La Novia Más Afortunada.

Capítulo 199. - Como una extraña

Janet se levantó de la cama y miró a Ethan, sorprendida. "¿Cómo es que conoces a una alta ejecutiva del Grupo Larson?".

"Era mi compañera de clase en la secundaria", contestó Ethan con despreocupación, apoyando la cabeza en el brazo de Janet.

"¿Compañeros de secundaria? Así que se conocen desde hace mucho tiempo. ¿A qué colegio fueron?", preguntó Janet, examinando su rostro.

En ese momento, la pequeña lámpara de mesa era la única fuente de luz en la habitación. Esa cálida luz amarilla parecía suavizar los rasgos de Ethan.

"El colegio Seacisco". Ethan se encogió de hombros. Teniendo en cuenta su identidad actual, no podía decir nada más.

"Mis profesores alguna vez mencionaron que es uno de los mejores colegios de la ciudad", dijo Janet, bajando la cabeza.

Solo los niños de familias ricas e influyentes estudiaban allí. Además, todos tenían un coeficiente intelectual extraordinario y destacaban en sus estudios. Ciertamente, la gente corriente no podría competir con ellos.

Por todo esto, Janet guardó silencio, mientras un extraño sentimiento se creaba en su corazón.

Resultaba que Ethan y Charis se conocían desde el colegio y habían estado en contacto desde entonces. Era inevitable que Janet sintiera que ellos compartían una buena relación.

Para completar, ahora la mujer era una alta ejecutiva en el Grupo Larson, lo que era un testimonio de su talento. Probablemente había sido excelente en todos los aspectos desde el colegio.

Debido a esto, Janet se preguntó si Ethan estaba enamorado de ella.

"¿En qué estás pensando?". El hombre frunció el ceño al ver que Janet parecía distraída.

Al instante, esta última recogió su camisón del suelo, se lo puso y se recostó en la cama. "¿Por qué nunca la habías mencionado antes?".

"No es importante para mí, así que no sentí la necesidad de hablarte de ella". Ethan le pellizcó la mejilla y la miró a los ojos. "No somos muy cercanos".

Janet giró la cabeza.

Realmente no sabía si eran simples conocidos o no.

Sin embargo, como Ethan lo decía, Janet optó por creerle.

Finalmente, ella se apoyó en la cama y se cubrió el rostro con la manta.

Un montón de emociones la consumían en ese momento. No podía deshacerse del malestar en su corazón. Sentía que Ethan tenía demasiados secretos y que, por alguna razón, no quería compartirlos con ella. Sinceramente el hombre siempre había sido un enigma. Ella no sabía mucho sobre él, y parecía que él tampoco quería que ella supiera más. Solo quería que viera el lado de él que había decidido revelarle.

De hecho, parecía que Ethan tenía diferentes personalidades y llevaba diferentes vidas. En consecuencia, Janet no podía descifrarlo ni saber lo que había en su interior.

Por esto, a ella le dolió el corazón, y se sintió de nuevo como una extraña.

Claramente, no estaba de humor para intimar con alguien que ni siquiera estaba dispuesto a revelarle quién era en realidad. "Bueno, se hace tarde. Me voy a dormir", murmuró ella, dándole la espalda.

Aunque lo dijo, Janet siguió muy despierta. Los innumerables pensamientos que se acumulaban en su mente perturbaban su paz. En un instante, ella apretó los labios y lo miró.

Esperaba secretamente que Ethan le contara algo más.

No obstante, él no pronunció ni una palabra. Solo lo oyó suspirar y acostarse a su lado.

Tras un rato, el corazón acelerado de Janet se calmó mientras escuchaba el tic-tac del reloj.

Justo entonces, Ethan se movió detrás de ella.

El pecho de él se apretó contra su espalda al abrazarla.