Ese lugar era un completo laberinto.
Eli no sabía a dónde más meterse y cuántos Yetis más aparecerían en el camino.
—Esto no tiene final —se quejó Pronto.
—Tiene que tenerlo —dijo Eli—. Y vamos a recorrerlo todo si es necesario. Si mi padre... —Y contuvo la frase. Tragó despacio—. Si mi padre no se convirtió en esa cosa espantosa... entonces vamos a encontralo.
Siguió sorteando rocas. No quería pensar que su padre llevara ya meses muerto.
La idea lo desgarró.
Burpy lo alertó de una nueva figura medio escondida entre las rocas.
Tomó su arma y le apuntó.
Y fue ahí que reconoció la silueta. Varios metros más abajo, sosteniendo lo que parecía ser un hueso.
—¡Papá!
El resto de la banda también vio al hombre, y se sorprendieron.
La figura soltó el hueso de golpe y salió corriendo con dirección a las rocas.
Eli lo siguió sin mirar atrás. ¿Por qué corría?
Su padre siguió escabulléndose, alejándose cada vez más.
—¡Papá, no te vayas!
Eli comprobó, después de estarse quedando atrás varias veces, que su padre tenía mucha práctica sorteando las rocas, y una buena velocidad, tal vez todo producto de la adrenalina que necesitaba para sobrevivir. Seguramente adquiridos después de tantos meses huyendo del peligro.
—¡Eli!
Sus amigos lo seguían, pero Eli apenas los escuchaba. Solo quería alcanzar a su padre.
Después de varios minutos de angustiosa persecución, vio la figura de su padre esconderse entre una cueva a la que le costó encontrarle la entrada.
—¡Papá!
Al seguirlo y entrar a esa diminuta cueva, lo vio agazapado en el suelo, golpeando un par de rocas, seguramente con la intensión de hacer fuego con las pocas y diminutas ramas que tenía enfrente. No vio nada más allí.
Se acercó un poco y su corazón se contrajo al verlo ahora más de cerca.
—¿Papá?
Will Shane al fin lo miró, y casi lloró al ver su estado. Sucio, con las ropas hechas harapos y cubriendo un cuerpo casi esquelético. El cabello mucho más largo que la última vez que lo vio. Y una mirada completamente desolada.
En ese momento se preguntó cómo fue que consiguió identificarlo como su papá.
Ya no se parecía en nada al padre que tenía cuando era niño. Estaba tan demacrado.
Su padre volvió a enfocarse en tratar de encender fuego.
—No, no lo mires —comenzó a susurrar—. Ya sabes que es un truco. Él no está ahí. Él siempre se va.
—¿Papá? —Eli comenzó a acercarse, temiendo que lo atacara. Y le dolía ver lo que la soledad le había provocado.
—No lo mires. No lo mires. Si lo ignoras entonces se irá.
—Papá, soy yo, Eli. Soy tu hijo. —Eli sintió un nudo en su garganta mientras intentaba acercar su mano para tocarlo.
Will volvió a mirarlo, y un poco de lucidez pareció regresar a su mirada.
—¿Eli?
—Sí, papá, soy yo.
Will acercó su mano y tocó a su hijo.
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Secretos de un Shane
FanficComenzó a acercarse a la puerta hasta que distinguió la voz de una persona murmurar. -Lo siento, Will Shane, pero ya no puedo seguir callando esto. Tu hijo merece saberlo. Un segundo... ¡¿Qué acababa de decir?! -¿Profesor?- habló Eli, quién ya había...