Capítulo 90.- Sus regalos

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"Esto... Esto es demasiado caro e invaluable. ¿El señor Larson también les dio ropa a los otros empleados?", preguntó Janet con su rostro pálido de horror.

"No debes pensar demasiado en eso", respondió Garrett.

A juzgar por su tono, parecía obvio que nadie más que la chica había recibido cosas tan caras.

El estómago de esta se revolvió con inquietud, y sus palmas comenzaron a sudar.

Y es que esos no eran simples regalos ordinarios, de modo que ella no se atrevía a aceptarlos.

"Bueno, yo solo sigo las órdenes del señor Larson. Si tienes alguna pregunta, no dudes en hacérsela a él", dijo Garrett sonriente para continuar leyendo el documento frente a él.

Janet salió de la oficina de este, y rápidamente le envió un mensaje a Brandon.

Miles de personas trabajaban para la empresa. ¿Cómo podría ser ella la única en recibir regalos tan caros?

De hecho, el Departamento de Diseño era el más crucial del Grupo Larson, pero allí Tiffany era superior a Janet, cosa que la confundía todavía más.

"Señor Larson, gracias por la ropa y los zapatos, pero me temo que no puedo aceptarlos. Yo no estoy acostumbrada a usar ropa cara. ¿Por qué no se la da a otros empleados en mi lugar?". A Janet no le importaba si el mensaje sonaba grosero, todo lo que quería era que él supiera que ella no podía aceptar regalos caros sin motivo alguno.

Parecía que Brandon era demasiado amable con ella, tanto que comenzó a volverse espeluznante.

Ella nunca había visto al misterioso CEO, y quizás él tampoco la había visto en persona.

Si bien ella trató de no analizar demasiado la situación, su intuición le decía que algo andaba mal.

El día pasó en un abrir y cerrar de ojos, y horas más tarde, Janet por fin recibió un mensaje de él.

"Es posible que tengas que involucrarte en más proyectos de colaboración en el futuro, pero pese a ser diseñadora del Grupo Larson, no pareces prestar atención a tu forma de vestir. Es una cuestión de imagen de nuestra empresa. No quiero que la gente cuestione nuestras habilidades de diseño, y lucir la indumentaria adecuada también es una estrategia publicitaria. Como diseñadora, tienes que comprometerte del todo".

Ese fue un discurso largo, razonable e irrefutable.

Brandon fue lo suficientemente inteligente como para persuadirla de que aceptara la ropa a pesar de que ella no creía que fuera apropiado hacerlo.

Janet se quedó mirando el largo mensaje y respiró hondo.

Al final, no tuvo más remedio que aceptar las prendas.

Rápidamente envió un "Gracias" y de inmediato guardó su celular.

Después del trabajo, recibió otro mensaje de Brandon.

"Si te enfrentas con algún problema en general, también puedes acudir a mí en cualquier momento, y yo te ayudaré a resolverlo para que no afecte tu trabajo".

Con su estómago contrayéndose por la inquietud, Janet dejó su celular.

'¿Por qué un CEO se preocuparía tanto por el trabajo de una simple empleada como yo?'.

Ellos solo se comunicaban a través de un chat, por lo que Janet no podía concluir que él tenía dobles intenciones.

No obstante, quería averiguar qué quería Brandon de ella.

"¿Qué pasa? Siempre estás con el celular. ¿A quién le has estado enviando mensajes todo el día? Dijiste que no tienes novio. ¿Quién es entonces?", preguntó Gerda con un guiño de ojo tras haberse dado la vuelta.

"Pues no es mi novio", respondió ella ya que no podía decir de quién se trataba.

A fin de cuentas, se trataba de su CEO, y la gente podría chismear al respecto.

Después de eso, Janet apoyó la barbilla en la palma de la mano y se quedó pensando durante un rato.

"El señor Larson parece un hombre excelente. Debe de estar casado, ¿verdad?", preguntó, esperando que su colega dijera que sí.

"No lo sé. Tal vez tenga novia. ¿A quién le importa de todos modos? Las personas ricas como él de seguro tienen varias novias y amantes al mismo tiempo, pero nunca deberíamos meter las narices en sus vidas personales", respondió Gerda al tiempo que le daba un codazo y arqueaba una ceja. "Por cierto, ¿desde cuándo empezaste a chismear?".

Hasta el momento, ella sentía que Janet era una persona tranquila que nunca chismeaba sobre nadie, y por eso le sorprendió verla hacer preguntas sobre la vida personal de su CEO.

Forzando una sonrisa, ella se encogió de hombros, pero la preocupación en su rostro no se desvaneció.

La Novia Más Afortunada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora