Comenzó a acercarse a la puerta hasta que distinguió la voz de una persona murmurar.
-Lo siento, Will Shane, pero ya no puedo seguir callando esto. Tu hijo merece saberlo.
Un segundo...
¡¿Qué acababa de decir?!
-¿Profesor?- habló Eli, quién ya había...
La banda de Shane regresó al refugio después de derrotar a Tad.
El recorrido fue triste y melancólico por la reciente traición y pérdida de Tad.
Todos entraron al refugio, menos Eli Shane, quien decidió quedarse afuera. Necesitaba pensar en los últimos acontecimientos ocurridos en ese último año:
Primero: él y su banda vencieron a Blakk, la persona que lo alejó de su padre, y quien causó bastante daño a las 99 Cavernas creando a las babosas malvadas.
Segundo: la aparición y derrota de Goon sin duda fue un reto que casi perdió. El poder y control que ejerció sobre él fue algo para lo que no estaba lo suficientemente preparado.
Pero gracias a sus babosas y a sus amigos consiguió derrotarlo y liberar a Junjei de su control.
Tercero: la aparición de las elementales y el regreso de Blakk y Goon fue un verdadero desafío. La sensación de estar siendo nuevamente usado lo persiguió durante casi todo su recorrido.
Y la mayor sorpresa que pudo llevarse fue el descubrir que el nuevo "huesped" de Goon era su padre.
Cuarto: aprendió a controlar el babosa-fu junto con Junjei, y evitó una vez más que Bajoterra fuera destruida.
Quinto: él y sus amigos usaron el portal que descubrieron unos excavadores para que Junjei pudiera regresar a las Cavernas del Este, y una vez ahí, derrotaron al Emperador y a sus oficiales para liberar a la maestra de Junjei de su control y le devolvieron a su hogar la gloria perdida.
Sexto: el extraño comportamiento del Clan Sombra y la aparición de Tad. Él al principio pareció ser alguien en quien podían confiar. Y al final terminó revelando que él era... ¡el hijo de Blakk! Y lo peor era que sus habilidades igualaban a las de su infernal padre.
Eli suspiró cansado al recordar todo lo que logró en tan solo un año. Y mientras recordaba sus aventuras, varias preguntas se formularon en su cabeza: «¿Encontraré a mi padre?», «¿Tad ahora significará un peligro?», «¿Blakk y Goon regresarán?».
—Eli.
Escuchó la suave voz de Trixie detrás suyo.
Se dio la vuelta y vio que ella sostenía en las manos un pastel con Burpy fingiendo ser una vela.
Recordó las palabras del holograma que había traído uno de los del Clan Sombra, en el que su padre lo felicitaba por cumplir sus dieciséis años.
¡Dieciséis años ya!
Pronto tomó aire y comenzó a cantar:
—¡Poooor ser un buen compañero!, ¡por ser un buen compañero!, ¡por ser… un buen... —Se detuvo al ver las miradas de fastidio de Trixie y de Kord—. ¿Qué? —preguntó confundido.
Trixie y Kord rodaron los ojos.
—¡Feliz cumpleaños, Eli! —lo felicitaron los tres junto con Burpy, que chilló de felicidad.
—¿Hoy es mi cumpleaños? —se preguntó él, todavía asimilándolo.
—Sí —le respondieron sus amigos.
—Creo que con todo lo que ha pasado últimamente se me olvidó que hoy era mi cumpleaños —dijo Eli algo apenado. Su sonrisa se borró, y una expresión triste y melancólica se formó en su rostro.
—¡Hey! ¿Qué pasa, amigo? —preguntó Kord.
—Es solo que... me gustaría que papá estuviera aquí.
—No estés triste, amigo. —Kord intentó animar a Eli—. Lo encontraremos.
—Así es, joven Eli. Claro, con la ayuda de Pronto el Magnífico, encontrar a Will Shane no será un desafío —añadió Pronto, arrogante.
Las palabras de todos reconfortaron a Eli.
—Tienen razón —concluyó animado—. Lo encontraremos. Ahora vayamos a celebrar —les dijo, instándolos a entrar al refugio para celebrar su cumpleaños.
Ya que no sabían lo que se avecinaba.
Un secreto que Will Shane mantuvo escondido, y que cambiará su vida, ya sea para bien o para mal.
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