CAP 27

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Mery abrió la puerta de la casa de los Lanzani y se quedó helada. No podía creer lo que estaba viendo, simplemente dejo la puerta abierta y, sin hablar, los dejo pasar.

Mery: ¿Qué haces con este, Eugenia? - Pregunto consternada.
Euge: - Lo miro, y luego volvió la mirada a Mery. - Si no tuviera que estar aquí, créeme que no lo traería.
Vico: ¿Podes por lo menos, escucharla? - Pregunto, con las manos en los bolsillos. Mery, aún muy desconfiada solo asintió, invitándolos a pasar a la cocina.

Vale: ¡Hooola! - Dijo corriendo hacia la puerta de la casa de sus abuelos.
Gas: Qué lindo recibimiento, eh. - Dijo sonriéndole a su hijo, quién abrazaba a Vale.
Rochi: Hola rubio. - Lo saludo, despeinándolo un poco.
Gas: ¿Qué haces? - Dijo un poco irritado, mientras se arreglaba el cabello.
Ramiro: Mamá de Vale... - Rochi bajo su mirada al pequeño, sonriendo. - ¿Puede hablar con mi papá y hacerlo en razón?
Gas: - Empujo suavemente a Ramiro, apartándolo de su vista. - Es un niño muy hablador... - Mintió.

Vale: ¡Vamos a jugar con Simón! - Le dijo a Ramiro, tomándolo de la mano; mientras el perro de la familia se acercaba a ellos. - Creo que le gusto que hayas venido.
Ramiro: - Levanto una ceja. Irónico. - Si, imagino que se alegra de verme...

Rochi se quedó mirando fijamente a Gas, mientras los pequeños iban corriendo siendo perseguidos por Simón. El rubio no quería encontrar su mirada con la de ella, pero la mirada de Roció era realmente perturbante.

Gas: ¿Qué? – Pregunto, encontrando su mirada con ella, rindiéndose ante esa silenciosa acusación.
Rochi: ¿Necesitas hablar de algo? Sabes que soy tu amiga, Gas. – Dijo siendo amable.
Gas: No creo que quiera hablar de eso ahora, además tengo que irme... - Dijo alejándose de Rochi.
Rochi: Ramiro dijo lo que dijo por algo. – Cruzo sus brazos, mirándolo acusatoriamente.
Gas: ¿Me invitas un poco de agua? Siento que se me seco la garganta. – Sentenció, sintiéndose realmente mal, por lo que estaba a punto de contarle a su amiga.

Rochi también tuvo un poco de sed, así que, acompaño a Gas hasta la cocina por un vaso de agua. Al entrar, se quedó helada viendo a las tres personas que había dentro, hablando de lo más normal. Aunque su mirada estaba fijada solo en una, con una rabia contenida.

Rochi: ¿Qué haces aquí, basura? – Gas se quedó mirándolo y viendo a su hermana al mismo tiempo.

Nico se sorprendió al ver a Cande cerca de la empresa de los Lanzani, así que como jugando fue hasta donde ella, asustándola con su moto.

Cande: ¿Qué haces, tarado? – Le dijo, tocándose el pecho del susto.
Nico: - Se rio un momento. - ¿Qué haces por aquí, vos?
Cande: - Levanto la mano, mostrando la corbata de Gas; sonrió un momento. – Tu jefe se olvidó de esto en mi oficina.
Nico: Opa. – Dijo entendiendo el tema. - ¿Y por qué no esperaste a que regresará a la oficina?
Cande: - Se encogió de hombros. – Simplemente quise dárselo, ya que se va a reunir con el joven Lanzani, supuse que tiene que estar muy presentable.
Nico: Oooww, ya te estás enamorando. – Cande resopló, sin darle importancia. – Lo tuyo es genético, primero tu hermana, ahora vos...
Cande: Tengo que ir rápido... - Dijo, siguiendo sus pasos a la empresa.
Nico: - Manejaba al lado de ella. - ¿Por qué viniste caminando? ¿No tenes carro?
Cande: ¿Qué no tengo? – Se rio, irónica. – Por favor, ¿vos pensas que no tengo? Está siendo arreglado, y quise caminar porque está bueno ejercitarse, ¿sabes?
Nico: ¿Queres que te lleve las cuadras que faltan? – Se ofreció.
Cande: - Se detuvo. – Si gracias, por favor. Voy a matar al mecánico ese, ¡te juro! – Se sentó atrás de él.
Nico: ¿Mecánico?
Cande: Apúrate. – Le ordeno.

Nico y Cande llegaron a la empresa y fueron directamente a la oficina de Pablo.

Pablo: ¡Qué sorpresa! - Dijo contento, levantándose de su asiento. - ¿Qué haces por aquí, pelado? - Dijo abrazando a su amigo Riera.
Nico: Lo mío fue por elección, luego no te quejes si te digo pelón dentro de unos años. - Apoyo su mano en el hombro de su amigo. - ¿Te imaginas como estarán Vale y Ramiro en unos años? Ojito con eso.
Pablo: Ni me lo digas. - Suspiro, con las manos en los bolsillos. - Y, Cande, no esperaba verte por aquí.
Cande: Hola. - Lo saludo con un beso en la mejilla. - Pensé que Gas estaba aquí.
Nico: Ya sabes, lo tiene controlado. - Le susurro a Pablo en el oído.
Cande: ¡Cállate Nicolás!
Pablo: Y, un poco pollerudo es el tipo... - Dijo riéndose.
Nico: ¿Te acordas cuando no nos contestaba las llamadas por estar todo el tiempo con la otra doble? - Le pregunto graciosamente.
Pablo: Bueno, no te desubiques, no le digas así a Cande. - Le respondió seriamente. A lo que Nico se calló.
Cande: Supongo que Gas aun no regresa de dejar a su hijo en la casa de su amiga... - Dijo algo irritada.

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