Capítulo 68.- ¿Está enamorado de mí?

881 45 0
                                    

Al día siguiente, tan pronto como Janet llegó a la empresa, Tiffany la llamó a su oficina.

Ella tragó grueso con nerviosismo porque no sabía si era que se había creído lo que Jocelyn había dicho el día anterior.

"Lind, tu diseño fue aprobado por Compañía Color, así que prepárate para el proyecto con ellos", notificó enérgica la mujer sin siquiera mirar a Janet cuando entró a su oficina.

"¿Qué? Pero ayer criticaron mi trabajo y a mí. ¿Cómo podrían haber cambiado de opinión de la noche a la mañana?", cuestionó boquiabierta Janet.

Además, con la forma arrogante en la que Jocelyn había actuado el día anterior, ella tenía la impresión de que Tiffany la había llamado a su oficina para despedirla.

"¿Por qué estás tan sorprendida? Ellos no son ciegos. Cualquiera podía ver que tu diseño era mucho mejor que la segunda propuesta. Es obvio que la representante de Compañía Color no sabía de qué estaba hablando y solo rechazó tu trabajo porque te guarda rencor. De todos modos, el señor Harding contactó a su presidente, y no solo el CEO fue degradado, sino que volvieron a adoptar tu diseño y la cooperación entre las dos partes puede continuar sin problemas. ¿Alguna otra pregunta?". Finalmente Tiffany levantó la vista del documento que estaba leyendo y le dio a Janet una sonrisa alentadora.

Estupefacta, esta última negó con la cabeza lentamente.

"Oh, no, no, solo estoy sorprendida. Gracias por decírmelo, señora Fisher. Volveré a mi trabajo". Tan pronto como ella volvió a la realidad, sonrió tímidamente y se excusó.

A decir verdad, ella no estaba feliz , pues la verdad era que no entendía qué había sucedido. A sus ojos, la cooperación no era tan crucial, ¿entonces por qué Garrett necesitó interferir?

Al ver que ella estaba a punto de irse, Tiffany levantó las cejas y pareció haber leído su mente. "No pensé que el señor Harding se involucraría en este asunto. Él y tú parecen estar... en buenos términos. ¿Lo conocías antes de unirte a la empresa?".

Resultó que no fue solo Janet quien sintió que algo andaba mal.

"Oh, no, de hecho solo he visto al señor Harding dos veces", respondió al tiempo que sacudía la cabeza y las manos.

Tras volver a su escritorio, parecía que no podía concentrarse en su trabajo.

Y es que era realmente poco ortodoxo e incluso irrazonable que un CEO adjunto como Garrett la defendiera.

Ella creía firmemente que las cosas no pasaban sin razón alguna.

¿Podría ser que Garrett estuviera interesado en ella al igual que Ike?

"Lind, ¿por qué la cara larga? ¿Fisher te regañó?", preguntó una colega que estaba sentada junto a ella, pinchándole el brazo con un bolígrafo.

"¿Eh? Oh, no, solo me duele un poco el estómago... Gerda, ¿sabrías si el señor Harding tiene novia?", preguntó ella en un susurro al oído de su colega.

Y es que esa mujer sabía todo lo que pasaba en la empresa, ya que era la más chismosa.

"Bueno, supongo que se podría decir que sí. El señor Harding puede ser muy bueno con nosotros, los empleados, pero no puedo decir que respeto su vida privada. Ya sabes cómo son los hombres ricos de abiertos con las relaciones. Él probablemente tenga novia, pero lo más probable es que tenga más de una, o al menos eso es lo que dicen las revistas de chismes", susurró Gerda con los ojos brillantes de interés. "¿Por qué? ¿Él te gusta? Oh, querida, ese tipo de hombre no te sienta bien".

"¡No! Yo solo tenía curiosidad. Estás pensando demasiado", soltó Janet al tiempo que negaba rotundamente con la cabeza. Después de todo, ella era una mujer casada.

Lo cierto era que le preocupaba que la acosaran sexualmente de nuevo como sucedió con Ike en aquel momento.

Después de reflexionar, ella decidió que necesitaba llegar al fondo de eso.

Si resultaba que le gustaba a Garrett, no tendría más remedio que dejar el Grupo Larson.

A fin de cuentas, ella no podía permitirse el lujo de ofender a alguien tan poderoso como Garrett.

Armándose de valor, le envió un mensaje privado.

"Señor Harding, ¿está libre para hablar? Hay algo que quisiera preguntarle".

"Por supuesto. ¿Qué pasa, Lind?", respondió él en un tono amistoso.

Por alguna razón, a Janet se le puso la piel de gallina cuando leyó su respuesta, pero rápidamente reunió sus diseños y subió al piso treinta y uno.

Desde tal altura, el paisaje abajo era impresionante, puesto que se podía ver fácilmente la totalidad de la ciudad desde los ventanales que abarcaban toda la pared. Había dos salas de reuniones y dos oficinas en ese piso, y la puerta de la más grande estaba cubierta por una cortina blanca. Un cartel que decía "Brandon Larson" en enormes letras doradas colgaba fuera de esta, y cuando pasó frente a ella, Janet escuchó una voz débil y baja dentro.

Unos segundos después, por fin llegó a la puerta de Garrett, y la tocó cortésmente.

"Adelante", dijo él enseguida.

"Buenos días, señor Harding".

No bien él la vio entrar, de inmediato se puso de pie y sonrió. "¡Lind! Bienvenida. Acércate y toma asiento. ¿Qué puedo hacer por ti?".

Después de un momento de vacilación, Janet se sentó rígidamente. "Señor Harding, escuché que Compañía Color volvió a adoptar mi diseño. Gracias por su ayuda".

"No tienes que agradecerme. No fue gran cosa", dijo él mientras agitaba la mano con desdén. Luego procedió a verter té muy caliente en una taza.

Janet no tenía ni idea, pero había sido su esposo quien se encargó de aquello, así que eso no tenía nada que ver con Garrett.

"Mmm, hay una cosa más de la que quería hablar con usted...".

"¿Sobre qué? Puedes hablar conmigo de cualquier cosa", dijo Garrett en un tono suave al ver lo inquieta que se veía la chica.

Cerrando los ojos, Janet se armó de valor y soltó: "Señor Harding, ¿está usted enamorado de mí?".

La Novia Más Afortunada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora