CAP 52

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Nicolás: ¿Estás apurado hijo? – Preguntó riéndose.
Peter: - Mirándolo seriamente. - ¿Qué es lo gracioso?
Nicolás: Qué poco sentido del humor, hijo. – Le dijo, dándole palmadas de su hombro. – No tenes ninguna cliente, pero deberías quedarte más tiempo por tu trabajo, ¿sabes?
Peter: Se perfectamente cómo hacer mi trabajo y qué me falta, no intervengas. Permiso. – Respondió, presionando un botón del ascensor.
Nicolás: Anda tranquilo, hijo. – Sonrió suavemente.
Peter: Permiso, jefe. – Entró al ascensor enojado.

Peter gritó mientras bajaba el ascensor, sin darse cuenta que no estaba solo. Una señora mayor de edad, de baja estatura estaba a su lado. Pitt, al darse cuenta que la señora lo miraba como si estuviera loco, se puso a una esquina, mirando sus uñas, esperando a que bajara hasta el estacionamiento.

Belu: Vos que tanto le gritabas porque te hizo cornuda, ¿ahora engañas a Nico? – Preguntó confundida.
Euge: ¿Qué haces vos acá? No te metas en lo que no te importa. – Volvió su mirada a Vico. – Decime, ¿qué pasa?
Vico: Como vos decís, necesito ver a mi hijo... - Euge lo miró ofendida, sin entender.
Belu: Me encargaré de que mi novio lo deje entrar a su casa, a ver su hijo. – Sonrió como una tierna niña.
Euge: ¿Qué tiene que ver con que Nico esté así...? – Comprendiendo poco a poco.
Belu: Ahora además sos cortita de mente, ay por favor. – Respiro hondo, relajándose. – Nico es demasiado lindo para estar con una... - Mirándola despectivamente. – Como vos. – Euge la miro enojándose cada vez más. – Sabes, voy a cuidar bien de tu bonito.
Euge: Vos no te le acercas zorra. – Se le tiro encima, jalándola del cabello, estirándoselo con toda la fuerza que tenía haciéndole gritar.
Vico: ¿Por qué siempre atacan el cabello? – Se preguntó así mismo, mientras veía que Euge poco a poco la tiraba al piso, gritándole y haciéndola gritar de dolor. - ¿Por qué no se fueron a un charco de barro? Eso es más atractivo... - Vio que Belu apretó sus uñas largas en el brazo de Euge, dejándoselo herido y haciéndola gritar. - ¡Chicas, basta! – Abrazó a Euge de la cintura, quitándola de encima de Belu.
Euge: Te lo digo y escúchame bien, ¡no te acerques a Nico! Vos no me conoces chetita. – Le grito enojada. - ¡Soltame Vico! ¡Déjame que le quite uña por uña!
Vico: No te voy a soltar hasta que te calmes. – Le grito, agarrándola fuerte.
Belu: - Sobándose la cabeza por el dolor. – Estas uñas no se rompen como la de vos, seguro. – Euge grito más, moviéndose para soltarse.
Vico: Andate Belu. – Belu le saco la lengua. – Luego nos vemos, ahora ándate. – Belu se fue moviendo sus caderas de un lado al otro. - ¿Ya te calmaste?
Euge: - Lagrimeando. – Soltame, basura. – Vico la soltó lentamente y ella se alejó de él. – Sos un mentiroso, y yo confiaba en vos.
Vico: Perdón... - Euge lo miro llorando y se fue corriendo hacia su departamento.

Pablo siguió con el auto a Simón, hasta que lo alcanzó cuadra más adelante; pero no podía agarrarlo, Simón seguía ladrando hasta que se detuvo y Pablo pudo subirlo al auto. Cuando subió al auto para regresar a su casa, recibió un mensaje de Rochi pidiendo ayuda.
Piso el acelerador manejando lo más rápido posible, evitando semáforos y metiéndose por callejones sin tráfico para llegar pronto a su casa. Cuando llego a la altura de su casa, vio desde lejos que la puerta de su casa estaba abierta; y, a penas el auto freno, Simón saltó por la ventana yendo de regreso a su casa.
Pablo no le hizo caso y entró corriendo a su casa, buscando a Rochi.

Pablo: ¡Rochi! – Gritó por toda la casa, buscando en la cocina. - ¡Mi amor! – Empezó a escuchar golpes en el segundo y fue corriendo por las escaleras. Entró al cuarto de su hijo y luego al de ellos y encontró a Rochi amarrada en una silla, y con la boca tapada, moviéndose para hacer ruido. – Tranquila, tranquila. – Dijo quitándole la tela de la boca.
Rochi: ¡Anda a tu casa! – Le gritó, desesperada. - ¡Anda!
Pablo: ¿Qué? Pero...
Rochi: ¡Está buscando a Vale! – Pablo se asustó. - ¡Agus está yendo por Vale! ¡Tenes que ir! – Dijo llorando. - ¡Anda!

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