Capítulo 150. - Un hombre misterioso

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"Está bien, se lo agradezco. ¡De verdad estaba muy asustada hace un momento!", Janet dijo entre jadeos.

Si bien no se sentía ofendida por el comportamiento de Brandon, sí estaba un poco desconcertada.

Después de todo, él no parecía ser el tipo de hombre que trataría así a una de sus empleadas, pues cuando la tuvo en sus brazos, sus movimientos eran tan naturales como si hubiera hecho este tipo de cosas innumerables veces.

"¿Tienes miedo de mí ?".

Ethan, cuyas yemas de los dedos seguían hormigueando por haber tocado a Janet, se percató de inmediato de que ella parecía asustada. Cada vez que se besaban, la joven siempre se relajaba en sus brazos, pero ahora, su actitud era completamente diferente.

"Sinceramente, sí, un poco. Aunque no lo culpo ya que todo fue demasiado repentino", a pesar de que eran algo así como amigos, Janet no se atrevió a decirle a Brandon que se mantuviera alejado de ella. Al final de cuentas, él era su jefe, y si quería seguir trabajando en el Grupo Larson, no tenía más remedio que tragarse su orgullo y mostrarle al hombre el respeto que se merecía.

Pero aún con esto en mente, ella estaba confundida por la forma en que Brandon la trataba.

¿Será que estaba interesado en ella?

'No, ¡no pienses tonterías!', la joven se dijo a sí misma, sacudiendo la cabeza en la oscuridad.

Sea cual fuere la razón por la que Brandon se comportaba así, Janet simplemente no podía entender qué tipo de persona era él.

Mientras ella estaba sumergida en sus pensamientos, Brandon se quedó completamente callado.

Un silencio total se apoderó del ascensor por varios minutos hasta que un estruendo llamó su atención y la luz entró a raudales. ¡Los rescatistas finalmente habían forzado la puerta para abrirla!

Usando unos uniformes color naranja, ellos les tendieron la mano: "¡Vamos, agárrense fuerte!".

Debido a lo brillante de la luz, Janet estaba parpadeando rápidamente cuando Brandon se le acercó y dijo: "Sal primero".

Luego, puso sus manos debajo de los brazos de la joven y la levantó por detrás para entregársela a los rescatistas, quienes se la llevaron a otro lado.

Afuera, un grupo de personas se había reunido frente al elevador. La mayoría de ellos eran empleados de Grupo Larson, cuya curiosidad por saber qué le había pasado a su CEO los rebasaba.

"Lind, ¿te encuentras bien? Vete a casa, ya casi es la una. ¡Tu familia debe estar muy preocupada!", exclamó Garret, empujándola hacia la salida apresuradamente.

Y así, sin darle oportunidad de protestar, la joven ya estaba en la puerta.

"Bueno, supongo que entonces me iré a casa, señor Harding", dijo Janet, encogiéndose de hombros.

Pensando que los rescatistas ya habían sacado a Brandon, ella quiso aprovechar esta oportunidad para mirar dentro y finalmente conocer su aspecto.

¡Siempre había querido saber cómo era físicamente el misterioso CEO de Grupo Larson!

Para su mala suerte, lo único que pudo ver fue la ancha espalda de Brandon, pues Garret se interponía con su alta figura. Con la cabeza agachada, Brandon fue escoltado por un grupo de hombres vestidos de negro.

En todo ese tiempo, Janet ni siquiera pudo conocer su rostro.

"¿Qué estás mirando, Lind?", arqueando una ceja, Garret la devolvió a sus sentidos: "Estabas tratando de echarle un vistazo a Brandon, ¿cierto? ¡Es una pena que se haya ido demasiado rápido!".

"No, no, para nada. Estaba viendo otra cosa", llena de culpa, Janet se sonrojó y dijo lo primero que se le ocurrió.

Como ya no quería seguir hablando con él, ella se despidió cortésmente y continuó con su camino.

Pero entonces, Garrett dio dos pasos hacia adelante y ofreció en tono amable: "Es demasiado tarde, déjame llevarte a casa".

A decir verdad, alguien le había encargado que la fuera a llevar a casa y se asegurara de que estuviera sana y salva.

Sin embargo, la joven no creía que fuera apropiado que él la acompañara a su apartamento considerando la hora, así que rechazó su oferta educadamente: "Se lo agradezco, señor Harding, pero prefiero irme sola. Además, mi casa no está tan lejos de aquí, será como si solo hubiera salido a dar un paseo antes de que llegue".

"Parece que piensas que te voy a morder, pero bueno. ¡Vete con cuidado, Lind!", exclamó Garret, sonriendo mientras volvía tranquilamente al edificio.

Como se lo había prometido a Ethan, él llamó a uno de los guardaespaldas y le pidió que siguiera en secreto a Janet. No se sintió aliviado hasta que se enteró de que ella ya había llegado a su apartamento.

La Novia Más Afortunada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora