CAPÍTULO 103

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Los cinco observaron aquellos extraños círculos de piedra gigantes que se entrelazaban entre sí desde el centro de la pared de piedra, dejando un triángulo en el centro.

Los cinco observaron aquellos extraños círculos de piedra gigantes que se entrelazaban entre sí desde el centro de la pared de piedra, dejando un triángulo en el centro

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-Debe ser aquí -le dijo Trixie al resto.

Eli sintió una extraña sensación en el estómago, como si de repente hubiera comido barras de plomo.

-¿Cómo lo abrimos? -preguntó.

Twila se giró hacia ellos, se desabrochó el cinturón al mismo tiempo que sujetaba las llaves para que no cayeran al fondo.

Le dio impulso a dos de ellas para que se dirigieran hacia la banda.

Eli entendió lo que le quiso decir, así que se adelantó y las tomó. Le dio impulso a una de ellas en dirección a Kord, que también alcanzó a tomarla.

Twila nadó hacia el círculo que estaba por encima de los otros dos; buscó, tanteando con las manos hasta encontrar el agujero en el centro del círculo, y que por la falta de luz se escondía bajo las sombras de los demás relieves. Encajó la llave en el círculo y la introdujo hasta que se escuchó un casi inaudible click, luego, tomando con fuerza los bordes de la cabeza de la llave, le dio un par de vueltas.

El enorme círculo giró sobre sí mismo un par de veces.

Fue en ese instante que Eli se dio cuenta de que el círculo tenía tallado tres figuras. Una de ellas igual al símbolo que se usaba en matemáticas para representar la resta, y otro que tenía el mismo símbolo solo que con un óvalo irregular rodeándolo, y el última parecido al segundo solo que un par de líneas conectando el círculo del centro con los extremos del óvalo.

Al girar el primer círculo la última figura había quedado en el centro, junto con el segundo símbolo.

-Debemos hacer que esos tres estén en el centro, ¿no? -adivinó Eli.

Twila asintió.

Eli y Kord nadaron hacia los otros círculos de piedra, insertaron las llaves en los pequeños agujeros hasta escuchar su acople a la cerradura. Eli le dio la vuelta un par de veces, Kord solo le dio una. Las ruedas comenzaron a girar, y las formas de óvalo con el círculo más pequeño dentro con la línea que parecía traspasarlo se acomodaron en el centro.

Fue entonces que los tres símbolos comenzaron a girar y a abrirse hacia adentro, abriéndoles un nuevo pasaje.

Fue entonces que los tres símbolos comenzaron a girar y a abrirse hacia adentro, abriéndoles un nuevo pasaje

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Secretos de un ShaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora