Cuando reacciono ya estoy de vuelta a la habitación. Siento algo incómodo, húmedo y tibio sobre mi nariz.
—Ni lo intentes —escucho la voz de Royce.
Aleja mis manos de la cosa esa y me siento como una niña regañada.
—Es incómodo —digo, mi voz suena extraña con esto.
—Es una mascarilla y debes dejártela hasta que vengan los doctores a quitartela.
—Ok, papá —bufo.
—¿Por qué saliste de la habitación? Pudo ser algo más que un simple desmayo.
—¿Me he desmayado?
—Eso parece ¿no crees?
—Quería salir. ¡Ya estoy cansada de estar aquí! —alzo la voz pero luego me arrepiento porque duele un poco.
—No estuvieses aquí si hubieses respetado el semáforo.
—Si me hubieses llevado a la universidad no estaría aquí.
—Actúas como una niña.
—Y tú como un viejo gruñón. ¿Dónde está el chico?
—¿Qué chico?
—El que vi en el pasillo. Nos presentamos y ya luego me sentí mal.
—No he visto a ningún chico contigo.
—Se llama Mark.
—No sé de qué Mark me estás hablando.
—Hija —mi mamá entra a la habitación y deja su cartera a un lado—. Debido a la imprudencia que cometiste de salir sin la supervisión de una enfermera no podrás irte esta semana.
—¿El doctor te lo ha dicho? —asiente. Ahora me arrepiento de haber salido, definitivamente—. Lo siento.
—Yo me retiro. Iré a la casa para ducharme —se aleja de la camilla para acercarse a mi madre y darle un beso.
Volteo los ojos. Él nos deja a solas y siento la mirada de mi madre sobre mi.
—Lo siento, sólo quería distraerme.
—Tranquila. Pero no lo vuelvas a hacer, me has dado un susto enorme.
—Está bien.
Comienzo a jugar con los dedos nerviosa. Ella se sienta en el sofá y se pone a leer una revista.
—Mamá —capto su atención— ¿por qué no me has dicho sobre la transfusión de sangre que me hicieron?
—No lo vi necesario, cariño.
—¿Quién donó?
—Del banco de sangre —la miro y bufo molesta—. ¿Por qué me miras así?
—Porque no te creo.
—A ver cariño —deja la revista nuevamente y se acerca—. No entiendo.
—¡¿Por qué no me dices que fue él?!
—¿Quién?
Me molesta que intente hacerse la desentendida.
—Tu pareja. Royce.
—Camila...
—¿Por qué nadie me dijo nada?
—No era necesario.
—¿Y por qué decir que fue del banco de donación? ¿Por qué mientes?
—Bien. Fue él, sí. ¿Quién te lo dijo?
—Una enfermera. ¿Por qué?
—Él quiso hacerlo. Se ofreció.
—¡No te creo! ¡Debiste habérselo pedido! —siento mis ojos picar.
—No fue así.
—Claro que sí. Él no donaría su sangre para dármela a mi.
—Hablas como si de un monstruo se tratase.
—¡¿Por qué lo obligaste a darme su sangre?!
—Estar así no te hace bien. ¿Hay un motivo por el cual él no debería hacer eso?
—Sí. No nos soportamos ¿suficiente?
—Estás siendo dramática —acerca una silla y la ocupa. Agarra mis manos, las acaricia mientras me mira—. No se lo pedí. Como te dije, le comenté lo que dijo el doctor y él se ofreció. Tu padre también hizo la prueba pero estuvo bebiendo horas antes y la negaron.
—No te creo. Él no lo haría, no por mí.
—Lo hizo.
—Lo hizo por ti. Por la desesperación que tenías y por verte contenta. ¿Verdad?
—Tal vez.
Claro... Nada más por ella. Es eso lo que me molesta; que él me haya donado sangre no porque le salió o por mí, sino por mi madre. Por su mujer.
Martha entra tan feliz y casi me asfixia cuando ve que estoy mejor.
—Iré por un yogurt. Ya vuelvo.
—Yo la cuido señora Dafne —mi madre le sonríe en agradecimiento y se retira. Mi amiga deja su bolso a un lado y se sienta—. Lo escuché todo.
—Lo sabías.
—Sí.
—Lo hizo por ella, no por mí. No le importo.
—Yo diría lo contrario. Se preocupó por ti y sé que él se ofreció a hacer la donación.
—Está bien —finjo creerle.
—Me topé con Royce en la entrada y me dijo que te saliste de la habitación —asiento— y también cuando llegué al pasillo escuché a un chico preguntar por ti.
—Mark —añado rápidamente.
—Lo viste cuando saliste de la habitación ¿no? Escuché que le explicaba a una enfermera tratando de dar contigo.
—¿Seguirá por ahí?
—¿Quieres que lo busque?
—Por favor. Es muy simpático y fue él quien llamó a los doctores cuando salí.
—Ya vuelvo.
Sale de la habitación en busca de ese chico. Realmente espero que lo encuentre ya que me gustaría darle las gracias.