Capítulo 35.- Vamos a aclararlo todo

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Entrecerrando los ojos, Pamela le dirigió una mirada peligrosa a Janet. ¡Nunca había pensado que esta última se atrevería a hacerle una escena en público!

"¿Estás loca? ¿Cómo te atreves a grabarme? ¡Estaba teniendo una conversación privada con un colega! ¡Esto es una invasión de mi privacidad!", Pamela exclamó con voz aguda mientras trataba de arrebatarle el teléfono a Janet.

No obstante, la joven fue más rápida y pudo esquivarla a tiempo, diciendo: "¡Tú me difamaste primero! Voy a llamar al señor Lyman en este momento para que arreglemos este asunto frente a él".

Luego salió del salón de café y fue directamente a la oficina del director. Llamó cortésmente a la puerta y anunció: "Señor Lyman, soy Janet".

Al escucharla, Ike soltó una risita, pensando que la chica había cedido demasiado pronto.

"¡Adelante! ¿Qué sucede?", preguntó, fingiendo estar preocupado.

Entonces, Janet sonrió levemente y habló: "Señor Lyman, ¿podría acompañarme, por favor? Hay un asunto del que necesita estar enterado".

¡Esto era increíble! ¿De verdad le estaba pidiendo ayuda?

Sin perder un segundo, Ike se aclaró la garganta y sonrió de oreja a oreja: "Por supuesto, vamos".

Después de seguir a Janet, el hombre encontró a un grupo de personas esperando afuera de su oficina.

Entre ellas, estaba Pamela, quien parecía estar nerviosa y apretaba los puños con fuerza.

"¿Qué está pasando?", Ike preguntó mientras miraba a su alrededor con confusión.

"Señor Lyman, alguien aquí inventó el rumor de que usted y yo tenemos una aventura. Esta persona incluso llegó a decirles a todos que anoche fuimos a un hotel", Janet explicó en un tono calmado pero severo y todos la miraron con ansiedad. Cabe mencionar que mientras hablaba, ella había sacado su celular para mostrarle al hombre la grabación que tenía.

De hecho, las insinuaciones coquetas de Ike estaban al borde del acoso, lo que también molestaba mucho a Janet. Queriendo ponerle fin a esto, ella aprovechó la oportunidad para hacer que él dejara de molestarla.

Después de escuchar la grabación, la expresión de Ike se endureció al instante.

Debido a lo que Janet acababa de hacer frente a todos, jamás podría llevar a cabo su plan de conquistarla. ¡Quién diría que esta chica que parecía ser la más dócil fuera en realidad una mujer dura y capaz!

Sin más remedio que aceptar la verdad, Ike suspiró profundamente y negó con la cabeza como si el rumor fuera completamente ridículo: "Todo lo que se dice en ese audio es totalmente falso. Ayer tuve una reunión que se prolongó hasta la medianoche, y si no me creen, pueden preguntárselo a mi esposa. La señorita Lind y yo no estamos involucrados en nada que no sean asuntos laborales".

Inmediatamente, la multitud comenzó a susurrar ahora que todo se había aclarado.

Puesto que el hombre incluso se había atrevido a mencionar a su esposa, eso significaba que realmente no estaba teniendo ninguna aventura con Janet.

Con una mirada sombría, Ike señaló a Pamela y le lanzó una advertencia: "Y tú, ya que tienes tanto tiempo libre para andar inventando chismes, ¿por qué no mejor te enfocas en el trabajo? Si vuelvo a escuchar otro rumor como estos, te juro que se lo informaré al CEO, ¿entiendes?".

Ante esto, el rostro de Pamela se puso tan pálido como si hubiera visto un fantasma.

Ella sabía que estaba condenada esta vez, ¡ningún jefe toleraría que sus empleados lo calumniaran!

Al día siguiente, Janet acababa de llegar al trabajo cuando una de sus compañeros la recibió con una noticia inesperada: "¿Ya escuchaste lo que pasó con Pamela? ¡La transfirieron a otro departamento con un empleo insignificante!".

Frunciendo un poco el entrecejo, Janet preguntó: "¿Fue el señor Lyman?".

"¡Claro! No puedes simplemente difundir un chisme sobre tu jefe y esperar que se quede de brazos cruzados. De hecho, hasta podría decir que el señor Lyman le tuvo piedad. ¡Cualquier otra persona la habría despedido! Aunque tengo la sensación de que Pamela no permanecerá en el Grupo Larson por mucho tiempo", su colega agregó con una sonrisa de complicidad.

Janet le devolvió el gesto y se quedó pensativa. Ella creía que la verdadera razón por la que Ike no notificó a las autoridades fue porque su reputación también se mancharía.

"¡Bien hecho, Lind! Aparte de que no era muy hábil, Pamela era una compañera celosa y egoísta. Siempre estaba provocando problemas y tratando de que corrieran a los demás. Ahora que se fue, hasta el ambiente en nuestro departamento se siente más relajado".

Otro de sus colegas le entregó un pequeño pastel a Janet y le dio una palmadita en el hombro para felicitarla: "Apoyo totalmente lo que hiciste ayer. ¡Fuiste muy valiente!".

Sintiéndose orgullosa de sí misma, Janet esbozó una cálida sonrisa.

La Novia Más Afortunada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora