Capítulo 106. - Afortunadamente fuiste tú

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Dado que ya era tarde en la noche, no había autobuses, y solo unos pocos taxis estaban disponibles.

Ethan y Janet regresaron lentamente por el tranquilo camino.

Ella no había dejado de llorar desde que salieron de la casa de la familia Lind.

Él se quitó la chaqueta y la puso sobre ella antes de abrazarla, por lo que quedó vestido solo con una camiseta blanca que se pegaba a su cuerpo cincelado.

"¿No quieres preguntarme algo?", cuestionó ella con un suspiro, y al mirarlo, sus ojos aguados brillaban bajo la tenue luz de la calle.

"Bueno, tengo mucho que preguntarte, es solo que no sé por dónde empezar", respondió él al tiempo que le secaba las lágrimas del rabillo del ojo con el pulgar.

Su voz tranquila la hizo llorar más fuerte, y la verdad era que él no podía verla derrumbarse.

Para él, eso era algo insoportable, y quería asegurarse de que ella no volviera a derramar una lágrima.

"Cuando yo tenía un año, Bernie y Fiona me adoptaron. No obstante, un año después nació Jocelyn, y como ahora tenían una hija propia, dejaron de preocuparse por mí. Hannah era una empleada doméstica de la familia Lind, y fue ella quien terminó criándome. Yo viví con ella en el campo antes de crecer y venirme a la ciudad. Aunque Bernie y Fiona le daban a Hannah algo de dinero todos los meses, eso no fue suficiente para cubrir nuestros gastos, y ni siquiera se molestaron en aumentar la asignación mensual. Hannah me compró cosas con su dinero, y como ella no tiene familia, yo la he estado cuidando. Ella es todo lo que tengo. Para empeorar las cosas, ahora Fiona ha interceptado en secreto el hígado para el trasplante de Hannah, y no sé cuánto tiempo llevará encontrar otro donante, así que no sé cómo se las va a arreglar".

Dicho eso, Janet tomó una respiración profunda y enseguida sollozó, por lo que Ethan sacó un pañuelo de su bolsillo, se lo entregó y la atrajo hacia sus brazos.

"¿Entonces me hablaste de tu trato con ellos en un ataque de ira?", preguntó en voz baja, con la barbilla apoyada en su cabeza.

Ahora se sentía muy mal por ella.

Él había pensado que Janet era una mujer optimista y despreocupada, y no tenía idea de que tuviera esas cargas y responsabilidades asumidas.

"Es que ellos rompieron su promesa", dijo ella en tono de quejido infantil, apoyada contra el fuerte pecho de él.

Divertido por su respuesta, Ethan llamó un taxi y la ayudó a subir.

Abrazándolo con más fuerza, Janet apretó la cara contra el hueco de su cuello. "¡No te preocupes!", le dijo él al tiempo que le acariciaba el cabello. "Yo conozco a mucha gente, así que te ayudaré".

Después de todo el llanto, Janet se sentía somnolienta, y ya que el abrazo de Ethan la reconfortó, frotó su mejilla contra su pecho y se acurrucó contra él.

Entonces todo se quedó en silencio durante el resto del viaje, excepto el silbido del viento.

"Pero he estado mintiendo todo el tiempo. ¿No estás enojado conmigo?", preguntó Janet de pronto, entrelazando sus dedos con los de él.

'¿Cómo puede cada parte de su cuerpo verse tan hermosa?', se preguntó ella al mirar con asombro las venas azules que corrían por la mano del hombre.

Ethan la dejó jugar con su mano mientras la observaba atentamente, pues la luz parpadeante arrojaba un suave resplandor en su rostro.

En ese momento, puso su otro brazo alrededor de su hombro y suspiró. "Cuando descubrí que me habías engañado, me enfurecí. Sin embargo, después me alegré de no haberme casado con Jocelyn. Afortunadamente fuiste tú".

La Novia Más Afortunada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora