Eli seguía sentado en esa silla.
No sabía cuánto tiempo había estado ahí, pero no tenía fuerzas para moverse.
No era porque se sintiera cansado o aún le doliera la herida. Para ser honesto, el dolor ya había pasado.
La verdadera razón era porque el dolor y la decepción que le provocaron el saber que lo habían vuelto a traicionar superaba cualquier otro.
No era capaz de creer que siempre tuvo a la ladrona tan cerca de él y no se dio cuenta, ¿pero cómo saberlo? Ella podía fingir a la perfección. Era muy buena actriz, tenía que admitirlo.
Todo lo que decía y hacía. Toda esa historia de su padre y Blakk. Todo lo decía como si en verdad hubiera pasado.
No era capaz de olvidar la primera noche que se desahogó con ella. No podía olvidar la forma en que lo abrazó y le dio consuelo.
Él se aferró a ella como muy pocas veces se había aferrado a alguien.
«Eli, quiero que sepas que entiendo el dolor que estás sintiendo, y... te ayudaré en lo que pueda para que puedas encontrarlo».
Esas palabras en ese momento le dieron un gran consuelo. Pero ahora lo único que hacían era torturarlo.
¿Todo fue mentira?
«¿Alguna vez te han dicho que eres demasiado inocente?».
Lo más lamentable era que tenía razón. Era demasiado inocente.
«Solo lo hago por diversión».
Esas palabras volvieron a su cabeza. ¿Él también era solo un juego para ella?
Twila Croft.
Ese era su nombre. Su verdadero nombre.
«Nací en Bajoterra, pero no crecí aquí».
Eso solo lo confundió aún más.
Pero ya no tenía tiempo para seguir dándole vueltas al asunto. Debía encontrar esa última reliquia antes que ella.
Y lo haría.
Eli se levantó de la silla, fue al cuarto en donde había dejado sus armas, las tomó y salió de ese lugar. Cuando atravesó la puerta, se dio cuenta de que estaba en un hotel. Y por la pinta que tenía, al parecer era uno de mala muerte.
De cierta forma la entendió. Ella necesitaba de un lugar en el que no le hicieran preguntas cuando llegara con una persona herida.
«Nota mental: descubrir por qué demonios te ayudó», pensó Eli.
Bajó despacio las escaleras y, en la entrada, se encontró con el encargado del lugar. Se acercó a él.
—Disculpe, señor, ¿cuánto le debo? —preguntó Eli.
«Sí, Eli, como si llevaras un solo centavo contigo», se reprochó a sí mismo.
—Ah, es usted —respondió el encargado, sorprendido—. Veo que está mucho mejor. Cuando su novia lo trajo la otra noche se veía muy mal.
Esperen un segundo. Había dicho: ¡su novia!
—¿Ella le dijo que era mi novia? —preguntó Eli completamente sorprendido y enojado a la vez.
—No, pero supuse que lo era por cómo lo traía. Cuando llegaron, ella aseguró que ustedes habían ido a una fiesta en casa de un amigo y que usted había bebido de más. Y, no se preocupe. Ella pagó todos los gastos.
Si Eli creía que no era capaz de sorprenderse aún más, entonces estaba equivocado. Sin duda ella se ganaría un Óscar por ser la mejor mentirosa.
—¿Ella le dijo algo más? No sé, ¿alguna dirección o algo con lo cual contactarla?
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Secretos de un Shane
FanficComenzó a acercarse a la puerta hasta que distinguió la voz de una persona murmurar. -Lo siento, Will Shane, pero ya no puedo seguir callando esto. Tu hijo merece saberlo. Un segundo... ¡¿Qué acababa de decir?! -¿Profesor?- habló Eli, quién ya había...