Capítulo 136. - Hagámoslo oficial

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"¿Qué? ¿Por qué tienes que ser tan extremista?", chilló Fiona, pisoteando el suelo con ansiedad.

A pesar de que odiaba a Janet hasta la médula, nunca consideró cortar lazos con ella.

Después de todo, aunque Ethan era solo el hijo ilegítimo de los Lester, seguía siendo la forma más rápida para que Fiona forjara una relación con ellos. La ambiciosa mujer se había preguntado incansablemente cómo beneficiarse del marido de su hija adoptiva.

Sin embargo, desde que Janet se casó con Ethan, ella jamás había visto a los dos hermanos del muchacho.

El objetivo de conocerlos era presentárselos a Jocelyn, y de esta forma, buscar la oportunidad de que ella se casara con uno de ellos para que finalmente pudiera entrar al círculo de la alta sociedad.

Este era el fantasioso y elaborado plan de Fiona, por lo que no pudo evitar sentirse temerosa ante la idea de romper su relación.

"Contrataste a alguien para que me violara. ¿De verdad crees que soy tan imbécil como para fingir que no pasó nada? ¡Por supuesto que quiero cortar todos los lazos contigo y tu familia!", Janet respondió para luego soltar una risa amarga.

Entonces, Fiona entrecerró los ojos y se preguntó qué otra cosa podría hacer para convencerla de lo contrario.

Para su mala suerte, Janet ya no quería seguir perdiendo el tiempo en este lugar: "Si no están de acuerdo con mis términos, no me quedará más remedio que llamar a la policía. Tan simple como eso".

Sin esperar a que le respondieran, ella giró sobre sus talones, lista para irse.

Bernie resopló furioso y miró a Fiona con los ojos inyectados en sangre: "¿Qué demonios estabas pensando? Solo mira hasta donde han llegado las cosas, ¡cortar los lazos debería ser la menor de tus preocupaciones! ¿Por qué carajo lo dudas tanto?".

Después de darse la vuelta hacia él, la mujer le susurró al oído: "Nosotros la alimentamos y la vestimos durante años, ¡es obvio que la quiero y no puedo dejarla ir así como así!".

Pero la verdad era que si dejaban de estar en contacto, Fiona ya no podría chantajear a Janet con el hecho de que tenía una deuda con ellos por adoptarla.

Bernie negó levemente con la cabeza y su semblante se endureció al instante, ¡la codicia de su esposa no parecía tener límites!

"Bueno, entonces supongo que irás a prisión, lo cual sinceramente me importa muy poco. ¡Hasta nunca!".

"¡Eres una...!", Fiona apretó los dientes y terminó tragándose sus palabras.

Al final de cuentas, ella estaba haciendo todo esto por el bien de su familia, pues una vez que Jocelyn encontrara un buen esposo, Janet jamás se atrevería a faltarles el respeto de esta manera.

"¿Ya tomaste una decisión? Si de algo te sirve, llamaré a la policía justo ahora", con eso, Janet esbozó una sonrisa astuta y desbloqueó su celular.

"¡No! ¡No te atrevas a hacer esa llamada!", mientras gritaba, Fiona trató de arrebatarle el teléfono a la joven, aunque esta última fue más rápida y la esquivó.

La mujer tenía tantas emociones encontradas que se mordió el labio inferior hasta casi sangrar. Sintiéndose sin salida, ella no tuvo más opción que ceder, así que enterró la cara entre las manos y se desplomó en el sofá, llorando patéticamente: "Bien, ¡haremos lo que tú digas! ¡Supongo que con eso estarás satisfecha, hija ingrata!".

Una vez que escuchó esto, Janet guardó su teléfono y espetó: "Okey, entonces no perdamos más el tiempo y hagámoslo oficial".

*******

Inmediatamente, ellos acudieron al Departamento de Asuntos Civiles para hacer formal la separación de Janet de la familia Lind.

Cuando al fin todo estuvo arreglado y estaban a punto de tomar caminos separados, Fiona volvió a maldecir a la joven: "Te criamos de la mejor manera que pudimos y terminaste pagándonos así, ¡tú no tienes corazón!".

Como resultado, la gente que iba pasando volteó a ver a Janet y comenzó a susurrar.

"¿Estás tratando de decir que soy una despiadada? Bueno, entonces iré a la estación de policía", replicó Janet, encogiéndose de hombros con indiferencia.

Si este par seguía provocándola, ella estaba dispuesta a demostrarles que era más que capaz de defenderse.

"Tú... ¡tú te vas arrepentir de esto!", Fiona resopló como una fiera embravecida, señalando a Janet sin importarle que todos los transeúntes la estuvieran observando.

Bernie no quería que su esposa les causara más problemas de los que ya tenían, así que la arrastró al auto a regañadientes.

No fue hasta que su vehículo se alejó que Janet pudo soltar un suspiro de alivio, cerró los ojos y se frotó el puente de la nariz, agotada de todo este drama.

"Me alegra que finalmente hayas podido deshacerte de ellos. De lo contrario, la familia Lind seguiría empeñándose en hacerte la vida difícil en el futuro", comentó Ethan, quien tomó a su esposa por la cintura y le dio un beso en la frente.

Entretanto, ella hundió la cara en su musculoso pecho y murmuró: "Por más que lo intento, no entiendo por qué Fiona me odia tanto, ¡yo nunca le he hecho nada!".

"No es tu culpa, ¿de acuerdo?", Ethan la consoló poniendo una mano en su espalda y frotándola con delicadeza para hacerla sentir mejor.

*******

El tiempo no se detuvo para nadie y la vida continuó su curso.

Y así, al día siguiente, cuando llegó a la oficina, Janet se encontró con Tiffany.

"¿Por qué pediste otro permiso ayer?", Tiffany preguntó en tono tranquilo, aunque su mirada reflejaba un rastro de dureza.

Sintiéndose incómoda ante sus intensos ojos, Janet respondió: "Lo siento. Tuve que lidiar con un asunto personal muy urgente".

Tiffany frunció sus labios rojos y agregó: "No te preocupes, Lind, no te voy a morder. Dado que no llegaste a la reunión de ayer, solo vine a ponerte al día. El Departamento de Diseño seleccionará un nuevo grupo de diseñadores para la promoción y solamente hay tres vacantes".

La Novia Más Afortunada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora