Meses después...
—¡Cumpleaños Sofia, cumpleaños feliz! —cantamos todos al unísono mientras que Royce la tiene en brazos.
Parece increíble que ya ha pasado un año. Un increíble año del cual no me puedo quejar. Sí hay pequeñas diferencias entre él y yo a veces, pero a lo largo del día las solucionamos. Como por ejemplo, que me habían aceptado para trabajar en una perfumería y él no aceptó, porque según él es el chico quien debe cuidar de su mujer. ¡Yo sólo quiero ser independiente! Poder trabajar y así distraerme. Además el próximo año no dudo meter a Sofia en el jardín.
Soplo las velas por Sofia quien mete las manos en el pastel llenándose los dedos de la deliciosa crema y claro yo por ser la más tonta es la que recibe después esos dedos en la nariz llenándome de crema.
—¿Te ayudo con el pastel? —pregunta Alisson llegando.
—Te lo agradecería. Royce, amor ¿puedes llevar a Sofi al inflable? —la carga—. Por favor vigílala, puede que hayan niños más grandes.
Los dos tenemos un estúpido gorro de fiesta que nos ha hecho usar Martha. Ella estaba tan entusiasmada por celebrar hace semanas el cumpleaños de su hijo pero al enterarse de que su padre falleció dos meses antes decidió cancelar todo.
Río al ver a Royce sentado a la orilla del inflable sosteniendo a la niña que aún no camina por sí sola. Estamos en el jardín que está completamente desastroso. Hay globos, confeti, vasos, música infantil y juguetes en el césped.
—Camila, ¿podemos hablar? —me volteo para ver a Juliana y asiento.
—¿Puedes ir adelantándote tú en servir el pastel? —pregunto a Alisson.
—Claro, vayan. No hay problema —dice y sonrío en agradecimiento.
Nos alejamos un poco de lo demás.
—¿Qué hay de nuevo?
Junta sus labios.
—Quiero agradecerte todo lo que hiciste por el padre de mi hijo y amor de mi vida. Estoy segura que por el hecho de haberte conocido fue feliz a pesar de la situación en la cual se encontraba. Yo lamento mucho no poder haber vuelto antes pero como sabrás, creí que él ya había fallecido. Me dejé llevar por las palabras de mi padre. Cuando lo vi en aquella habitación de hospital me comentó que había conocido una chica, como también que esa chica estaba embarazada. Admito que por un momento pensé que era de él —hace una pausa para tomar aire y sonríe—. Pero aún así me alegró la manera en la cual él te describía a ti: hermosa, alegre y con un gran corazón. Alisson me ha pedido que me vaya a vivir en la antigua casa de Mark, y estoy considerando eso. Volver a Londres implicaría ver a mi padre y quizás me prohíba estar con la familia de mi hijo. Por lo que espero que no sea la única vez que nos veamos —finaliza la chica con ojos brillosos.
—Me has dejado sin palabras. Todo lo que hice por Mark, que aunque fue poco, lo hice desde el corazón, como hacerlo sonreír y reír. Le tomé mucho cariño desde que lo conocí en aquella clínica... Y en cuanto a lo de seguir viéndonos sí me encantaría. Hasta podemos ponernos de acuerdo y salir las cuatro juntas: Alisson, Martha, tú y yo.
—Entonces, estaré esperando tu mensaje —asiento.
Me abraza sorpresivamente y correspondo.
Martha chilla diciéndonos que tomarán la foto grupal y me entrega otro de los gorritos estúpidos. Junto a Juliana volvemos a donde están todos y posamos junto a los demás invitados hasta que el flash aparece.
(...)
Semanas después...
Royce aparca el auto frente a una desconocida casa en la playa que ha alquilado para pasar el fin de semana. Bajo del asiento trasero donde he viajado con Sofi dormida en brazos ya que el cartseats no es de su agrado.