Capítulo 43.- Demasiado peligroso

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Tan pronto como Janet presionó sus labios contra los de él, Ethan sintió una oleada de pasión frenética, por lo que la cargó y la puso en el sofá.

Envolviéndola en sus brazos, la besó con más ganas. "Eres demasiado ingenua", susurró con una sonrisa.

Ella se sobresaltó, pues él la presionó contra el sofá y profundizó el beso al punto de tragarse sus protestas.

La habitación estaba en total silencio, excepto por el tictac del reloj y el roce de sus ropas.

"Es... suficiente... ¡Ethan!", chilló ella al tiempo que lo agarraba por la camisa y miraba hacia otro lado con la intención de escapar.

Y es que ella no esperaba que un pequeño beso se convirtiera en algo tan salvaje y apasionado, ya que la lengua de Ethan estaba explorando su boca con tal agresividad como si fuera a devorarla.

Presionando su frente contra la de ella, él la miró a los ojos con una cantidad de emociones inexplicables brotando de los suyos, y poniendo su mano en la parte posterior de su cuello, mordisqueó suavemente su labio inferior.

Luego agarró su trasero respingón y lo presionó contra la dureza en sus pantalones. Su cuerpo se había puesto muy caliente y rígido.

De repente, los ojos de Janet se abrieron de par en par y rápidamente lo empujó lejos, jadeando por aire. "¡No, Ethan!".

Sin embargo, él no estaba listo para dejarla ir. En cambio apoyó la cabeza en su hombro, y le dio suaves y sensuales chupadas a su clavícula hasta dejar pequeños besos en su cuello. Al darse cuenta de que ella estaba temblando debajo de él, presionó su boca contra su oído. "¿No quieres?", le susurró, con lo cual su cálido aliento soplaba contra su piel. "¿O hay alguna otra razón? ¿Acaso tienes miedo de que no sea amable contigo si nos convertimos en una pareja de verdad?".

La mente de Janet estaba hecha un desastre, pues los besos de ese hombre la volvían loca. Si eso continuaba, ellos podrían terminar teniendo sexo.

Antes de que las cosas se salieran de control, ella rápidamente se echó hacia atrás y giró la cabeza. "No... Ethan. ¡En serio no puedo! Por favor...".

"¿Por qué no? Dime la razón", cuestionó él con su voz llena de lujuria mientras la miraba como si buscara respuestas. Sus largas piernas estaban casualmente alrededor de Janet, atrapándola en su lugar.

"No estoy lista todavía", respondió ella, y habiendo agarrado una almohada, se cubrió el rostro sonrojado para ocultar su vergüenza.

Además, ella se había casado con Ethan en lugar de Jocelyn, así que ni siquiera se suponía que ella fuese su esposa en primer lugar. Si tuvieran sexo, se convirtieran en una pareja real, y ella no podría perdonarse a sí misma por haberlo engañado.

Y es que Janet no sabía qué pasaría con ellos al final.

El cuerpo de Ethan se congeló, y entrecerrando los ojos, la examinó. "¿No has tenido sexo con tus exnovios?".

Aferrándose al cojín con fuerza, Janet sacudió la cabeza inconscientemente, pero de pronto se dio cuenta de que algo andaba mal.

Se suponía que ella era Jocelyn, así que Ethan debía de haber oído que ella se la pasaba saltando de una relación a otra. Teniendo eso en cuenta, ¿cómo podía Jocelyn seguir siendo virgen?

Al pensar en eso, Janet entró en pánico. Quedarse con él allí le parecía demasiado peligroso.

"Bueno, tengo una fecha límite pronto y debo presentar mis diseños lo antes posible. Suéltame. Tengo que volver a mi habitación", replicó ella, apartándolo. Su cuerpo estaba tan caliente como si tuviera fiebre.

El de él también lo estaba, y el olor de su sudor mezclado con la leve fragancia a menta la hizo sonrojar.

"Al menos déjame abrazarte un rato más. No te obligaré a nada", pidió Ethan con voz gruñona.

Frunciendo el ceño con tristeza, envolvió sus brazos alrededor de Janet.

Él se preguntó por qué Janet quería trabajar hasta altas horas de la noche. '¿Tan importante es su cliente?'.

Aunque él era el cliente, eso no lo hizo sentir nada bien.

La fuerza de su agarre hizo que Janet sintiera una oleada de calor viajar hacia su entrepierna.

Apartando a Ethan, rápidamente se alisó el vestido. "No, de veras tengo que trabajar ahora".

Al verla correr de regreso a su habitación en un ataque de pánico, Ethan giró la cabeza y se recostó en el sofá, suspirando con impotencia.

Ya en la habitación, Janet sostuvo su lápiz durante casi una hora, pero no sabía por dónde empezar.

Ella no lograba calmarse porque no podía dejar de reproducir una y otra vez su beso caliente con Ethan en su memoria. Él estaba demasiado ansioso por hacerle el amor.

'¡Oh, basta, Janet!', espetó para sus adentros en tono de regaño, pero al cerrar los ojos con fuerza, se sonrojó de nuevo.

Dado que no podía concentrarse en el diseño, encendió la computadora portátil para contactar al cliente adinerado. Ella lo había guardado con el nombre de "El Empleador Rico".

"Señor, tuve un dolor de estómago muy fuerte hoy y tuve que ir al hospital. ¿Podría extender mi fecha límite por un día?".

El mensaje fue enviado junto con un emoji llorando.

El Empleador Rico respondió de inmediato: "Ya no necesitas trabajar en el diseño".

La Novia Más Afortunada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora