Llegaron al aeropuerto en la mañana.
La preciada carga ya estaba siendo cargada en el avión por los hombres que había contratado.
Compró un periódico y se sentó a esperar la llamada para su vuelo, cerca de la puerta de embarque. Las noticias todavía hablaban del evento que tendría lugar en el Museo Británico.
Bufó.
No podía creer que Hamilton ya estuviera tan desesperado por desviar los fondos del evento.
La acompañante a su lado había llegado con poco más que una mochila y un bolso. La niña llamada Radha obtuvo su tarjeta de embarque para Inglaterra.
A Richard Croft le pareció que desde que la sacó de la selva, la niña se le había pegado como sanguijuela a la pierna. Todo el tiempo que la llevó por las ONG para exponer su caso y pedir permiso para sacarla del país, la niña no se le despegó ni un centímetro. Y si le decía: «Quédate ahí» ahí se quedaba, si le decía: «Ponte ahí» ahí se ponía.
Era demasiada sumisión para su gusto.
Ahora se encontraba sentada a la par de él, con un caramelo que le había comprado para mantenerla distraída en lo que esperaban que su vuelo estuviera listo.
Tenía muchas cosas pendientes que resolver en casa.
**********
Suspiró exhausta mientras entraba por la puerta de la mansión.
Aurora estaba sumamente cansada. Las cosas en la academia de costura le estaban yendo de maravilla, pero eso le había costado que pasara varios días sin dormir.
Estaba tan cansada que hasta se detuvo en seco, creyendo que la falta de horas de sueño ya la estaban haciendo alucinar, porque a mitad del hall se encontraba una batalla campal entre Trixie y Zip.
Ambos estaban compitiendo en un videojuego de peleas.
Kord y Pronto estaban alentando a su amiga mientras Zip dejaba todo su ser en el sillón. ¿En qué momento llegaron a la mansión?
Esperen, eso solo significaba que... ¡Twila también había vuelto!
Corrió como una posesa por las escaleras para buscarla. Corrió a la biblioteca y se sorprendió al no verla ahí. Ella siempre terminaba en la biblioteca. Corrió a la Sala de Trofeos y solo encontró a los trabajadores. ¿En dónde demonios estaba?
No creía que estuviera en su habitación porque ella nunca estaba ahí a esas horas del día. Pero para matar posibilidades decidió ir a ver.
(...)
Tocó la puerta varias veces hasta que Twila al fin se dignó a darle el pase. Y se sorprendió bastante al verla acostada en la cama, con las frazadas hasta el cuello.
—¿Twila, qué tienes?
—Nada.
Twila no tenía ganas de explicarle nada a Aurora. Y menos quería decirle que después de la visita de Eli tuvo que vaciar todo el contenido de su estómago en el retrete. Decir que se sentía mal quedaba muy corto.
Aurora notó que ella estaba demasiado extraña, pero no era la primera vez que la veía de aquella forma. Pero Twila siempre salía con que eran "alergias".
—¿Otra vez con alergias?
—Tal vez.
Suspiró cansada. Sabía que Twila no le diría nada.
Se acostó a la par de ella, pero sin cubrirse con las frazadas.
—Sé cómo hacer que te sientas mejor.
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Secretos de un Shane
FanficComenzó a acercarse a la puerta hasta que distinguió la voz de una persona murmurar. -Lo siento, Will Shane, pero ya no puedo seguir callando esto. Tu hijo merece saberlo. Un segundo... ¡¿Qué acababa de decir?! -¿Profesor?- habló Eli, quién ya había...