Capítulo 62

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Estamos en el aeropuerto junto a Martha, Alisson y el bebé. Hace rato anunciaron nuestro vuelo y que debemos ir acercándonos para lo del chek-in, pero seguimos conversando hasta que vuelven a decir el número de la puerta y sabemos que es cuando debemos despedirnos.

Mark se despide de su hermana mientras yo lo hago con Martha, que está haciendo un drama.

—¿Lista? —Mark me sorprende cuando me abraza por detrás y asiento.

Miro a todos lados del aeropuerto para dar con mi madre y Royce pero no están, no han venido a despedirme.
Eso me hace sentir mal, saber que ella no está aquí y que no sé cuándo volveré a verla.

Nos alejamos con los equipajes para hacer la entrega de documentos. Miro sobre mi hombro, mi amiga está riendo con Alisson mientras tiene a Andrés en brazos.

Debemos esperar varios minutos a que nos entreguen nuestras identificaciones para nosotros dar los equipajes. Cuando está todo listo, Mark entrelaza nuestras manos y nos adentramos a la sala. Hacen el llamado nuevamente a través del megáfono y nos dirigimos a la puerta que corresponde.

Ubicamos nuestros asientos y observo la vista hacia la pista, mientras pienso en mi madre.

—¿Estás bien?

—No Mark, mi madre no vino —lo miro y junta sus labios.

—Tal vez había mucho tráfico pero luego se disculpará, podrán hacer vídeos llamadas y esas cosas.

—No. ¡Algo está mal! —grito al borde de la desesperación—. Quiero llamarla pero no tengo mucha señal.

—Intenta de mi móvil.

Me extiende su teléfono y marco pero no contesta, intento con Royce y tampoco. Sé que algo no está bien.

—No contestan. ¿Si les pasó algo?

—Todo está bien.

Besa mi frente pero insisto en que no es así. La azafata se acerca y nos pide que guardemos el móvil porque estamos a punto de despegar pero me niego a hacerlo.

—No te preocupes Cami, de seguro se les presentó algún inconveniente y por eso no han venido.

—¡No Mark! —alzo la voz captando la atención de los otros pasajeros—. Algo no está bien, créeme. Siento algo muy extraño en mi pecho y...

—Estás asociando los nervios con eso.

Le entrego el móvil y cuando está por apagarlo, entra una llamada y es mi madre.

—Mamá —siento alivio al pronunciar esa palabra y que ella me esté escuchando.

—Disculpe, ¿es usted familiar de la señora Dafne Sanchez?

—Soy su hija —contesto rápidamente.

—La paciente está internada en el hospital central. Tuvo un accidente y necesitamos que venga para...

Las lágrimas salen por sí solas con tan solo escuchar esa noticia. Mark me observa pidiéndome una explicación pero no soy capaz de hablar y repetir eso. Dejo caer el teléfono de mis manos y cubro mi rostro antes de irme en llanto.

Double Vision (Prince Royce)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora