La Novia Más Afortunada.

Capítulo 24.- Tan linda

'¿Es en serio? ¿Cien dólares al mes por un apartamento como este? ¡Nadie aceptaría esa miseria!'.

Luego de escucharla, el supuesto agente de bienes raíces quedó estupefacto. Sin embargo, el apartamento no era suyo y solo estaba siguiendo las órdenes de Ethan, así que no podía hacer nada más que seguir con su actuación.

"Señora Lester, estoy realmente sorprendido de escuchar su oferta. Pero como esta casa no es mía, necesito consultarlo con el dueño".

Y así, él salió de la habitación con el pretexto de hacer una llamada telefónica. Aprovechando la oportunidad, miró a Ethan para pedirle su opinión, a lo cual, este último le respondió con un guiño para demostrarle que estaba de acuerdo.

Por su parte, Janet estaba un poco nerviosa, pues en el fondo sabía que su oferta era verdaderamente absurda.

Unos minutos más tarde, el agente inmobiliario regresó con una sonrisa brillante.

"Les tengo una buena noticia, ¡el propietario aceptó su propuesta!".

Atónita, Janet abrió la boca pero no pudo decir nada. ¡Esto era demasiado bueno para ser cierto!

Aún sin poder creerlo, ella parpadeó hacia su marido, quien tosió y se le acercó: "¿Qué ocurre?".

"¿Sabes? No creo que esta sea una casa embrujada ordinaria, más bien pienso que algo extremadamente terrible debió de haber sucedido aquí. De otro modo, ¿por qué el propietario aceptaría alquilarla por solo cien dólares?".

El cálido aliento de la joven soplando en su oído hizo que a Ethan se le pusiera la piel de gallina y se distrajera, aunque después de un momento de vacilación, le preguntó: "¿Quieres que busquemos otra casa?".

"No. Tenemos mucha suerte de haber encontrado una casa tan accesible, así que no pienso desaprovechar esta oportunidad".

"¿No tienes miedo de que esté embrujada?".

"No. Después de todo, el precio de la renta es increíble. ¡Incluso si hay fantasmas aquí, no me importaría invitarlos a cenar!", Janet exclamó, encantada.

Ethan nunca había visto a nadie dispuesto a mudarse a una casa embrujada solamente porque el alquiler era accesible.

Mientras las comisuras de sus labios se levantaban en una sonrisa, él le pellizcó la punta de la nariz y susurró: "¡Guau! Realmente eres una chica valiente".

'¡Tiene una piel tan suave y tersa!', se dijo a sí mismo, sorprendido.

"Auch, ¡me duele!", Janet se quejó y se puso de puntillas para devolverle el pellizco. Sin embargo, Ethan se elevó ante ella para fastidiarla e impedir que lo alcanzara.

"Basta, ¡suéltame ya! Estoy enojada".

"Jajaja, ¿por qué te molestas? Todavía hay polvo en tu cara, ¡solamente te lo estaba limpiando!", Ethan respondió entre risas.

'¿Cómo puede ser tan linda?', pensó él.

Al día siguiente, Ethan y Janet se mudaron al apartamento.

Ahora, sería más fácil para ella trasladarse a su trabajo y tendría más tiempo libre para hacer lo que quisiera.

Conforme pasaron los días, la joven aceptó trabajos de diseño independiente para poder ganar un dinero extra, y durante los fines de semana, iba al hospital a ver a Hannah.

"He estado planeando trasladarte a otro hospital para que recibas un mejor tratamiento. Los que estan en el centro de la ciudad tienen una tecnología bastante avanzada y sería conveniente para ambas ya que podría verte más a menudo", Janet le dijo a Hannah mientras pelaba una manzana.

Habiéndola criado, Hannah era todo lo que Janet tenía.

"Pero allá todo es más caro. Además, estoy bien aquí", respondió la anciana, negando con la cabeza.

Aunque su cabello se había vuelto completamente blanco y su piel estaba arrugada, Hannah solo tenía sesenta años, aparentando más edad debido a su enfermedad.

Sabiendo que Janet tenía una vida difícil a pesar de que nunca hablaba abiertamente de sus problemas, ella no podía evitar sentirse mal cada vez que la veía.

"Encontré un nuevo trabajo, así que puedo permitirme pagar otro hospital. Tú no te preocupes por mí", mientras sonreía, Janet le entregó un plato lleno de rodajas de manzana, "Vamos, cómetelas".

Ella sabía que los gastos médicos se duplicarían si Hannah se mudaba a otro hospital, y aunque en ese momento no tenía el suficiente dinero, esperaba que su situación económica mejorara en el futuro.