Los dos empacaron las pertenencias de Hannah, y se llevaron a la anciana a la ciudad la misma tarde.
Sin embargo, al principio a esta no le gustó la idea. "Me siento incómoda de mudarme allá. Además, ustedes están recién casados, y no quiero molestarlos. Es más, tienen que trabajar, y estoy segura de que vuelven a casa agotados. No quiero ser una carga. Tampoco estoy acostumbrada a vivir en la ciudad. Los edificios altos y las calles anchas me asustan, sin mencionar que ya no podré charlar con mis amigos del pueblo".
"No te estoy pidiendo que vivas con nosotros para siempre, solo quédate por un tiempo para que podamos evitar a esos cobradores. Sé que prefieres vivir en el pueblo, pero ahora no parece una buena idea. Te llevaremos de regreso una vez que el problema haya terminado", argumentó Janet.
Con un suspiro, Hannah le dio un asentimiento.
Una vez que regresaron al apartamento, Janet abandonó su habitación y puso sus pertenencias personales en la de Ethan.
"¿Por qué mueves tus cosas? ¿Acaso ustedes están durmiendo en habitaciones separadas a pesar de llevar casados tanto tiempo?", preguntó la anciana al tiempo que agarraba el brazo de Janet y la miraba con preocupación. "¿Ese hombre no te está tratando bien? ¿Se pelearon?".
Entrecerrando los ojos, Hannah miró a Ethan, quien estaba ocupado cocinando, y por su parte, Janet no pudo evitar sonreír ante la consternación de la mujer. "No, estamos bien. Es que yo he estado trabajando horas extras, así que llego a casa tarde en la noche, y como no quería perturbar el sueño de Ethan, elegí dormir en una habitación separada esos días. Oye, el largo viaje debe de haberte agotado. ¿Quieres tomar una siesta en el dormitorio?".
"Muy bien. Pensé que el chico guapo no te estaba tratando bien", dijo la anciana con una sonrisa que acentuó las arrugas alrededor de sus ojos. "Por cierto, no te desgastes. Yo soy vieja, pero puedo arreglar la habitación por mi cuenta".
Janet llevó toda su ropa a la habitación de Ethan para que Hannah pudiera descansar en la suya.
De pronto sintió un fuerte agarre a su alrededor, y tras una risita de Ethan, los dos rodaron sobre la cama.
Entonces ella soltó un gritito por la sorpresa. "¿Por qué no hiciste algún sonido antes de entrar? Oye, detente. Hannah está en la habitación de al lado".
"Mi habitación está insonorizada. Pongámoslo a prueba para que veas", murmuró Ethan antes de morderle la clavícula. Presionó su cuerpo contra el de ella. Su camisa negra suelta se deslizó un poco hacia abajo, revelando su clavícula, y su mandíbula cincelada y la barba creciente debilitaron las rodillas de Janet.
La intensidad de su mirada le erizó los vellos de todo el cuerpo, y al apretar su agarre, le hizo imposible moverse.
Entre quejidos, ella exigió, "¡No ahora, Ethan! Suéltame". Janet estaba asustada, pues él estaba excitado, y parecía que se abalanzaría sobre ella. Sería vergonzoso si Hannah lo escuchara. "¡Para! Necesito discutir algo importante contigo. Tenemos que pensar en cómo ayudar a Hannah".
Al escuchar eso, él finalmente la soltó, y dejándole un beso en la comisura de los labios, se recostó en la cabecera de la cama y pensó por un momento. "Bueno, el problema de Hannah es bastante complicado. Leí el documento que firmó, y los papeles parecen lo suficientemente legítimos, de modo que no podríamos probar que ella fue engañada u obligada a firmarlos. Incluso si vamos a la corte, no creo que pudiéramos ganar el caso".
"¿Qué quieres decir? No podemos pagar esa cantidad. ¡Son trescientos mil!", soltó Janet, sonando muy ansiosa.
Dado que ella acababa de empezar a trabajar, sus ingresos no alcanzaban para cubrir la deuda, y tampoco tenía muchos ahorros. ¿Por qué más le habría pedido a la familia Lind que pagara los gastos médicos de Hannah? Ahora conseguir lo que le pedían esos estafadores sería una pesadilla, y la verdad era que ella no sabía qué hacer.
Ethan se quedó mirando al techo unos segundos. "Bueno", comenzó tras respirar hondo, "Como de seguro que es imposible ganar este caso, creo que la única solución es destruir esa banda fraudulenta".
"¿Qué? ¿Y cómo podríamos hacer eso? Ninguno de nosotros tiene el poder o los medios para lograrlo. Si fuéramos tan poderosos, no nos estaríamos preocupando por conseguir el dinero en primer lugar", cuestionó Janet porque sentía que estaban en callejón sin salida.
Ethan se giró para mirarla.
Sí, para Ethan era imposible resolver tal problema, pero Brandon podía, y de hecho eso sería pan comido para él.
Por mucho que quería decírselo a Janet, decidió no hacerlo porque si mencionaba a Brandon primero, solo despertaría sus sospechas.
Con una sonrisa, se limitó a pellizcarle la mejilla, y al ver que ella todavía estaba molesta, la jaló hacia un abrazo. "No te preocupes, yo hablaré con mis amigos. Algunos de ellos son víctimas de grupos fraudulentos como ese, así que les pediré consejo. Ya olvida eso por ahora".
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La Novia Más Afortunada.
RomanceJanet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz.............