Estamos en casa de Royce; él sentado en el sofá utilizando su móvil y viendo la televisión. Sonríe al verme con nuestro bebé en brazos, deja su móvil a un lado y se acerca a nosotros.
Y ahora es él quien sostiene al bebé.
—Es hermoso —comenta admirándolo.
—Se parece a ti —sonrío—. Es una copia tuya.
El timbre suena y ambos miramos la puerta preguntándonos quién será. Son las diez con treinta minutos de la noche y no esperamos visita.
—Yo abro.
Hace el ademán de ponerse de pie.
—Iré yo —beso sus labios y me pongo de pie—. Intenta dormir al niño.
—Conmigo no se duerme.
—Intenta...
Dejo de hablar cuando abro y mi madre está al otro lado de la puerta.
Su aspecto es horroroso y huele a alcohol. Viste completamente de negro y su rímel yace en sus mejillas. Tiemblo al notar cómo me mira para después mirarlo a él. Tenía meses sin verla, pensé que estaba con algún otro hombre pero me equivoqué.
—Mamá —digo inaudible.
—¡No me llames así! —grita—. ¡Una hija no hace lo que tú has hecho!
—Habíamos hablado de esto —interviene Royce cuando se acerca.
—Royce, vete con el niño a su habitación. Por favor.
—¡No te dejaré con ella, Camila! No más mírala —la señala asqueado.
—¡Eres una traidora! ¡Yo confié en ti! ¡Pero tú te dedicaste a dañar la relación de madre e hija que teníamos!
—¡Pe... pero tú aceptaste, fuiste tú quien lo dejó a él! —grito frustrada y asustada.
—Aun así pudiste conseguir otro... ¡Uno acorde a ti!
Se adentra a la casa e inspecciona todo.
—Hasta un hijo tienen. ¿Qué crees que pensará ese niño cuando tenga edad suficiente y pregunte cómo conociste a su padre? Aunque no creo que tú y yo estemos presente para ese momento. Será Royce a quien le toque explicarlo.
Su mirada se vuelve completamente llena de odio y me asusto más. Mete una de sus manos en la cartera y saca un arma.
—¡Vete! ¡Guarda eso! ¡Bájala, por favor!
Ella se acerca a mí y mi respiración empieza a faltar. Se aferra a aquella horrible cosa y la mueve de un lado a otro indicándome que debo salir con ella de casa. Niego.
Forcejeo con ella y escucho un disparo. Ambas nos miramos tratando de saber quién lo ha recibido, pero confirmo que fui yo cuando siento algo húmedo y caliente en la parte baja de mi abdomen.