CAP 42

160 7 0
                                    



Peter: Daky me contó que vendió la empresa de París... – Daky lo miró mal, mientras Lali lo seguía escuchando. – Y creo que debemos discutir cómo repartir las ganancias.
Daky: ¿No podes escoger un mejor momento para hablar de eso? – Dijo molesta por el tema.
Peter: No. – Respondió. – Propongo que sea un 50 por ciento para mí y para ustedes 25 cada una. – Lali lo miró levantando una ceja, sin hablar.
Daky: Cada uno por igual, ¿qué hacías vos? Nada. ¿Y te queres llevar mayor parte? – Quería golpearlo, pero se controlaba.
Peter: ¿Quién inicio todo? ¿Quién le dio publicidad? ¿Quién trajo los clientes? ¿Quién hizo que te compraran lo que hacías? – Preguntó y preguntó, una tras otra.
Lali: - Respiro hondo, dejando la cuchara incrustada en el helado. Pensativa. – Voy a engordar si sigo comiendo...
Daky: ¡Vos no engordas con nada Mariana! – Exclamó algo estresada. – Te he visto muchas veces comer una tonelada de helado y seguís divina. – Peter sonrió levemente, sin mirar a ninguna de las dos.
Lali: Yo opino... - Siguiendo el tema de la repartición de ganancias. – Que debería ser un 40 por ciento para Peter, porque siendo sincera él puso todo para que inicie, lo más lógico es que invirtió para ganar... - Había tomado un curso, mientras diseñaba, para negocios que le enseño algo tan básico como eso. – Y un 30 por ciento para cada uno, la verdad es que no está nada mal.
Daky: Vos sos muy tierna, Mariana. – Dijo aun enojada.
Peter: ¿Nada te va a ir bien para vos? – Preguntó dirigiendo su mirada a la casi recién llegada.
Daky: No te quiero dar nada a vos, por idiota. – Lo enfrentó.
Peter: Para lastima tuya, es mi dinero invertido. – Le quiso apretar una mejilla, con mala intención, pero Daky alejó su mano inmediatamente. – Estoy de acuerdo con la propuesta de Lali, creo que es algo más justo.
Daky: ¡Está bien! – Dijo, aunque no estaba de acuerdo. – Cuando se me dé la gana, te doy la cuenta donde está guardada. – Se levantó del sillón y salió molesta de la oficina.

Peter quiso gritarle para que volviera, incluso se levantó atrás de ella para que exija esa información inmediatamente; pero Daky prácticamente le cerró la puerta en la cara. De modo que dejo a Lali a solas con Peter.

Lali: Nos quedamos solos... - Dijo, rompiendo el silencio. Peter la miro, girando su cabeza para ella, con una mano en la puerta. – No fue intencional, pero enojaste mucho a Daky que no te quiere ver. – Dijo encogiéndose de hombros.
Peter: - Hizo un gesto con el rostro, abriendo la puerta. – Sí, supongo...

Lali, aunque tenía que ser esa especia de bomba sensual, no podía dejar de ser esa tierna persona que siempre fue, fuerte por fuera pero sensible por dentro. Vio a Peter abrir la puerta dispuesto a irse y dejarla sola, aunque ella ya se sentía así; tenía dos formas de llamar su atención, pero le salió ser naturalmente ella.

Lali: ¿Vos sabes eso de no querer hablar con alguien, no? - Preguntó, sintiéndose débil al hacerlo.
Peter: - Detuvo sus pasos y volvió la mirada a ella. - ¿Vos también sabes de eso, no? - Le respondió con una pregunta, en un tono nada agradable.
Lali: - Agacho la cabeza, recordando el pasado. - Perdón...

Peter suspiró viéndola débil, como si su forma de vestir no tuviera nada que ver con cómo se sentía ella; cerró la puerta y se quedó adentro con ella.

Nico tocó varias veces la puerta de lo que era su cuarto compartido con Euge, hasta que entró porque ella no respondía. Y la vio tendida en la cama, con su ropa de dormir corto, que dejaba a la vista sus largas piernas; estaba dormida.
El pelado entró a la habitación y se sentó en la cama viendo a la morocha a quién conoció siendo una rubia, teñida, sin ganas de enamorase, ni hacerle bien a nadie. Y ahora estaba cansada porque amaba tanto a su hijo que no descansaba porque estuviera bien. La acostó bien en la cama y se echó junto a ella, abrazándola; y ella, sin despertar, se acurrucó en él, descansando tranquilamente.
Minutos después sonó el celular de Eugenia y él único que pudo ver que recibió un mensaje fue Nico, cogió el celular, abrió el mensaje, lo leyó y lo dejó nuevamente en su lugar; abrazando más fuerte a Euge.

CAMBIASTE MI MUNDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora