Capítulo 101

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Omnisciente

Se asegura de chequear que las luces en la casa estén apagadas y bebe un poco de agua para calmar los nervios y entonces, su móvil suena.

—Hola —sonríe al contestar—. Claro que estoy lista.

—Llegaré en veinte —dicen al otro lado de la línea y corta la llamada. Se acomoda en el sofá y ve sus uñas con un esmalte vinotinto.

Después de minutos que le parecen horas escucha el auto de su acompañante. Agarra su cartera junto al suéter, y sonríe cuando se dirige al auto.

—Te ves bien —su acompañante la detalla antes de comenzar a conducir.

—Tú también te ves bien. ¿Y a dónde iremos? Quedaste en decirme cuando nos viéramos.

—¿No tienes hambre? Son las ocho y media de la noche. ¿Te parece ir a cenar?

Duda varios segundos pero termina asintiendo.

—De acuerdo.

Al entrar al restaurante del hotel, él ubica una mesa para dos. Después de debatir qué van a cenar,deciden y ordenan la cena como también una botella de vino.

—¿Y tu esposo?

—Londres.

—¿Por qué no has ido con él?

—Se excusó diciendo que serían dos días. Aunque así es mejor, a veces simplemente necesitamos estar solos. La tensión que se ha formado en nuestro hogar es algo fuerte.

—¿Por qué? —su acompañante cuestiona con curiosidad.

—No lo sé. Hace mucho que las cosas no son como antes —alza su mirada y lo ve; sus manos están entrelazadas sobre la mesa.

No sabe qué siente exactamente, pero sí que la química en ese momento es muy notoria; tanto que quiere dejarlo todo e ir con él.

—A veces pienso que sí, que debí escuchar consejos de amigas u otras personas que me dijeron que esto no resultaría. Que él es un adolescente con muchas cosas por vivir y experimentar. Fui una egoísta quitándole esas cosas. Yo no podría vivir y experimentar con él todo eso ya que quizás las he experimentado antes... Y si fuese así, sería como ver tu película favorita una y otra vez; ya sabes lo que pasará, hasta los diálogos de memorias mientras que con quien la ves está intrigado observando por primera vez esa película. Eso pasa. Sería como repetirlo... y él sinceramente necesita a alguien que haga eso por primera vez, que vivan la experiencia al mismo tiempo —finaliza dejando escapar un pesado suspiro.

—Pero ya falta poco para tu boda por la iglesia, ¿no es eso lo que me dijiste?

—Ya no sé. Como te he dicho antes,
realmente no sé qué hacer. Estoy a punto de hablar con él y ponerle un punto final a esta relación. No me extrañaría que él estuviese ahora mismo con otra chica.

—Y... ¿Qué harías si llegas a hablar con él? ¿no te atrae alguien más? —lo mira nuevamente y asiente—. ¿Quién?

—¿En realidad no sospechas? —esa pregunta lo hace pensar y cuando capta lo que ella ha querido decir, la chica llega con sus pedidos interrumpiendo la conversación.

(...)

En Londres, Royce se encuentra agotado por el fuerte día de hoy pero también piensa en el rato que compartió con Camila y ese simple hecho lo hace sonreír. No importa cuándo sea la próxima vez que vayan a verse, disfrutó la cita de hoy y también ese beso en el ascensor.

Double Vision (Prince Royce)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora