Capítulo 41.- Evidencia en video

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Al día siguiente, Janet fue a trabajar, y su estómago se revolvía con inquietud todo el tiempo, pues ella sabía que Ike no la perdonaría por lo que había pasado la noche anterior.

Tan pronto como llegó a su escritorio y se sentó, el susodicho salió de su oficina y le arrojó una pila de documentos sobre la mesa. "¡Estas despedida! ¡Empaca tus cosas y sal de aquí ahora mismo!".

Al recoger los documentos, ella se dio cuenta de que todos eran borradores de diseño que había entregado anteriormente. "¿Puedo saber por qué me está despidiendo, señor Lyman?", preguntó con calma.

Él todavía tenía una curita en el puente de la nariz para cubrir una de las heridas que había sufrido, y sus ojos ardían de rabia. Las palabras de Janet le recordaron la forma en que había sido humillado la noche anterior. "¡Eres incompetente para tu posición actual!", escupió venenosamente. "Empaca tus cosas y vete del Grupo Larson. Eres solo una recién graduada, y me aseguraré de que nunca prosperes en el campo de la moda. Mientras yo esté en la industria, tú no podrás conseguir un trabajo, y mucho menos tener éxito en tu carrera".

"Pero ya usted había aprobado mis diseños. ¿Por qué dice que soy una incompetente ahora?", cuestionó ella, agarrando sus diseños. Enseguida su aguda mirada se encontró con la de él, pero ella no parecía asustada en lo más mínimo.

Los gritos de Ike llamaron la atención de otros empleados.

Por lo tanto, estos dejaron de trabajar y se dedicaron a mirarlos.

"Es cierto, señor Lyman. Ya comenzamos a ejecutar el plan de diseño de Lind después de que usted lo aprobara", intervino uno de los colegas de Janet.

Ella tenía una buena relación con todos en el departamento, y sus colegas la querían y la respetaban.

"¿Hay algún malentendido? Señor Lyman, todos hemos sido testigos del excepcional talento de Lind, y ella es dinámica y diligente".

El rostro de Ike se oscureció cuando vio a los colegas de Janet defenderla, y tras aclararse la garganta, dijo: "No pasa nada; el plan de diseño se cambia ahora. ¡Ella está despedida! Elegiré un nuevo diseño de los que todos los demás me enviaron anteriormente. ¡No más preguntas! Soy el director, y si digo que alguien es incompetente, ¡eso significa que lo es!".

La gente a su alrededor se quedó en silencio y miraron a Janet con lástima.

A esas alturas, supusieron que Janet había ofendido a Ike de alguna manera, y que probablemente por eso él la estaba despidiendo. Él ya había tomado su decisión, y como era un diseñador sénior respetado en la industria, nadie se atrevía a cuestionar sus decisiones o discutirle.

Janet solo pudo exhalar un largo suspiro de impotencia. Teniendo en cuenta lo que había sucedió la noche anterior, ella sabía que las cosas terminarían de esa manera.

De dientes apretados, clasificó sus diseños y se preparó para empacar sus cosas, aunque se entristeció mucho al saber que ya no era una empleada del Grupo Larson.

"¡Esperen!", exclamó una intimidante voz masculina.

Al mirar hacia arriba, Janet descubrió que se trataba de Garrett.

Después de mirarla a ella, este caminó hacia Ike. "Lyman, alguien presentó un informe que indica que abusaste de una empleada de la empresa e intentaste violarla".

El departamento entero estalló en un alboroto, y todos los ojos se volvieron hacia Ike para observarlo con escrutinio.

"¿Qué? Señor Harding, yo nunca haría tal cosa. Alguien debe de haber presentado una denuncia en mi contra a propósito solo para arruinar mi reputación", replicó Ike al tiempo que sacudía la cabeza con fiereza.

En ese momento, Christopher entró al departamento. "¿Tú nunca harías tal cosa?", cuestionó, mirándolo con furia. "Ayer te vi llevar a la fuerza a la señorita Lind a una cena y amenazarla con su trabajo".

Al escuchar eso, Ike se puso tenso. "¡Solo estás haciendo acusaciones sin fundamento!", espetó con frialdad. "Pensé que Lind tenía potencial, así que le propuse llevarla a una fiesta para diseñadores anoche. Yo solo quería presentarla a algunas personas para ayudarla, lo que menos pretendía era molestarla".

Apretando los puños, Janet le lanzó una mirada furiosa y se le apretó el estómago. Ella no podía creer que él tuviera la audacia de mentir después de lo que había sucedido.

"Veamos la evidencia primero, y así sabremos si es cierto o no", soltó Garret con una sonrisa astuta. De inmediato su asistente abrió la computadora portátil y reprodujo un video.

El lugar que se veía en pantalla parecía el pasillo de un hotel, y al abrirse la puerta de un ascensor, se vio a Janet queriendo entrar, pero Ike la sacaba a rastras. Su cabello estaba despeinado y el pánico era evidente en sus ojos mientras luchaba desesperadamente porque Ike intentaba arrastrarla a una habitación.

"¿Es así como ayudas a una empleada?", cuestionó Garrett en un tono burlón y lleno de rabia.

La Novia Más Afortunada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora