CAPÍTULO 99

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—¿Y tú en dónde has estado? —demandó saber Aurora cuando vio a Twila entrar en su habitación. Cargaba una lona negra considerablemente grande envolviendo algo delgado y casi de la misma altura de Twila.

Twila vio a Aurora sentada con las piernas cruzadas sobre la cama. Avanzó y colocó las llaves de su automóvil en el segundo cajón de su mesa de noche, y la lona la apoyó en la pared.

—Con Vladimir y Eddington, papá nos alcanzó después. No sabía que ya habían vuelto. Y menos que había ido a una expedición.

Aurora la miró, confundida.

—¿Papá fue a una expedición?

Twila se quitó el abrigo, lo dejó sobre un gabinete y luego se tiró a la cama.

—Así parece. No me dijo a dónde o por qué razón, pero dejó a Eli solo casi las dos semanas que no estuve en Canadá.

—Vaya. Ahora entiendo por qué Eli sigue en una pieza.

—¿Sigue en una pieza?

—Lo sigue.

—Vaya, papá si que se ha superado a sí mismo esta vez.

Aurora arrugó la nariz.

—No me cambies de tema. ¿En dónde estuviste? Eli llegó hace una semana y ni señales de tu existencia.

Twila dejó salir el aire.

—Resumiendo, en todos lados.

—¿En todos lados?

Twila cruzó los brazos detrás de su cabeza.

—Eddington encontró los restos de un mineral extraño en las costas de Venecia. Cuando lo mandó traer me llamó de inmediato. Así que fui al laboratorio y no me tomó mucho tiempo saber de qué mineral se trataba. Aunque realmente no es un mineral. Es un compuesto de piedra caliza, hierro, estaño, amonio y cobalto.

—¿Y si pones eso en un idioma que sí entienda?

—Pues resulta que esa roca es común en Caliza. Tan común, que se utiliza para sellar los templos. Algo así como camuflaje. Y están sellados de tal manera que solo un artefacto es capaz de abrirlos porque, al ser el camuflaje, se vuelve tremendamente pesada y casi indestructible.

—¿Y eso quiere decir?

—Quiere decir que esa roca se desprendió de alguna manera de algún templo. El problema es saber de qué templo. Así que le pedí a Eddington que buscara residuos de radiación en la roca.

—¿Radiación?

—Sí. Todo el mundo tiene algo de radiación y ninguna cantidad es igual a otra. ¿Y sabes algo? La cantidad de radiación en la roca indicó que proviene de algún lugar en el Mediterráneo.

—¿En serio?

**********

Eli se enteró de que Twila había vuelto a la mansión, así que caminó a su habitación para poder hablar con ella. Quería saber si ya había resuelto su conflicto interno o, en cambio, ahora ya ni siquiera quería saber de él.

Pero llegando a su habitación la escuchó hablando con Aurora. Así que se escondió detrás del marco para escucharlas.

Escuchó el crujido de un mueble. Twila se había reclinado en alguno de sus gabinetes.

—No hay duda. Y... eso significa —hizo una pausa—, que puede que Ávalon esté más cerca de lo que siempre pensé.

Eli agrandó los ojos.

Secretos de un ShaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora