Capítulo 184. - Transferencia

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Al ver las noticias de la mañana, Janet descubrió que Fiona había sido arrestada.

El Grupo Lind era algo famoso en Seacisco.

En ese instante, Hannah salió de la cocina para llamar a Janet a desayunar, y al verla mirando distraídamente la televisión, siguió su mirada y se encontró con la noticia. "¡Deberían haberla arrestado hace mucho tiempo! Sin el viejo señor Lind, tanto la familia como su negocio se han ido desmoronando con cada día que pasa".

"Pero, Hannah, la empresa ha estado funcionando sin el abuelo todos estos años", comentó Janet al tiempo que se giraba y le sonreía, sin molestarse en prestarle más atención a la televisión.

Enseguida la anciana soltó un resoplido burlón. "Los Lind han cometido muchas malas acciones a lo largo de los años, y creo que es hora de que paguen por ello".

Al escucharla, Janet le agarró el hombro y se puso de pie. "Bueno, no pienses más en eso. Después de todo, ya no tenemos nada que ver con esa familia. Ya está".

Ella había decidido dejar atrás el pasado después de cortar todos los lazos con ellos.

Sin embargo, Hannah era mayor, por lo que no podía dejar de descargarse en quejas. Entonces siguió viendo las noticias. "Me pregunto quién lo hizo".

Tras tomar un sorbo de leche, Jane negó con la cabeza. "No tengo ni idea, pero Fiona ha hecho muchas cosas malas, así que no me sorprende. Además, los Lind ya estaban al borde de la ruina, así que era solo cuestión de tiempo".

Dado que no estaba de humor para hablar de la desgracia de su antigua familia, Janet comió rápidamente. Después de todo, ya no tenía nada que ver con ellos y no le preocupaban.

Al verla a punto de irse al trabajo, Hannah la detuvo. "¿Janet?". Y aclarándose la garganta, dijo: "Ahora que la deuda está saldada, creo que es hora de que yo regrese. Prefiero vivir en el pueblo; la vida en la ciudad no es para mí".

A la anciana no le gustaba la vida moderna allí donde la gente vivía como robots. Los vecinos solían invitarla a bailar, pero considerando que era una aprendiz lenta, habían dejado de llamarla. En cambio, la vida en el campo parecía feliz y pacífica. Allí podía cultivar vegetales y criar pollos y patos para matar el tiempo.

Sosteniendo su abrigo, Janet la miró y le dijo: "¿No puedes quedarte aquí un par de días más? Vivir sola en el campo no es fácil. Tengo planeado comprar una casa cercana una vez que tenga suficiente ahorro. Te mudarías conmigo, ¿verdad?".

"No hay nadie que cuide mis verduras, así que tengo que volver o se pudrirán en el campo". Hannah tampoco quería dejar a Janet, pero regresar a su casa le parecía lo más correcto porque no quería molestar a la joven pareja. Además, ella nunca podría acostumbrarse a la ajetreada vida de la ciudad.

Con un suspiro, Janet asintió. "Bien, reservaré un taxi para que te lleve a casa después del trabajo".

Eran casi las once de la noche cuando la joven regresó a casa después de dejar a Hannah en su casa.

Tan pronto como cerró la puerta, unas manos fuertes agarraron su cintura por detrás, y antes de que pudiera reaccionar, quedó atrapada contra la pared.

Ethan presionó su cuerpo contra el de ella y comenzó a desabrocharle la camisa. Su respiración salió en jadeos, y su cuerpo estaba caliente por las ganas. "Vamos a mi habitación. Te deseo mucho".

"Ethan, estoy un poco cansada", dijo ella aunque los besos apasionados del hombre le hicieron hormiguear el cuero cabelludo. Ella ni siquiera había tenido tiempo de encender la luz cuando Ethan la había atrapado en su fuerte abrazo.

Abriendo sus párpados pesados por la lujuria, él frotó su pecho contra el de ella. "Tú solo disfruta, yo haré todo el trabajo", murmuró él en una voz ronca.

"Ya es tarde, y tengo que ir a trabajar mañana. Ahora que Hannah se fue, regresaré a mi habitación". Dicho eso, Janet se dio la vuelta y lo empujó. "¿Qué tal la próxima vez? De veras estoy exhausta".

La relación de Ethan con Brandon todavía molestaba a Janet, y como ahora sospechaba que Ethan era gay o al menos bisexual, simplemente no podía entregarse a él. Es decir, su marido tenía marido.

No obstante, Ethan no sabía lo que ella tenía en la mente, y solo quería consumar su relación haciéndole el amor. De todos modos, él quería que su primera vez fuera especial y memorable, así que era mejor ceder ante la sugerencia de Janet y guardarlo para otro momento cuando ambos estuvieran libres y dispuestos.

Luego de darle un suave mordisco en el lóbulo de la oreja, murmuró: "Está bien, te dejaré tranquila esta vez, pero duerme en mi habitación".

Antes de que Janet pudiera responder, él le puso sus manos sobre las mejillas y la besó apasionadamente.

Él estaba muy desesperado por hacerle el amor.

La noticia sobre los estafadores y el arresto se volvió viral en Internet.

Con eso, se aclararon todos los rumores sobre Janet.

A la mañana siguiente, cuando ella fue a trabajar, se encontró en el ascensor con Christopher, quien llevaba una caja enorme en sus manos.

"Chris, ¿renunciaste?", le preguntó sorprendida.

Negando con la cabeza, él sonrió con amargura. "Me transfirieron a nuestra sucursal en Argia. Me designaron como el nuevo director del departamento allá".

La Novia Más Afortunada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora