Capítulo 190. - Un encuentro sospechoso

723 42 0
                                    

"Perdón, es que me duele un poco el estómago. Dame cinco minutos, ya casi salgo", Ethan dijo en un tono de incomodidad.

Solo había una forma de entrar y salir del baño de hombres, así que pensando que era imposible que su marido hubiera ido a otro lado, Janet murmuró: "Okey, te espero".

Después de una breve pausa, ella frunció los labios y agregó con preocupación: "¿Quieres que vaya a buscar algún medicamento para ti? Tal vez comiste algo que te hizo daño. ¿Tienes diarrea o vómito?".

Pero por lo que podía recordar, ella y Ethan habían comido lo mismo ese día.

"No, no, así estoy bien. Solo espérame, ya voy", con eso, Ethan soltó un suspiro del otro lado de la línea y colgó.

Mientras Janet jugaba ociosamente con su celular, una figura alta y fuerte apareció a sus espaldas.

Se trataba de Brandon, quien llevaba un antifaz negro que le cubría casi toda la cara, dejando únicamente descubiertas su boca y un par de pupilas negras.

Sobresaltada, la joven se quedó sin aliento un instante, aunque se recuperó de inmediato: "Buenas noches, señor Larson". ¿Por qué Brandon no había hecho ningún sonido al acercarse? ¡Era como un fantasma!

Él asintió en completo silencio a forma de saludo y entró directamente al baño de hombres.

De pronto, Janet tuvo un mal presentimiento al recordar que su marido seguía adentro, así que volvió a marcar su número apresuradamente.

Sin que ella lo supiera, Ethan acababa de entrar al segundo cubículo y empezó a cambiarse de ropa lo más rápido que podía.

Justo cuando se estaba quitando los pantalones, su celular empezó a vibrar nuevamente, así que se puso otros y ni siquiera tuvo tiempo de abrocharse el cinturón. Preso del pánico, él sacó el teléfono de su bolsillo y contestó: "¿Qué pasa?".

"¿Por qué tardaste tanto en responder?", Janet preguntó en tono sospechoso.

"Porque me estaba lavando las manos, por eso", Ethan dijo mientras un sudor frío le recorría la espalda.

"Ah, okey. Date prisa", impaciente, Janet terminó la llamada.

Después de lo que pareció una eternidad, Ethan finalmente salió.

Entonces, ella se le acercó y lo inspeccionó cuidadosamente: "¿Por qué tardaste tanto? ¿Y por qué está arrugada tu ropa?".

Las arrugas en el traje de Ethan eran tan evidentes que no había forma de ocultarlas.

Además, hacía solo unos minutos, Brandon había entrado al baño, justo cuando su marido tardó en responder la llamada.

¿Había pasado algo entre ellos dos allá adentro?

Cuando este pensamiento cruzó por su mente, Janet frunció el ceño y fue directo al grano: "¿Te encontraste con Brandon en el baño? Entró hace un momento".

Aunque no sabía lo que su esposa pensaba, Ethan estaba seguro de que no era nada bueno.

Para distraerla, él sonrió y colocó el brazo sobre sus hombros con la intención de llevarla a la pista de baile: "No, para nada. ¿Te hice esperar mucho? Perdón, no fue mi intención. ¿Quieres comer algo?".

"No, aún no tengo hambre. ¿De verdad no viste a Brandon?", insistió Janet.

Incluso continuó mirando hacia atrás, prestando excesiva atención a la puerta del baño.

"¿Qué tanto miras?".

Tomando su mano, Janet lo arrastró de nueva cuenta hasta el baño: "¿Por qué tienes tanta prisa? Me acabo de enterar de que la ropa que me dio Brandon es muy cara. Por favor esperemos a que salga, me gustaría agradecerle apropiadamente".

Esta vez, Ethan estaba en problemas, aunque no podía hacer nada más que seguir a su esposa, sin saber cómo lidiar con esta situación.

Después de consultar la hora en su teléfono, Janet miró hacia la puerta del baño e hizo una mueca: "Brandon lleva allí mucho tiempo. ¿Estará bien?".

La Novia Más Afortunada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora