—¡¡Cuidado!!
Zip ni siquiera pudo despabilar cuando, lo siguiente que sintió, fue el frío suelo tras su espalda.
Lo habían tirado.
—¡Aurora! —soltó molesto, sobándose la espalda—. ¡Ya controla a ese pequeño monstruo!
Zip veía, molesto, como Aurora perseguía a Aries por cada rincón de su estudio. Tirando cables, desconectando equipos y desperdigando papeles en el proceso.
—¡¿Qué no ves que eso intento?! —soltó ella, igual de furiosa por el desastre, no intencionado, que estaban causando—. Pero Twila lo ha consentido demasiado. ¡Aries, ven acá! —volvió a gritar.
Pero la pequeña criatura, o, mejor dicho, el pequeño diablillo no se quedaba quieto.
Aurora entendía que fuera el bebé de Twila, pero lo que no entendía, y le llegaba a molestar, era que lo consintiera y mimara de más.
Lo siguió corriendo un rato más, ignorando las quejas de Zip, claro. Y después de tanto, al fin consiguió atraparlo.
—¡Pequeño diablillo! —dijo Aurora ya con Aries en brazos, dispuesta a reñírlo. Pero al ver su carita de perrito regañado, se olvidó del enojo—. Ay, es imposible regañarte —le dijo levantándolo cariñosamente y luego comenzó a darle mimos.
Aries respondió con ronroneos.
Zip se levantó del suelo y se encaminó a su silla, haciendo un exagerado gesto de dolor de espalda. Veía como Aurora mimaba al diablillo de Twila, sintiéndose ofendido por ser totalmente ignorado.
Llegó a su silla, que también estaba tirada, así que la levantó y se sentó bruscamente.
—No soporto a esa criatura —soltó molesto.
Aurora miró, divertida, a Zip y a sus celos por ver que alguien más le robaba el protagonismo.
—Venga, Zip, no seas celoso.
—¿Yo, celoso? No seas ridícula. Solo no entiendo por qué Twila aún conserva a ese pulgoso.
Aries le gruñó.
—No le digas pulgoso, Zip. Sabes lo que te hará Twila si llega a escuchar que le dices de esa manera.
Zip bufó, irritado.
—Cambiemos de tema, ¿quieres?
—Bien, entonces regresemos al tema de que Twila te matará por haber hablado con Eli.
—¿De qué hablas? Solo fueron dos palabras.
Aurora lo fulminó con la mirada, bajó a Aries y luego llevó su mano a la barbilla, fingiendo que estaba pensando.
—Tienes razón. Solo le dijiste que eres tú quien la ha estado ayudando y que te llamas Zip. Y sabes bien que Twila odia que abras la boca cuando no debes. ¿Ya olvidaste su amenaza?
—Sí, la recuerdo: "Si llego a oírte hablar por el comunicador con alguien más, o escucho el menor ruido, aplasto esta cosa y luego te aplasto a ti" —dijo Zip, fingiendo la voz de Twila.
—Qué bueno que lo recuerdas, porque en cuanto Twila vuelva te aplastará.
—Lo dudo —respondió Zip, despreocupado.
—¿Ah, sí? ¿Y por qué lo dudas?
—¿Qué no ves lo guapo que soy? —respondió Zip, señalándose de pies a cabeza—. Twila sería incapaz de matar a semejante bombón.
Aurora soltó un suspiro cansado y hastiado.
—Zip, tienes veinte años, compórtate como tal.
Zip arqueó los hombros.
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Secretos de un Shane
FanfictionComenzó a acercarse a la puerta hasta que distinguió la voz de una persona murmurar. -Lo siento, Will Shane, pero ya no puedo seguir callando esto. Tu hijo merece saberlo. Un segundo... ¡¿Qué acababa de decir?! -¿Profesor?- habló Eli, quién ya había...