Un novio para mamá

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—¿Entonces dices que tu madre ha estado amargada últimamente? Podríamos conseguirle algún chico.

—¿Qué tal si ya está saliendo con otro? puede ser —soplo mis uñas recién pintadas.

—Deberíamos de hacerle una lista con candidatos.

—¿Qué? Estás loca. Déjate de tonterías. Además ya debo irme —agarro mi bolso colgándolo en el hombro—. Mañana hay examen de literatura.

—Por cierto. Debemos agregar de primero a tu profesor —opina y muerde el bolígrafo.

—¡Que no! ¡Adiós! —le tiro un beso al aire antes de salir.

Definitivamente está loca.

Aunque cambio de idea meses después. Mi madre regresa después de trabajo a casa; se acuesta temprano y muchas veces cuando intento hablarle sale con altanerías. No está saliendo con nadie y mi amiga tiene razón en eso de necesitar un novio.

—Madre —me siento junto a ella en la mesa.

—¡Falta todavía! —hala su cabello y deja el dinero a un lado—. ¿Qué quieres, cariño? —por tercera vez desde el divorcio ha sido amable conmigo.

—¿No has conseguido algún hombre? Creo que podrías...

—¿Qué has dicho? —alza una ceja.

—Pues, podría ayudarte. ¡Quiero un padrastro!

Suelta una carcajada y se levanta.

—No, así estoy bien. Con el amargado de mi jefe me basta —bromea y va hacia la cocina.

—¿Su jefe? —pienso en voz alta.

Es él el primero en la lista pero todo falla porque sólo quiere llevarla a la cama y es lo más asqueroso considerando que es mayor que ella.

El segundo es el vecino por el cual había discutido varias veces con mi padre, pero resultó ser todo un mujeriego. No quiero ver a mi madre después sufriendo por otra infidelidad.

El tercero: el... cartero. Es Martha la de la idea, nada mía. Pero con solo saber que tiene cinco hijos fuera y es casado, lo descartamos.

El cuarto: mi profesor, me gano un castigo de limpiar la secretaria por pedirle a él que saliera con mi madre.

El quinto: bueno el quinto... el padre de Martha. También es divorciado, así que no habría problema. Mi madre me da un castigo de dos semanas porque le dije que tendría una cita con alguien y mi amiga se encargó de decirle a su padre. Cuando se ven en aquel restaurante, ambas nos ganamos un largo castigo.

Ahora estoy junto a Martha en el cine, viendo las carteleras para decidir cuál escogeríamos.

—¡Esa me parece genial! —sonríe.

—¡Ni lo pienses! ¡No estaré aguantando tus comentarios hacia el protagonista!

—¿Acaso no admites que Zac Efron está exquisito? —se hace la ofendida.

—Lo está pero aun así olvídalo, veamos una de caricatura.

—Eres la peor amiga —bufa y se adelanta en hacer la fila.

Luego de agarrar nuestros pedidos nos dirigimos a la sala que nos han indicado, sentándonos en los asientos de arriba. El tráiler comienza y después las publicidades de otras películas. Cuando finalmente sale la estúpida caricatura, siento un apretón en mi antebrazo.

—¿Qué? —meto cotufas a mi boca.

—¡Tu mamá! —golpea mi hombro.

—¿Qué hay con ella? —la miro velozmente.

—Está abajo, acompañada con un señor. ¡Tiene barba, se ve elegante y...!

—¡El padre de Esteban! —miro a Martha y la cotufa cae... justo en ellos.

Mi madre voltea y yo de la manera más disimulada saludo:

—Hey, madre —finjo una sonrisa.

Double Vision (Prince Royce)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora