Capítulo 188. - Una prenda auténtica

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Arrugando el entrecejo, Janet contempló su vestido, el cual era una de las prendas de vestir que Brandon le había pedido que se quedara.

"¡No estoy usando una imitación!", replicó ella, segura de que el hombre jamás le daría algo falso.

Luego de suspirar profundamente, Emani puso una expresión burlona en su rostro, acomodó las cuentas del vestido de la joven y sonrió: "Ah, ¿sí? Entonces muéstrame la etiqueta de tu ropa. El diseñador de este vestido es un buen amigo mío, así que sé de lo que te estoy hablando. El logo de la etiqueta debe de estar bordado en hilo dorado".

Sin dudarlo, Janet le mostró la etiqueta, pero para su mala suerte, esta no era de hilo dorado, sino púrpura y plateado.

La asistenta de Emani le echó un vistazo y estalló en carcajadas: "¿Ves? ¡Y aun así tuviste la audacia de discutir conmigo! Nos aseguraste que tu vestido era auténtico, pero la evidencia dice lo contrario. Querida, será mejor que vayas a cambiarte y te ahorres la vergüenza frente a todos. Solamente eres una empleada común y corriente, ¿de verdad esperabas que creyéramos ese cuento de que podías permitirte un vestido que vale cientos de miles de dólares?".

Entretanto, algunas invitadas, quienes se dirigían al baño de damas, escucharon la pelea y no pudieron evitar agudizar los oídos.

"¡Oh, mira! ¿Acaso no es Janet?", las mujeres intercambiaron miradas y sonrieron, muriéndose de ganas por verla hacer el ridículo.

Después de lo que había sucedido con sus padres adoptivos y el asunto de los prestamistas, Janet se había convertido en un tema candente en el Grupo Larson.

En ese momento, la puerta del baño se abrió y Tiffany salió, limpiándose cuidadosamente los dedos con un pañuelo. Cuando vio la etiqueta en la ropa de Janet, levantó las cejas en sorpresa y preguntó: "Vaya, Lind, ¿es este el vestido de primavera de edición limitada que lanzó Power?".

Confundida, Janet se quedó callada unos segundos, pues para ser sincera, no tenía ni idea de qué marca era su vestido.

"Es... ¿es caro?", cuando escuchó las palabras "edición limitada", ella se dio cuenta de que debía de costar una fortuna.

¡No esperaba que Brandon pudiera ser tan generoso como para darle algo así!

"¡Por supuesto que sí! Pero incluso si tuvieras el dinero para comprarlo, ¡es casi imposible poder conseguir uno!", comentó Tiffany, con una sonrisa brillante.

Luego, ella se dio la vuelta para mirar a Emani, y mientras seguía hablando, arrojó su pañuelo a la basura: "Señorita Gomez, ¡qué casualidad encontrarla aquí! Ay no, ¿está usando un vestido de edición básica? ¡Pero si usted es una celebridad! No debería llevar algo tan común. Si no tenía dinero para comprar uno, entonces lo hubiera pedido prestado. ¿Por qué no me pidió ayuda? Ya sabe que soy una muy buena amiga de los diseñadores de Power".

Al ser una eminencia en el mundo de la moda, nadie, ni siquiera Emani, se atrevía a ofender a Tiffany, sin importar que fuera la portavoz de la marca de Grupo Larson.

Evidentemente avergonzada por las palabras de Tiffany, Emani agachó la cabeza y trató de cambiar el tema: "Señora Fisher, es un placer volver a verla"

"Sí, ha pasado mucho tiempo", Tiffany respondió secamente. Después, sonrió y le dijo a Janet: "Lind, como diseñadora, debes saber lo que te pones. Es indispensable que reconozcas el trabajo de las marcas más famosas, ¿de acuerdo? Para empezar, la pieza que llevas es auténtica, y debido a que es una edición limitada, la tela y el estilo se han actualizado. Solo existen cinco de estos vestidos, los cuales valen mucho dinero y solo están disponibles para los clientes más distinguidos y que puedan pagar por ellos".

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