Capítulo 42.- Un beso

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El video demostró con total claridad que Ike no solo había agredido a Janet sino que también había intentado violarla. Consciente de que nada lo salvaría, se le debilitaron las piernas y se desplomó en la silla a su lado.

De inmediato, Garrett le indicó a su asistente que se llevara la computadora portátil. "La evidencia lo dice todo. Ike Lyman, estás despedido del Grupo Larson por abusar sexualmente de una compañera de trabajo".

Ike se quedó mirando a Janet con resentimiento y pensando en cómo vengarse de ella cuando llegó un grupo de policías y se lo llevaron a rastras.

Christopher se aproximó hacia Janet y le dijo en tono de disculpa: "Lo siento, no debí dejar que Ike te llevara ayer. ¿Te lastimó?".

Negando con la cabeza, ella sonrió y puso sus diseños sobre la mesa. "No es tu culpa, Chris, yo misma te dije que no te metieras en eso. Además, pensé que era solo una cena informal con clientes. Qué estúpida fui. Afortunadamente, alguien me salvó a tiempo, así que no pasó nada".

"Qué bueno. Y gracias a Dios no tienes que dejar el Grupo Larson. Me pregunto quién presentó un informe contra Ike", dijo Christopher con una sonrisa amarga.

Él de veras lamentó no haber impedido que Janet se fuera con Ike o incluso haberla seguido, pues podría haber sido él quien la salvara, y ahora tal vez sería un héroe frente a sus ojos.

Después de que Ike se fuera, su puesto como director del departamento quedó vacante, por lo que Garrett llevó a cabo una reunión con los altos ejecutivos, y le asignó a Tiffany Fisher que asumiera el cargo. Ella ya era directora de otro departamento, y también fue una diseñadora de moda de renombre una vez.

Cuando Janet regresó del trabajo, una ola de alivio la inundó cuando vio a un hombre trotando en el barrio.

"¡Ethan!", lo llamó al tiempo que lo saludaba con la mano.

Mientras él disminuía gradualmente la velocidad, Janet no podía esperar para hablarle, y mirando su hermoso rostro sudoroso, le preguntó: "¿Fuiste tú quien presentó un informe contra Ike?".

"Sí", respondió Ethan, ya dejando de correr. Tras abrir la botella que tenía en la mano, bebió unos cuantos tragos, se limpió la boca con la manga y preguntó: "¿Fue arrestado?".

Janet lo siguió mientras caminaba y respondió: "Sí, no solo fue despedido, sino que se lo llevó la policía esta mañana. Oye, ¿cómo obtuviste el video de vigilancia del hotel?".

Tal incidente arruinaría la reputación de ese lugar, y teniendo eso en consideración, ellos no compartirían esas imágenes con nadie para no meterse en problemas. Además, Janet estaba cien por ciento segura de ello porque había intentado pedir ayuda en el momento, pero el mesero simplemente la ignoró.

Agarrando el bolso de la computadora portátil sobre su hombro, Ethan caminó hacia su apartamento. "Ya que tengo algunos amigos poderosos, les pedí que me ayudaran a obtenerlo".

"¡Vaya! Conoces a mucha gente", comentó ella al tiempo que lo miraba con asombro, habiendo creído en sus palabras.

Cuanto más tiempo se quedaba con Ethan, más confiable sentía que era, sin mencionar que le impresionaba que él tuviese amigos en todos los campos.

"Gracias por ayudarme. No tienes idea de lo desvergonzado que estaba siendo el hombre desagradable, pues negó todo incluso cuando el señor Harding se presentó allí".

Luego de abrir la puerta, Ethan entró y arrojó las llaves sobre la mesa, y al ver la sonrisa en el rostro de Janet, arqueó una ceja hacia ella. "Después de todo lo que hice, ¿solo vas a agradecerme verbalmente? Eso me parece un gesto poco sincero".

"¿Y qué más quieres que haga? Bueno, ¿qué tal si cocino algo delicioso para ti esta noche?", consultó ella al tiempo que inclinaba la cabeza y parpadeaba inocente y repetidamente.

"¿Crees que es así de fácil satisfacerme?", cuestionó él, recorriéndole poco a poco el cuerpo con los ojos.

Con un puchero, Janet le lanzó una mirada. "¿Entonces qué quieres?".

La vista de Ethan se posó en sus labios carnosos mientras un remolino de pasión lo consumía; él sí que se sentía atraído por ella.

"Bueno, ¿por qué no cumples con tu deber como esposa haciéndome el amor?", le preguntó mientras la veía fijamente a los ojos con su mirada magnética, la cual pareció llevar a Janet a un estado de dicha.

"¡No me tomes el pelo!", chilló ella, y sonrojándose, se dio la vuelta para irse. Ethan agarró su mano enseguida y se rascó el cabello. "Bien. Al menos bésame".

Habiéndose dado la vuelta, Janet frunció los labios y no respondió a su pregunta.

Al ver que ella no se negó, Ethan la atrajo hacia él, le agarró suavemente la mano y la puso alrededor de su cintura. "Date prisa", la instó, y cerrando los ojos, le dijo: "No te miraré".

Janet sintió su rostro ponerse caliente, y es que como Ethan tenía los ojos cerrados, reunió el coraje para observarlo. Él era un hombre apuesto, maduro y varonil, de modo que el corazón de Janet se alborotó en su pecho ante semejante espécimen.

Luego de un momento de vacilación, se quedó mirándole los labios, y poniéndose de puntillas, le dio un suave beso.

La Novia Más Afortunada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora