendía bien.
Nico: ¡¡¡Hola, Juan!!! - El pequeño reconoció la voz de su papá, pero no lo veía. Euge solo sonrió. - ¿Don ta mi bebé? - Juan empezó a sonreír, mirando de forma extraña el teléfono. - ¿Cómo está mi pequeño? ¿Eh? ¿Estarás cuidando a tu mamá en mi ausencia, no? - Juan se rio escuchando la voz de su papá.
Euge: Se cuidarme bien, ¿vos podrías decir lo mismo, Nic?
Nico: Sh, sh, sh. No me difames delante de nuestro hijo. - Euge se rio, viendo a su hijo con el teléfono en la mano y moviéndolo constantemente. - ¿Vos queres más a papá que a mamá, cierto Juan?
Juan: - Euge movió su boca sin emitir sonido, diciendo 'Mamá' - Papá...
Nico: - Euge suspiro, mientras Nico sonreía en el otro lado del mundo. - Yo sabía... Yo también te quiero más a vos, hijo.
Euge: Darme celos con mi hijo, muy bonito de tu parte Riera. - Juan se rio viendo a su mamá y queriendo juntar sus manos; pero aun no soltaba el teléfono.
