CAP 40

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Lali liberó sus brazos del abrazo de Peter y lo rodeo en el cuello de él, siguiendo el beso apasionado que se daban. Mientras Pitt la presionaba por la cintura, pegándola cada vez más a su cuerpo. Habían pasado aproximadamente miles de horas entre ellos que no se habían besado, o al menos así lo sentían. Las manos de Peter intentaban traspasar la ropa que cubría a Lali, ella se dio cuenta de eso y de que estaba en la empresa, así que tuvo que frenarlo. Aún era consciente de las cosas que no debía hacer ahí.

Peter: - La miro fijamente a los ojos, con sus labios húmedos, respirando hondo; sin soltarla de la cintura. - ¿Por qué haces esto?
Lali: Tenemos que hablar, Peter. – Le dijo, casi rogando con sus ojos.
Peter: ¿Qué me vas a decir? – Preguntó algo enojado. – No quiero escuchar detalladamente cómo fue tu noche ahí...
Lali: Ya sé, pero... - Intento buscar las palabras necesarias. - ¿En serio vamos a dejar todo lo que tenemos por algo que no es muy claro?
Peter: - La miro mal, alejándose de ella. - ¿Eh? ¿Te tengo que perdonar porque sí?
Lali: Es que, ¡Yo no quería Pitt! ¿Vos crees que yo simplemente fui, muy feliz y ya? – Dijo ofendida. - ¿Crees que fui con la idea de engañarte? ¿En serio pensas eso?
Peter: Sea como sea, la traición pasó. – Dijo, cruzado de brazos. Apoyándose en la pared frente a ella.
Lali: - Ambos se miraron en silencio un largo rato. - ¿No queres perdonarme? – Peter se encogió de hombros. - ¿No vamos a volver? ¿No nos vamos a casar?
Peter: - La miro, ladeando su cabeza a un lado. – Te queda bien tu cabello así...
Lali: Respóndeme lo que te pregunté, Pitt... - Dijo triste.
Peter: No es fácil, La. – Lali suspiró. – Y vos no me la haces fácil así... - Bajo su mirada por su cuerpo.
Lali: - Se paró rectamente. - ¿No queres escucharme? ¿No queres perdonarme? ¿Y te afecta verme así vestida? – Preguntó rápidamente, seria. Y Pitt la miro a los ojos, confundido. – Entonces me verás así todos los días hasta que me escuches. Buen día, Lanzani.

Lali empujó la puerta de las escaleras y salió de ahí. Mientras Peter se quedaba pensando en sus palabras. Minutos después, también salió rumbo a su oficina.

Vico: Bueno. – Dijo dando un paso al lado. – No vine a crear problemas... - Miro a Euge. – Nos vemos otro día y gracias por la ayuda...
Nico: No la vas a ver otro día, ni ningún día... - Lo miró seriamente.
Euge: Nicolás. – Lo silenció. – Yo te llamo Vico, no te preocupes... - Nico la miro incrédulo, no podía creer lo que estaba escuchando.

Vico salió lo más rápido posible, dejando a ambos solos.
Euge suspiró y levantó el ramo de jazmines caídos en el suelo. Nico se calmó y vio cómo lo había destrozado al tirarlo; eso no era nada bueno.

Nico: Perdón, es que...
Euge: - Sonrío levemente, mirándolo. - ¿Te acordas de mis gustos todavía?
Nico: Siempre... - Dijo suavemente y ambos se miraron. – Perdón...
Euge: - Dejó el ramo en la mesa, encogiéndose de hombros. – Está bien, sabía que te ibas a enojar si te enterabas que me veía con Vico... pero bueno. – Volvieron a mirarse. – Él es diferente ahora y lo único que quiere es ver a su hijo.
Nico: A veces me parece raro que hayas tenido una vida muy activa antes... - Euge lo miro sin entender. – Le gustas a Vico, como a todos...
Euge: No... - Respondió dudando.
Nico: ¿A vos te gusta? – Preguntó, algo triste. - ¿Por eso no me perdonas?
Euge: No mezcles las cosas. – Respondió, cruzada de brazos. – Él y yo somos solo amigos, vos me engañaste.
Nico: - Se sentó en el sillón, mirando al piso. – Perdón, en serio perdón por eso... - Euge se sentó frente a él, viéndolo. – No sé, me deje llevar por su seducción...
Euge: Sin detalles, mejor. – Intervino.
Nico: Sé que estuvo mal, todo lo que hice. Pero, no sé... - Se quedó en silencio un momento. – La veía más a ella que a vos, vos te quedas aquí, no nos vemos tan seguido como antes...
Euge: Te recuerdo que me hiciste mamá. – Lo interrumpió.
Nico: - Levantó la mirada a ella. – Lo sé, y amo a nuestro hijo. Pero, qué se yo, hubiera sido mejor tenerlo cuando estuviéramos estables económicamente...
Euge: Pero no es así, nos tocó esto y... Nico, en serio, no metas a nuestro hijo en esto porque estoy pensando que te arrepentís de ser padre. – Dijo tristemente.
Nico: No es lo que quise decir, pasa que no soy bueno hablando... - Suspiró mirándola.
Euge: Era simplemente que te alejaras de esa bruja cuando empezó a buscarte. – Nico asintió. – Yo te extraño y Juan también...
Nico: Yo también. – Euge se levantó de su asiento y fue a sentarse junto a él, abrazándolo fuerte, escondiendo su rostro en el cuello de Nico.
Euge: No vuelvas a hacerlo. – Hizo puchero, abrazándolo más fuerte.
Nico: - La abrazo, rodeándola con sus brazos, presionándola a ella. – Perdón...
Euge: - Lo miro, mientras se abrazaban. – Volves a hacerlo y, esta vez sí, te corto todo. – Dijo amenazándolo.
Nico: ¿Más pelado? – Preguntó haciéndose el tonto.
Euge: Totalmente pelado. – Sonrió falsamente.
Nico: ¿Vos vas a dejar de ver a Vico?
Euge: No. – Sonrió mostrando sus dientes. Nico iba a contradecirla, pero al verla así solo le dieron ganas de volver a besarla. Pero justo en ese momento, Juan empezó a llorar.
Nico: ¿Vamos los dos juntos? – Euge asintió, levantándose y corrió a donde su hijo.

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