Capítulo 153. - No le gustan las mujeres

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Fulminándolo con la mirada, Ethan apretó los dientes y gruñó: "¿Quieres que finja ser gay?".

Ante esto, Garret estalló en una risa escandalosa que pareció durar una eternidad. Cuando finalmente se quedó sin aliento, se recostó en el sofá y comentó inocentemente: "¿Qué otra cosa puedes hacer? Quieres ayudar a tu esposa usando la identidad de Brandon, pero ella se niega a aceptar tu amabilidad. Y como su marido, tampoco puedes permanecer indiferente sabiendo que Brandon le está coqueteando".

En cuanto terminó de hablar, Garret volteó a ver a Ethan y solamente pudo distinguir el contorno de su cuerpo con la luz de la tarde. En un estado meditabundo, Ethan dejó el bolígrafo a un lado y se apoyó en su silla, suspirando profundamente. Luego de un largo rato, finalmente abrió la boca y respondió: "Creo que esa va a ser mi única opción".

Al escucharlo, la sonrisa de Garret se volvió aún más amplia, tomó un sorbo de té alegremente y chasqueó los labios antes de continuar: "Amigo, te dije que confiaras en mi sabiduría. ¿A quién más se le hubiera podido ocurrir una idea tan buena? Gracias a mí, encontraste la solución a tus problemas".

Curvando sus labios en una mueca, Ethan resopló molesto: "¡Por supuesto que solo tú podrías pensar en una idea tan ridícula, que aunque podría funcionar, también es una espada de doble filo!".

Luego de entrecerrar los ojos como si estuviera indignado, Garret se quejó: "Me tomó mucho tiempo resolver este problema por ti. ¿Cómo puedes decirme eso?".

Para ser sincero, Ethan pensaba que, después de todo, la idea de Garret no era tan mala. Porque incluso si Janet tuviera la impresión de que Brandon era gay, cuando él revelara su identidad en el futuro, el malentendido desaparecería naturalmente. Pero a pesar de saber esto, no podía evitar sentirse incómodo.

Sería mucho mejor si alguien más le dijera a la joven que Brandon prefería a los hombres; no obstante, él mismo iba a tener que hacerlo.

¡Si de por sí ya era difícil para cualquier chico heterosexual mentir con esto, obviamente lo sería más para el dominante y poderoso CEO de Grupo Larson!

Sin quitar su tonta sonrisa, Garret le guiñó un ojo y exclamó ansiosamente: "¡Tengo otra idea! ¿Por qué no le dices a Janet que tienes disfunción eréctil? De esta manera, incluso si Brandon estuviera enamorado de ella, no hay nada que pueda hacer al respecto".

Con cada palabra que decía, a Ethan no le quedaba duda de que su amigo era el tipo más astuto que conocía.

A pesar de haber nacido en una familia dedicada a los negocios, y aunque las tres generaciones anteriores a él eran todos hombres serios y admirables, Garret no se parecía a ellos en absoluto. Desde que era muy pequeño, él pensaba de manera diferente. De hecho, Ethan se hubiera atrevido a describirlo en aquel entonces como un viejo zorro atrapado en el cuerpo de un niño.

"Si sigues diciendo tonterías, pronto serás tú el que no pueda mantener una erección", Ethan murmuró en tono amenazador.

Pero Garrett agitó la mano como si lo hubieran elogiado y hasta se rio: "Jajaja, okey, no más bromas. Creo que la primera solución es nuestra mejor opción. De todos modos, es la única alternativa que nos queda".

Aunque no respondió, el ceño fruncido de Ethan lo dijo todo.

*******

Empezaba el otoño en la ciudad de Seacisco, por lo que las hojas originalmente verdes comenzaron a tornarse amarillas y anaranjadas. Los días también cambiaron y se volvieron más cortos, haciendo que el sol se ocultara antes de que la gente saliera de trabajar.

Hoy, al volver a casa, Ethan recorrió cada una de las habitaciones buscando a Janet sin éxito.

Frustrado, se dirigió a la cocina, sacó una lata de cerveza helada del refrigerador y se la bebió de un solo trago. Luego, aplastó el envase vacío y se apoyó pensativamente contra la pared.

Honestamente, no tenía la menor idea de cómo iniciar la incómoda conversación con su esposa.

Pero justo cuando se estaba imaginando los posibles escenarios de su charla, la puerta se abrió de golpe, devolviéndolo a sus sentidos.

Janet entró y se detuvo cuando lo vio, curvando los labios en una encantadora sonrisa. "¡Qué bueno que hayas llegado temprano!", exclamó, visiblemente encantada.

Mientras hablaba, ella caminó hacia la nevera y acomodó todas las frutas y verduras que acababa de comprar.

Sin embargo, no tardó en darse cuenta de que había algo extraño en el semblante de su marido, por lo que se giró hacia él y preguntó: "Oye, ¿por qué tienes esa cara tan larga? ¿Pasa algo malo?".

Después de respirar lo más hondo que pudo para armarse de valor, Ethan apretó la mandíbula y sus ojos se pusieron aún más serios que antes: "Estuve hablando con Brandon. Aunque no lo vi cara a cara, tuvimos una plática por teléfono".

Tal como lo esperaba, Janet se sorprendió tanto con su declaración que lo interrogó de inmediato: "¿Es en serio? ¿Cómo te las arreglaste para ponerte en contacto con él?".

A pesar de que Ethan ya le había dicho que hablaría con Brandon, la joven no creyó que esto fuera a suceder pronto, pues ni siquiera ella, que era su empleada, podía acercársele así como si nada.

Cruzando la cocina hacia el suave sofá, Ethan trató de mantener la compostura y respondió casualmente: "Tengo mis trucos para hacerlo".

"Bueno, como sea. ¿Qué te dijo? ¿Fue grosero contigo?", Janet preguntó con curiosidad. Si bien lo había seguido hasta el sofá, ella no se sentó porque sintió que su esposo estaba molesto, así que solo se mantuvo cerca.

Ethan se frotó la nuca y puso los labios en una línea recta. Minutos más tarde, replicó: "Ya no tienes que preocuparte por Brandon. No le gustan las mujeres".

La Novia Más Afortunada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora